Una discusión con su novia precedió a la desaparición del joven boliviano
El padre de Gabriel asegura que no tenían conocimiento de la relación sentimental y afirma que «ya no nos quedan lágrimas»
La incesante búsqueda del joven boliviano Gabriel Omar Mancilla Pérez, de 23 años de edad, prosiguió ayer sin vislumbrarse hasta el momento ningún indicio que aclare su actual paradero. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía, Policía Local, Protección Civil y Bomberos, tanto del Ayuntamiento como de la Diputación, participan en las operaciones de búsqueda, que se están centrando fundamentalmente en el entorno del río Tormes, especialmente a la altura del barrio de Tejares. No en vano, la última localización que se tiene del joven es a través de su móvil y corresponde con el entorno del río.
El joven desapareció el pasado día 12. Esa tarde salió de su domicilio de la calle Los Ovalle, en el barrio de Garrido, para encaminarse hacia el instituto Lucía de Medrano, donde está cursando los estudios del Bachillerato nocturno, según recordó ayer su padre Victoriano Mancilla. Éste es el último rastro que se tiene de él y hasta ahora no se ha detectado ninguna pista sobre lo que ha podido suceder. «No ha aparecido ninguna prenda , nada de nada y seguimos buscándolo», señaló el progenitor del muchacho. «Salió sobre las cinco de la tarde de la casa que tiene mi hermano en la calle Los Ovalle, donde están viviendo mis tres hijos», explicó Victoriano, quien confesó que toda su familia se encuentra destrozada por esta desaparición. «Ya no nos quedan lágrimas, no podemos dormir y no le deseo a nadie que pase lo que estamos pasando nosotros».
Es el segundo de tres hermanos, reside en la calle Los Ovalle y estudia Bachillerato nocturno
La Policía mantiene abiertas todas las hipótesis sobre la causa de esta extraña desaparición. Aunque desde el primer momento las pesquisas se han centrado en las aguas del río Tormes, no se descartan otras posibilidades, como es que el joven se haya marchado de casa por razones que se desconocen, por lo que se presta también atención a caminos y carreteras. Además, el caso ha sido puesto en conocimiento del Centro Nacional de Desaparecidos, un organismo inaugurado el pasado mes de febrero por el Ministerio del Interior, que tiene entre sus funciones confeccionar estudios sobre los más de 4.000 casos que hay en España de personas desaparecidas.
Mensajes «muy fuertes»
Antes de que se produjera su desaparición, Gabriel Omar mantuvo una discusión son su novia, según confirmó su padre. «Sabíamos que eran amigos, nosotros somos de Cochabamba y ella es de La Paz, pero no sabíamos que estaban teniendo una relación». El padre enmarca estas desavenencias dentro de las habituales que «suelen tener muchas parejas». Con todo, la Policía ha indagado en los mensajes que dejó escritos Gabriel Omar en los días previos. «Son unos mensajes muy fuertes, según nos ha dicho la Policía», desveló Victoriano Mancilla.
La familia ha distribuido en diferentes marquesinas de autobús de la ciudad carteles con la fotografía de Gabriel Omar y datos de contacto para aquellas personas que pudieran apuntar algún tipo de pista sobre su paradero. El joven mide 1,72 de estatura, pesa 76 kilos, tiene pelo moreno y ojos negros. En el momento de su desaparición vestía pantalón vaquero gris, cazadora negra con capucha, zapatillas negras de tela y mochila gris.
Los padres se entrevistaron ayer con el subdelelegado del Gobierno, Antonio Andrés Laso, quien les explicó el dispositivo desplegado y los esfuerzos que se están acometiendo.