Juan Luis Arsuaga espera «sorpresas» en Atapuerca porque es «un lugar único»

El director científico del Museo de la Evolución Humana, Juan Luis Arsuaga, vinculó ayer los «valores de la Prehistoria» que estudian a través de los restos presentes en el yacimiento arqueológico de Atapuerca, con la naturaleza y «la contemplación, la soledad y el silencio».

Minutos antes de su participación en la XI Semana Verde de la Universidad de Salamanca, donde impartió la conferencia inaugural bajo el título de ‘La lucha por la vida’, Arsuaga confesó que «la especie humana es muy paradójica porque, al mismo tiempo que no dejamos de hablar en todo el día ni un solo momento, tenemos la necesidad de silencio y meditación, y nos atraen este tipo de enseñanzas que reclaman el silencio y la soledad».

Para Arsuaga, estas son «experiencias importantes que están dentro de la oferta» en la que «hay que elegir entre ruido y furia o soledad y silencio». Los primeros son, según Arsuaga, los predominantes hoy donde «no dejamos ni oir a nuestra voz interior, ni siquiera nos escuchamos a nosotros mismos, nos estamos volviendo sordos». Por el contrario, «la contemplación, estar con uno mismo y tener tiempo para hablar son valores de la Prehistoria y se pueden recuperar».

En cuanto a la comunión de naturaleza y hombre, Arsuaga aseguró que «la especie humana es parte del planeta y este no va a desaparecer por culpa de los seres humanos». «Hay un orden de preocupaciones y la principal es sobre nuestros hijos, nuestros nietos, el futuro de la humanidad, pero no hay que elegir entre naturaleza y especie porque los intereses son los mismos», continuó Arsuaga, para quien «la felicidad o el futuro de la especie está vinculado al equilibrio y la armonía».

El director científico del MEH también explicó que «no hay mucha diferencia» entre el hombre de Atapuerca y el de hoy porque «para saber lo que era la Prehistoria, no hace falta ni siquiera estudiar mucho; basta con ir a un bosque y darse una vuelta por ahí, porque la Prehistoria está en nosotros y a nuestro alrededor y es fácil de vivir, solo tenemos que ir a la naturaleza, dejar de gritar un rato y apagar el móvil», recoge Ical.

Por último, y en referencia al yacimiento de Atapuerca, Arsuaga aseguró que «va muy bien, se encuentran muchos fósiles y hay mucho interés social». El director científico del MEH y profesor de la Universidad Complutense de Madrid reconoció así que Atapuerca es «un lugar único donde hay muchos yacimientos que abarcan periodos muy largos de la vida humana en Europa».

No obstante, confesó que espera que aún pueda encontrar «alguna sorpresa» y lo ejemplificó con el anuncio realizado la pasada semana, en coordinación con otros yacimientos españoles, de la diferencia entre los primeros agricultores y ganaderos de la Península Ibérica, que datan de hace más de 7.000 años, con los del resto de Europa. «Es un buen ejemplo porque tenemos lo más antiguo, que interesa, y lo más moderno, que es lo más antiguo para las poblaciones actuales», concluyó Arsuaga.