«Ojalá no tuviéramos que traerlos»

Los 24 jóvenes viven en campos de refugiados de Argelia a la espera de que se solucione el conflicto del Sáhara Occidental tras la ocupación marroquí de 1975. Ahora les esperan un par de meses lejos de la arena y de los 50º grados de temperatura de esta época del año. La subdelegada agradeció su labor a la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Salamanca (Ampusasa) «por facilitar las vacaciones en paz» a los saharauis y pidió a los chavales «que las disfruten y sean felices». También tuvo palabras para las familias que acogen a los niños porque son «fundamentales» para que este proyecto siga adelante. El único 'pero' es que este año tan sólo se han sumado seis familias más al programa de acogida.

Andrés Elices actuó como portavoz de las familias noveles. Destacan sus palabras hacia el pueblo saharaui, «al que tenemos mucho que agradecer. Y con este programa les tenemos que agradecer más aún». Los chicos «nos aportan más a nosotros que nosotros a ellos» y además son un ejemplo para que los niños españoles «vean otras realidades del mundo». Elices también animó a las familias de Salamanca para que se impliquen en el programa y cuiden a niños saharauis en el futuro. «Querríamos que fuesen más y que ese pueblo pueda tener lo que desea».

Una 'madre de verano' veterana, Berta Acebo, coincidía. Comentaba antes de la recepción que «necesitamos más familias, porque podrían venir muchos más niños de los que están viniendo». En su caso particular lleva 12 años colaborando con la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Salamanca y en este periodo de tiempo ha acogido a tres hermanas de una misma familia. La experiencia «es maravillosa. Para repetir. Es una maravilla para ellos y para nosotros». Los chavales «aportan mucha alegría» y se adaptan enseguida a su nueva vida en Salamanca, aunque sea algo temporal. «Estamos muy contentos de tenerlos aquí», concluyó.

Finalmente, la presidenta de Ampusasa, María Ángeles Giménez, también tuvo unas palabras hacia los recién llegados. Confesó que «ojalá no tuviéramos que traerlos» desde los campos de refugiados, lo que significaría que su situación ha mejorado. «Podríamos ir a verlos a su país, al Sáhara Occidental, y no a los campos. Ese día se hará justicia con ellos».