Vinos Malaparte consigue apoyo para sacar adelante su segundo proyecto de ‘Uvas nómadas’
Rubçén y Elisa encuentran 204 mecenas para crear un nuevo vino con la variedad tinta de Toro
Mónica Rico
Lunes, 8 de diciembre 2014, 21:52
. Lo han vuelto a conseguir. Tras un primer proyecto, en el que elaboraron vino con uva garnacha de Ávila en Cuéllar, Rubén y Elisa, responsables de Bodegas de Frutos Marín y Vinos Malaparte han conseguido el apoyo suficiente para crear un nuevo vino, que en esta ocasión tendrá como protagonista la tinta de Toro, una de las variedades más emblemáticas de España.
Y ello ha sido posible gracias al crowdfunding o micromecenazgo, un sistema que ya les posibilitó la realización del vino anterior y que en esta ocasión les ha reportado la ayuda económica de 204 mecenas, quienes han aportado entre 20 y 360 euros, con lo que han conseguido un total de 8.340 euros, aunque la idea inicial era llegar a 6.000 euros para llevar a cabo el vino.
Todos los mecenas recibirán botellas de vino y otras recompensas por sus aportaciones. Así, por ejemplo, los 27 mecenas que han aportado 20 euros, recibirán una caja de tres botellas del vino Uvas Nómadas de Tinta de Toro, y su nombre aparecerá en la etiqueta. Sal de vino, delantales o visitas a la bodega, junto con botellas de vino, son otras de las recompensas que recibirán aquellos que han realizado sus aportaciones de 24, 36 ó 72 euros.
Las aportaciones de 360 euros, especialmente diseñadas para tiendas, vinotecas o restaurantes, recibirán diez cajas de seis botellas de vino Uvas Nómadas Tinta de Toro, su nombre figurará en la etiqueta, podrán visitar la bodega y obtendrán además dos cajas de seis botellas de Malaparte Tempranillo, uno de los vinos que habitualmente elaboran en la bodega. Todo el dinero obtenido de las aportaciones se destinará íntegramente a los costes de compra, transporte de la uva, elaboración, embotellado, etiquetado y posterior envío.
Sin barricas
El proyecto tiene una característica singular y es que se va a elaborar un vino casi desaparecido, será un vino joven, cien por cien fruta, es decir, sin crianza en barrica, para que los mecenas puedan degustarlo sin los maquillajes de la barrica de roble.
Comenzaron con el proyecto hace unos meses, viajando por la provincia de Zamora en busca de viñedos perdidos. Tras contactar con el viticultor con el que trabajar, se realizó la vendimia, a primeros del pasado mes de octubre. La uva, tras un viaje de 110 kilómetros, ya comenzó a fermentarse en la bodega de Cuéllar, por lo que el proceso de elaboración del caldo ya ha comenzado. Los mecenas estarán puntualmente informados del mismo a través de correo electrónico y del blog del proyecto, que se ha desarrollado a través de la página de crowdfunding Verkami, con la que ya trabajaron en la primera edición del proyecto Uvas Nómadas.
Los mecenas serán conocedores de todas las decisiones que se tomen, e incluso se les pedirá opinión en algunas. Como se trata de un vino joven cargado de fruta, tras la fermentación alcohólica se esperará unos meses a que termine la maloláctica y se embotellará. Tras el etiquetado se enviará y los mecenas lo tendrán en sus hogares antes de la primavera de 2015.