Javier Arranz: «Si Gordo y Reguera son sus asesores, a Luquero le queda poco como alcaldesa»
Cree que su salida del Gobierno municipal se debe a que el PSOE «me ha cobrado todas las cuentas que tenía pendientes»
nacho Sáez
Domingo, 21 de diciembre 2014, 13:11
Desde que el pasado 2 de diciembre fue revocado por la alcaldesa, Clara Luquero, de sus funciones como concejal de Deportes, Javier Arranz ha utilizado Facebook para ir desvelando sus intenciones. Hasta ahora, sin embargo, no se había sentado a hablar de las causas que motivaron su traumática salida del Gobierno municipal.
¿Cuántas horas pasa conectado al Facebook desde que fue revocado de sus funciones el pasado 2 de diciembre?
Pues sorprendentemente menos que antes porque ahora tengo más tiempo para mi familia, para ordenarme mi vida privada, también he estado muy pendiente del pabellón de El Peñascal... Es una forma de comunicarme con los ciudadanos. Completa algo que yo ya tenía que era estar diariamente en la calle con la gente.
Las intenciones que anuncia como pildoritas en su perfil, ¿son parte de una estrategia o impulsos?
No, yo creo que la vida política es como una partida de ajedrez; nunca sabes el movimiento que vas a dar hasta ver cómo se mueven los demás. Lo que estoy haciendo son movimientos de ajedrez con unas normas, con una coherencia, con una ética y con unos principios y unos valores. Igual que en el ajedrez hay unas normas, en la vida las hay y yo no me las voy a saltar. No he cruzado esa frontera.
Hay quien piensa que usted de aquí a las elecciones municipales de mayo se va a vengar de Clara Luquero y del PSOE.
Quien piense eso es tan mezquino como la palabra venganza. Están intentando hacer ver que soy joven, que soy inmaduro, pero llevo diez años en la gestión pública y ahí está mi página web para quien quiera ver mi biografía. En el fondo les da miedo la nueva hornada de gente que se dedica a la política y que quiere cambiar este país; que quiere que los ciudadanos participen y que opinen. Como en mi web, por la que han pasado estos días más de 1.000 usuarios únicos diferentes y donde ya he recibido 400 votos válidos. El miedo no es a Javi Arranz; el miedo es a lo que va a pasar en este país en muy poco tiempo.
¿No teme que se imponga la opinión de los que creen que es un inmaduro y que esto empañe su labor de estos años al frente de la Concejalía de Deportes?
Es una estrategia que tienen ellos y están moviendo sus fichas para que eso se produzca, pero confío mucho en la ciudadanía, que es mucho más inteligente de lo que ellos quieren hacer ver. Creo que los partidos tradicionales, los de la Transición del 78, tienen las horas contadas si no cambian. No me voy a dejar amedrentar. No creo que nadie encuentre a lo largo de mi trayectoria política algo diferente a lo que estoy haciendo ahora.
¿Ha vuelto a hablar con la alcaldesa?
No. No hablo con una persona que no ha cumplido su palabra en diversas ocasiones. Hay muy pocas cosas que hacer salvo esperar a que me pida disculpas por todo lo que ha pasado.
¿Y con alguna otra persona del equipo de Gobierno?
Sí. He tenido conversaciones con diferentes concejales. Lo que pasa es que en situaciones de estas la gente tiene mucho miedo y hay unas elecciones muy próximas. Todos sabemos cómo funcionan los partidos por dentro. La gente mira mucho sus lentejas.
¿Esos concejales con los que ha hablado le apoyan?
Yo tengo una relación contundente con toda la gente. Soy muy sincero y quiero que la gente lo sea conmigo. Es cierto que en ese equipo de Gobierno mayoritariamente opinan como la alcaldesa, pero hay gente, no una sino más de dos personas, que no están de acuerdo con lo que ha pasado y que creen que en el fondo yo llevo razón; aunque opinan que las formas deberían haber sido otras. Yo les digo que las formas son las mismas que he tenido durante estos diez años. Si antes eran buenas, no sé por qué ahora son malas. No me merecía una salida así. He intentado por todos mis medios que esto no terminara así.
