El PSOE pide controlar los solares y los edificios en ruinas del centro histórico

El Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Salamanca presentará una moción en el próximo plena para la redacción y aplicación urgente, en un año, de un plan especial de protección del casco histórico. Es un bien «cultural, turístico y económico» que «debe protegerse», explicaron los socialistas.

Los concejales Álvaro Antolín y María Garrido explicaron ayer los detalles de su idea. Salamanca carece de un plan especial de protección como tal. Tuvo uno entre 1984 y 2007, hasta la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana, que lo derogó. La UNESCO recomendaba tener un proyecto específico para el patrimonio y la legislación autonómica exigía redactarlo en el plazo de un año, pero no hubo novedades hasta 2017. Y, según Garrido, lo que se aprobó ni siquiera fue un plan especial de protección, sino un «plan de gestión de la ciudad vieja», que «no sustituye» ni cumple las mismas funciones que la iniciativa especial que proponen los socialistas.

Los 10 años entre el PGOU y el plan de gestión fueron propicios para la «especulación y desaparición de edificios». El PGOU aporta «criterios generales» de ordenación urbana porque entiende la ciudad «como un todo», pero «no ha servido» para controlar la situación particular de los edificios históricos. Salamanca ha sufrido el «menoscabo» de parte de su patrimonio y ha consentido «la falta de control de los solares» del centro urbano. Garrido cita el «vaciado» de la casa de María la Brava o los edificios apuntalados de la Rúa Mayor, algunos desde hace 15 años. Salamanca, denuncian, acumula un «retraso histórico» en temas patrimoniales. «Se han permitido barbaridades. Es muy difícil explicar que no haya un plan específico» para el centro dela capital.

Así, los socialistas quieren que el plan especial incluya un «catálogo exhaustivo y actualizado» de los elementos patrimoniales de la ciudad, porque el actual «está desfasado e incompleto», y que se presente en público para recoger aportaciones particulares. Con esta herramienta las autoridades podrían incluso expropiar los edificios en ruinas de la Rúa para actuar sobre ellos, limitar el impacto visual de los carteles de publicidad o vigilar el uso de los materiales de construcción en los edificios históricos. El PGOU, el plan de gestión de 2017 y el plan especial que defienden los socialistas «son necesarios» y «van entrelazados».

Los concejales confían en que el pleno les respalde y aseguran que su propuesta sigue la misma línea de consenso que la moción sobre las señales del centro histórico, aprobada por unanimidad. Al respecto, los técnicos municipales intentan «rescatar» parte del proyecto pionero sobre señales turísticas presentado durante el mandato de Julián Lanzarote y ver qué se puede aprovechar antes de redactar uno nuevo. Por ahora no hay plazos para elaborarlo.