La alcaldesa impone su voto de calidad para cambiar de nombre a nueve calles
La ausencia inesperada del edil popular José Antonio Garvía entrega el pleno a Peñalosa
elena rubio
Domingo, 1 de febrero 2015, 13:00
Contra todo pronóstico, el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Segovia aprobó ayer el cambio de nombres de nueve calles de la ciudad que hacen referencia al régimen franquista, entre las que se encuentra la avenida de Fernández Ladreda, al imponer la alcaldesa, Clara Luquero, su voto de calidad.
Un empate debido a la igualdad de votos en el hemiciclo por la ausencia inesperada del edil popular José Antonio Garvía que hizo que los votos en contra del PP y del concejal no adscrito, Javier Arranz, no fueran suficientes contra los de PSOE e Izquierda Unida.
Una ausencia que, según justificaron desde el grupo municipal del Partido Popular, se debió a un «problema empresarial» de última hora que le impidió acudir a esta sesión de pleno ya que «se le ha complicado un tema y cada uno tenemos obligaciones profesionales porque no vivimos de la política», aclaró el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Segovia, Jesús Postigo.
El dirigente popular también desmintió que la ausencia del concejal Garvía se debiera a un pacto con los socialistas o a un viaje de ocio, como se especuló en algunos momentos de la jornada, rechazando «de plano absolutamente» todos esos comentarios. «Era una obligación profesional; decir otra cosa es mezquino y falso hasta el extremo», dijo.
El debate del cambio de nombres de calles, que estaba situado en el punto número siete, se inició ya en un clima tenso propiciado por la decisión del concejal no adscrito, Javier Arranz, de pedir la retirada de todos los puntos, incluido éste, que habían sido tratados en comisiones informativas en las que no participó «incumpliendo el ordenamiento jurídico ». Retirada a la que se sumó el Partido Popular.
El hemiciclo votó también una enmienda a la totalidad presentada por el concejal Arranz, que apoyó el Partido Popular por considerar que faltaban informes, donde se solicitaba la retirada del expediente del pleno para su mejor estudio; la solicitud de informes jurídicos e históricos para completar el expediente «incompleto», y la apertura de una consulta popular.
Un debate en el que equipo de gobierno se ciñó en todo momento a defender la tramitación realizada por los técnicos municipales y el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, que es «una obligación directa de la Constitución española», afirmó la edil de Gobierno Interior y Personal, Marisa Delgado. Los socialistas también explicaron sus reuniones con los vecinos y comerciantes, así como la realización de una encuesta para buscar nombre a la avenida de Fernández Ladreda.
Defectos de forma
Los populares argumentaron su votación en contra por defectos de forma del expediente, que debería de haber tratado el cambio de denominación calle por calle, y no en un mismo bloque, «sin consenso y sin consultar a nadie», con una decisión «sectaria y arbitraria» explicó la concejala popular, Azucena Suárez. Es más, la edil aseguró que su grupo no estaba dispuesto a aprobar «chapucejas», porque «si lo hubieran hecho bien hubiéramos traído el 80% de calles consensuadas», pero así no cumplía ni con la Ley de Memoria Histórica ni con el Reglamento de Honores y Distinciones.
Suárez pidió al equipo de gobierno que «escuchen» las más de 200 firmas en contra del cambio de nombre de Fernández Ladreda que mostraron su rechazo, una decisión que respondía a «cumplir» el pacto con Izquierda Unida antes de las próximas elecciones municipales, ya que la Ley de Memoria Histórica fue aprobada en el año 2007. «Este asunto les da urticaria porque tuvieron cuatro años de mayoría absoluta», les espetó Suárez.
Tras hora y media de debate, la última palabra la tuvo la alcaldesa de la ciudad, quien defendió de forma tajante el cumplimiento del artículo 15 de la Ley de Memoria Histórica porque «en un estado de derecho la ley se cumple», afirmó Clara Luquero. En sus argumentos, la regidora aseguró que es un «gesto de justicia» hacia los que fueron perseguidos por ser «leales al régimen democrático de la II República». En sus últimas palabras, Luquero aseguró sentirse «orgullosa» de ser la alcaldesa que impulsó el cumplimiento de la Memoria Histórica en la ciudad porque «es nuestra obligación como institución que representa a todos los ciudadanos».
La aprobación de este expediente supondrá el cambio de nueve calles en la ciudad, siete en el barrio de San José, una en la colonia várela y Fernández Ladreda.
Tras un receso de media hora, el pleno aprobó el cambio de nombre de la calle Miguel Servet, la del Hospital General, por la de Luis Erik Clavería, quien fuera jefe de neurología del Complejo Sanitario, médico neurólogo que «se preocupó durante más de 30 años de mejorar la salud de los segovianos».
PSOE, IU y PP rechazaron las cuatro mociones presentadas por el concejal Javier Arranz, en las que solicitaba la creación de un Área de Rehabilitación Integral en La Albuera y San Lorenzo, la finalización en dos meses de las obras del Peñascal, al que también proponía llamar José Luis de Santos, o la consulta popular sobre Clara Luquero por no haber sido elegido alcaldesa en las urnas. Los argumentos fueron que los expedientes «ya estaban iniciados», o «innecesarios». Las que sí se aprobaron fueron la moción de IU solicitando a la Junta medicamentos para los pacientes de hepatitis C y la del PP que pedía un estudio sobre el mantenimiento de los bolardos.
El PP irá a los tribunales
El grupo municipal del PP interpondrá un recurso contencioso-administrativo en primera instancia contra la aprobación del expediente de modificación de las calles por parte del equipo de gobierno. Los populares argumentaron esta decisión en que «existen irregularidades» en los informes, explicó ayer el portavoz del grupo municipal del Partido Popular, Jesús Postigo. Una decisión que venían barajando desde hace días, durante los cuales habían pedido asesoramiento legal para ver las posibilidades de que prospere. Para Postigo, el artículo 15 de la Ley de Memoria Histórica explica «el porqué» pero «no el cómo». Por este motivo, creen que el expediente se tiene que «instruir de una forma determinada», situación que, a su juicio, no se ha llevado a cabo.
Los populares también denunciaron que el equipo de gobierno decidió meter la modificación de las calles «todo en un mismo paquete», para cumplir con el pacto suscrito con el concejal de Izquierda Unida y de esta manera «mantener la poltrona», dijo.
Por su parte, la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos de Segovia mostró su sorpresa por el rechazado de la votación ya que esperaban que «hubiera cordura», explicó su presidente, Juan Bautista Mullor. En su opinión, la aprobación de la modificación de los nombres de las calles es «una falta de estilo democrático e irrespetuoso contra la voluntad de un pueblo», porque se produjo una «vulneración» de los derechos ciudadanos, recogidos en el artículo 23 de la Carta Magna. «No estamos en contra de que se aplique la ley, pero las formas han sido «a espaldas de los ciudadanos». Además, califican de «irresponsabilidad supina» la ausencia de un concejal del PP, «salvo que sea una estrategia que no vemos por ningún lado».