¿Hay unión en el equipo de Gobierno municipal?
Ese equipo de Gobierno tiene un problema grande desde hace tiempo y ha explotado por aquí como podía haber explotado por otro lado. No hay unión ni respeto entre compañeros y se ha visto a lo largo del tiempo. A mí, de un tiempo a esta parte, determinados compañeros no paraban de hacerme perrerías. Lo que se llama mobbing político.
¿La desunión era solo por usted?
No, hay más elementos de desunión. Pero yo no vengo aquí a escenificar los problemas de otras personas, que tarde o pronto acabarán saliendo.
¿Cuántos de los concejales del equipo de Gobierno van a estar en la lista del PSOE en las próximas elecciones municipales?
Menos de la mitad.
¿Por cuestiones personales de cada uno de ellos o por motivos políticos?
Por motivos políticos.
¿Había más unión dentro del equipo de Gobierno con Arahuetes?
Había los mismos problemas que ahora, pero Arahuetes tenía otra forma de entenderlos y resolverlos. Creo que Clara Luquero ha sido una magnífica persona, una magnífica concejala de Cultura, pero empezó siendo alcaldesa con un 5, subió a un 6 y una serie de decisiones le han bajado al 4. Para mí, a día de hoy ha suspendido como alcaldesa y ha sido un rotundo fracaso.
¿Cuándo empiezan las discrepancias con usted?
Me derrocaron de la agrupación local del PSOE porque Gordo y Reguera sabían que Arahuetes podía dejar la Alcaldía en breve y querían asegurarse unas primarias exprés para que nadie se pudiera presentar. En el equipo de Gobierno no solo Reguera quería ser alcalde; también lo quería Javier Giráldez y creían que yo también, aunque yo no me había pronunciado. Siempre dije que si queríamos volver a la época de los cinco concejales que pusiésemos a Reguera, que era el candidato de Gordo. Siempre pensé que Clara Luquero podía ser una firme sustituta. Desde entonces, el partido no ha cesado de ir a por mí en una operación política del señor Gordo de magnitud insospechada. Yo me he resistido como he podido y si Arahuetes siguiera siendo alcalde yo seguiría siendo concejal de Deportes.
¿Había amenazado con dimitir antes de esta última vez?
Sí, en agosto presenté mi primera dimisión después de que Claudia de Santos me desautorizara en público en el tema de El Peñascal. Era la segunda vez que me traicionaba un miembro del equipo de Gobierno. Con esto se descarta que lo de esta vez fuera fruto de un calentón. Cuando regresó de sus vacaciones, le dije a Clara que yo no podía seguir con Alfonso Reguera y Claudia de Santos y ella me dijo que estuviera tranquilo, que si era por Claudia, que Claudia no iba a estar en la siguiente lista; que está todo el día viajando; que no le gusta su gestión; y que le estaba haciendo muchas perrerías dentro de la Concejalía de Turismo. Yo la dije que podríamos hablar pero que probablemente, cuando acabara esta legislatura, yo no iba a continuar. Me dijo que le gustaba cómo trabajaba pero que el partido quería quitarme de en medio. En septiembre al ver que esto no evolucionaba yo le dije que no iba a ir en las próximas listas y que seguramente dejaría el PSOE.
Y así desembocamos en el 28 de noviembre, día que presenta la dimisión en el pleno.
Dos días antes, el día 26, después de una reunión del equipo de Gobierno en la que no se apoyó mi postura sobre El Peñascal, le dije a la alcaldesa por un SMS que presentaba mi dimisión por segunda vez. Ella me emplaza a una reunión al día siguiente y en ella acordamos que nos damos de plazo hasta el lunes para buscar una solución al tema de El Peñascal. Pero ella hace declaraciones en un medio sobre esta cuestión y yo las leo antes de ir al pleno. Incumple lo que habíamos planteado, me siento decepcionado y es cuando decido dimitir.
¿Por qué luego no consiguen reconducir la situación?
