Las casas de Fuenteguinaldo se integran en un particular belén

Se declaran 100% belenistas e invitan a buscar el sentido de la Navidad, «cada uno el suyo», comenta Marigel, una vecina de Fuenteguinaldo que junto con su marido Enrique, han creado un Belén en el que los edificios del pueblo toman protagonismo y ponen la nota curiosa.

«Este es el quinto año que lo montamos y surgió porque Enrique es una entusiasta de los belenes y de la Navidad y decidió hacerlo con maquetas de las casas del pueblo y ahí empezó todo», aclara Marigel.

El portal de su casa se convierte cada Navidad en punto de referencia para los vecinos de Fuenteguinaldo que se detienen a contemplar este imponente trabajo y sobre todo, a averiguar qué es lo que ha variado con respecto al año anterior.

«Lo básico es el entorno del pueblo, cosas que consideramos emblemáticas pero a partir de ahí, también quitamos o añadimos cosas cada año». sostiene la mujer.

A partir de las fotografías que van tomando de los edificios, es Enrique el que se encarga de ir haciendo esas maquetas, «lo hace por distracción», añade Marigel, «la única cuestión es que nos tenemos que adaptar al espacio con el que contamos y la idea es poder disfrutarlo en casa».

El hall de su vivienda se convierte en ese lugar expositivo improvisado al que todo el mundo puede acceder y bien se nota que en estos días vacaciones es más la gente que se traslada hasta el pueblo. «Cada año viene más gente, todo el mundo puede visitarlo y la puerta está siempre abierta, incluso, si no estamos en esos momentos, la gente entra, lo ve y se va, sin ningún problema». En caso de no encontrarse el matrimonio en Fuenteguinaldo, se puede hasta recurrir a un familiar del matrimonio.

Marigel sostiene que los vecinos «buscan las curiosidades» y sobre todo, «quieren identificar lo que conocen porque al fin y al cabo ese es el encanto, que se trata de cosas muy conocidas para la gente de aquí y se identifican con ello».

Entre esos edificios aparecen las escuelas, el Ayuntamiento, la casa en la que se alojó Wellington a su paso por la zona o la iglesia y todo ello sin perder la perspectiva de lo que significa el Belén: «¿Por qué hay Navidad?» reflexiona esta mujer.

Enrique y Marigel siempre han tenido Belén en su casa y aunque ahora es de dimensiones más considerables y se esfuerzan cada año por colocarlo o renovarlo de alguna manera, Enrique es coleccionista de belenes y cuenta con más de 400 dispuestos en la galería de su vivienda. Se trata de dioramas, maquetas en las que se recrea ese nacimiento de Jesús, pero ambientados en muy diferentes lugares como el campo salmantino o un belén charro. «Todos están en casa y todos están expuestos mediante un sistema de vitrinas; es lo que tiene el coleccionismo», sonríe Marigel.

La idea de este matrimonio es «seguir montándolo mientras podamos e intentando renovar dentro de las posibilidades del espacio».