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david aso/ical
Lunes, 2 de febrero 2015, 12:28
El Festival Internacional de Títeres de Segovia, Titirimundi, contará con 31 compañías de trece países en su próxima edición, que tendrá lugar del 13 al 17 de mayo en la capital del acueducto y llevará espectáculos a Valladolid, León, Burgos, Salamanca, Ávila, Zamora y la Comunidad de Madrid. Con una antelación casi inédita, la organización ha confeccionado (incluso con los horarios ya fijados) «el mejor programa de los últimos años» y «el de más calidad de la historia (29 ediciones) en espectáculos de interior», asegura Julio Michel, aunque mantiene su formato más corto por las limitaciones económicas.
El director y creador de una de las citas más importantes del mundo en su género valora el regreso al salto con red que le ha supuesto trabajar en la contratación de compañías teniendo ya atadas las aportaciones de sus dos principales patrocinadores, de ahí también en buena medida la rapidez con que se ha resuelto el programa. No en vano, el Ayuntamiento y el Gobierno regional, con 100.000 euros cada Administración, representan más de dos tercios del presupuesto global.
«Desde luego ha sido un cierre mucho más tranquilo que el del año pasado», celebra Michel. «Contamos además con el aumento de la aportación de la Junta (35.000 euros más) y esperamos incrementar la recaudación en taquilla porque traemos más espectáculos largos que, lógicamente, tienen entradas más caras que los cortos, pero mantendremos los precios populares».
La cita de 2014 superó los 50.000 espectadores en cinco jornadas que, según un estudio de la Uned, generaron un negocio de más de 1,6 millones de euros. Titirimundi ha llegado a tener formatos de hasta once días, pero la economía no da para extenderlo ahora sin comprometer calidad y viabilidad, ya que arrastra un déficit de 50.000 euros que se espera enjugar a partir de este año.
Cuando Michel habla de programa cerrado se refiere al contenido, porque hasta dentro de «dos meses o por ahí» continuará el trabajo para definir el presupuesto. De momento se estima en unos 290.000 euros (35.000 más que en 2014), pero todavía no se han concretado las aportaciones de varias instituciones, los costes exactos de desplazamiento de los artistas (hay que comprar aún los billetes de avión) o los patrocinios privados, si bien la participación de estos últimos «aún es corta, más de lo deseable».
«Palmaditas en la espalda recibo muchísimas, pero implicaciones reales de la empresa privada, pocas», lamenta Michel, que además va a tener que lidiar con la campaña de las elecciones municipales y autonómicas. Los soportes publicitarios de la ciudad se reservan esos días a los partidos políticos, por lo que Titirimundi, como el año pasado por los comicios europeos, no puede ofrecer esa opción a sus colaboradores privados: «Alguna empresa nos ha pedido llenar Segovia de banderolas, pero es que es imposible», subraya.
Este año habrá seis compañías más que en la última edición y, por tanto, también crece la oferta de espectáculos, aunque con menos funciones que las 254 de entonces porque éstas serán más largas. «El año pasado tuvimos muchas actuaciones cortas, de diez y veinte minutos, por eso la estadística se dispara, pero la próxima edición será más intensa desde el principio», matiza el director de Titirimundi. De hecho, la primera jornada de 2014 sólo contó con el espectáculo inaugural «y esta vez habrá más tanto ese día como en los cuatro siguientes».
Taiwán pone el toque exótico al programa, donde tendrá representación por primera vez con un espectáculo de marionetas clásico de la isla asiática y con música en directo. «De esos países nos interesa mostrar siempre su cultura popular, que es muy exquisita», valora. Catorce compañías más llegarán desde Chile, Brasil, Perú, Israel, Francia, República Checa, Reino Unido, Italia, Canadá, Rusia y Alemania, muchas de ellas con estrenos nacionales. Y las 16 restantes proceden de distintas regiones españolas, incluida Castilla y León con La Chana Teatro de Salamanca que, de la mano de Jaime Santos, ofrecerá su particular interpretación del Lazarillo de Tormes: «Será uno de los puntos fuertes de esta edición», recalca Michel.
El espectáculo elegido para inaugurar el festival (13 de mayo) es Leo, de Y2D Productions (Alemania-Canadá). «No es teatro de títeres propiamente, pero está lleno de la materia que lo define, la ilusión». Un hombre, un maletín y 60 minutos para que el público se deje llevar más por lo que ve que por lo que cree. Los chilenos de Viajeinmóvil representarán una versión de Otelo «impresionante», el clásico de Shakespeare adaptado a dos actores, marionetas y objetos en hora y cuarto. Y los brasileños de Pigmalião traen Cuadro de una familia, un espectáculo para adultos «sobrecogedor», osado, transgresor y con altas dosis de tensión dramática concentrada en 15 minutos. Para adultos es también Paper cut, donde la compañía israelí Yael Rasooly funde teatro contemporáneo con un homenaje al cine clásico en 50 minutos de ilusión, realidad y ficción. Y de Francia llega la rusa Polina Borisova, «posiblemente la gran revelación del teatro europeo de los últimos tres o cuatro años», prosigue Miguel. Con su obra Go! (40 minutos) propone un mundo visual singular y simbólico, emotivo y tierno para tratar el fin de una vida de la mano de una anciana.
Impresionará el realismo del grupo italiano Riserva Canini con Talita kum (45 minutos). La esencia del arte de las marionetas y del teatro de sombras «en una especie de danza con una marioneta que, si ves las fotos, no sabes si se trata de una actriz de verdad», añade el director de la cita segoviana.
De los artistas nacionales destaca el reestreno de una hilarante versión de la compañía catalana Pelmànec sobre la obra de Molière El ávaro (75 minutos). «Posiblemente sea el espectáculo de teatro de títeres contemporáneo más importante que se ha hecho en España», sostiene Michel.
El generoso repertorio de calificativos del creador de Titirimundi no tiene fin para «un pedazo de programa que de verdad está dejando impresionados a los profesionales que lo van conociendo». Para disfrutarlo todavía queda mucho, cuatro meses largos, pero la propuesta ya está más que pertrechada para cuando se reabra el telón castellano de la ilusión.
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