Después de la reunión del lunes con los vecinos de El Peñascal, se produce una reunión entre Clara, Blanca [Valverde, la concejala de Participación Ciudadana] y yo, que somos los que llevamos diez años. Yo cedí parte y Clara cedió parte. En la rueda de prensa del martes por la mañana no me iba a retractar, porque no podía, sino que iba a hablar el tema de El Peñascal e iba a intentar esquivar el tema d la dimisión. Los medios se ceban con el tema de la dimisión, pero yo no dije nada que previamente no hubiera acordado en la reunión de la noche anterior con Clara y Blanca. Clara me dijo que iba a rechazar mi dimisión. Habría sido la salida más adecuada.
¿Que cree que sucedió para que la alcaldesa se saltase ese pacto?
Creo que influyeron terceras personas, fundamentalmente el partido, donde aprovecharon para cobrarme todas las cuentas que tenían pendientes. Fue una decisión muy poco meditada y un error. Cuando Clara se convirtió en alcaldesa, solo le pedí que no dejara que el PSOE interviniera en el equipo de Gobierno. Y lo incumplió. El partido empezó a manejar a Clara Luquero y Gordo, a través de Reguera, empezó a imponer su ley en el equipo de Gobierno y a intentar llevarse por delante toda la época de Arahuetes y dejar mal todo el trabajo de diez años. Yo dije que por ahí no iba a pasar. Si los asesores de Clara son Reguera y Gordo, le queda muy poco de alcaldesa.
«He decidido seguir como concejal no adscrito libre»
¿Medió Arahuetes entre la alcaldesa y usted?
Digamos que yo con Arahuetes tengo conversaciones todas las semanas, porque practico deporte con él, y siempre que tengo una decisión importante que tomar, la consulto con la gente que sabe. Como en este caso lo era, sí que le consulté. Pero las conversaciones con Arahuetes permítame que las mantenga en privado.
Hay quien dice que Arahuetes y usted se van a presentar juntos a las próximas municipales.
Ojalá que Arahuetes volviera a la política. Sería muy divertido y muy beneficioso para la humanidad. Hoy en día se necesita gente con garra, ganas, con esa mirada, y sobran los partidos políticos.
¿Pero han hablado algo?
No, no.
¿Y usted se ha reincorporado ya al trabajo que tenía antes?
Estoy en ello. No es una cosa que sea automática. Estoy en excedencia forzosa en un centro de menores de la Comunidad de Madrid, donde he prestado servicio desde 2002. Previamente estuve un año o dos en la Comunidad Valenciana. He estado nueve años trabajando; algunos compaginándolos con mi actividad de concejal. Antes, desde los 16, he estado trabajando de monitor; y solo estos tres últimos años he estado liberado y con un sueldo en la Concejalía de Deportes.
¿Cuántas propuestas ha recibido de otros partidos?
Muchas. Y a todos les he dicho lo mismo; que era concejal por un partido y que militaba en un partido. A día hoy ni soy militante del PSOE ni voy a estar dentro del grupo municipal socialista. He decidido dejarlo y ser un concejal no adscrito libre y con plena capacidad. Está siendo un divorcio duro pero no sangriento. Espero que no se complique. Voy a escuchar todas las propuestas sinceras y sensatas que me lleguen, pero tampoco me voy a volver loco. No tengo ningún objetivo de ser concejal ni de presentarme a nada. Quiero que Segovia y que mi país vayan mejor. He colmado mis expectativas, que eran ser concejal de Deportes, y si encuentro alguna motivación y la gente quiere que esté, estaré. Pero con la humildad de saber que tampoco necesito esto, porque tengo mi trabajo y además he recibido muchas propuestas laborales.
¿Le aconsejan sus allegados que deje la política?
Tienen una sensación agridulce. Creen que me merezco salir por la puerta grande y yo les he dicho, como ese refrán que no sé si es de los indios, que si esto no acaba bien, es que esto no ha acabado. Acabará bien porque alguna tenemos sensibilidad por la política, que no es otra cosa que intentar mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
¿Descarta completamente volver al PSOE en un futuro?
Tendría que experimentar un cambio tan brutal... Y yo no le deseo eso al PSOE. No les deseo a Pedro Sánchez, a Juan Luis Gordo y a Óscar López que se vayan. Ellos piensan de forma distinta a mí, pero no quiero se vayan. Solo que no quiero compartir partido con ellos.