El PP achaca al rechazo vecinal la retirada del reglamento de la biomasa

El pleno del Ayuntamiento aprobó por unanimidad el archivo del expediente relativo a la aprobación del reglamento del servicio municipal de suministro de energía térmica para agua caliente sanitaria y calefacción urbana alimentada por biomasa, casi diez meses después de que fuera aprobado inicialmente en el hemiciclo municipal, y después de la presentación de numerosas alegaciones por parte de los usuarios del servicio, en algunas de las cuales se pedía la paralización y retirada.

De hecho, esta es la razón que esgrimió el concejal de Patrimonio, Luis Senovilla, para explicar el archivo del expediente. Senovilla destacó que la pretensión municipal no era cobrar o recaudar más, sino habilitar un instrumento jurídico de coordinación para normalizar cuestiones como la distribución, los intercambios o la facturación, entre otras cuestiones.

Durante su intervención en el pleno, el edil realizó una larga exposición sobre la experiencia de la planta, la calidad del servicio y la necesidad de establecer un marco normativo para su regulación. También se refirió al estudio y revisión de las alegaciones y modificaciones que se habían presentado al proyecto, entre ellas un documento con 17 propuestas firmado por Izquierda Unida y dos escritos ampliamente avalados por los usuarios del servicio, que a su juicio eran incompatibles, pues en uno se proponía la retirada del reglamento, mientras que en el otro aparecían algunas modificaciones a realizar al contrato.

El documento que solicitaba la retirada del documento estaba avalado por el 100% de las comunidades de propietarios usuarias del servicio, entre ellas Los Rosales, Los Claveles, Polideportivo 1, San Sebastián y Bartolomé de la Cueva 11; y el 83% de los propietarios de las viviendas particulares, lo que suponía una amplia mayoría de usuarios que solicitaban la retirada de un reglamento para cuya redacción no se les había tenido en cuenta. Asimismo, mostraron su interés en acometer, de manera conjunta, cualquier cambio a la situación existente hasta el momento, pero de manera consensuada por ambas partes.

Junto a la retirada del reglamento aprobado inicialmente y la paralización de cualquier proceso administrativo asociado al mismo, los usuarios solicitaban en el escrito que, como afectados, les gustaría ser partícipes de un documento que les atañe directamente.

En la bancada de la oposición, tanto Izquierda Unida como el Partido Socialista apoyaron la decisión de retirar el reglamento, entre críticas al equipo de gobierno por no haber tenido capacidad para negociar con los vecinos y usuarios. Así lo explicó el concejal de Izquierda Unida, Antonio de Benito, quien lamentó que los responsables no habían sido capaces «de resolver las alegaciones presentadas al reglamento que ellos mismos habían presentado».

La oposición pide diálogo

Asimismo mostró su esperanza en que la próxima Corporación inicie la elaboración de un nuevo documento, aunque en esta ocasión «por el principio, esto es dialogando con los usuarios de este servicio público, para conseguir un reglamento beneficioso para ellos y para el Ayuntamiento de manera consensuada».

Para el portavoz socialista Octavio Cantalejo, aún quedan en el aire las razones por las que el documento se decide retirar ahora, diez meses después de su aprobación del documento y ocho después de las peticiones de los vecinos. A su juicio, si el equipo de gobierno decidió archivar el expediente por la petición mayoritaria de los vecinos, ésto se podría haber realizado en el mismo mes de mayo, cuando se presentaron las alegaciones.

También hizo hincapié en las acusaciones del edil a los vecinos, a los que tachó de «incongruentes» por pedir primero la retirada y después presentar alegaciones. Cantalejo señaló que no es difícil de entender que solicitaran primero la retirada de la tramitación y, en el caso de que no se atendiera a esa primera alegación, pedir después otra serie de modificaciones puntuales.

También apuntó que si el equipo municipal de gobierno estaba convencido de que la aprobación del documento era lo correcto, tenían mayoría absoluta y lo podrían haber aprobado sin mayor respaldo.