Cáritas Salamanca registró un 35% de nuevos solicitantes de sus ayudas por la crisis

«La pandemia ha evidenciado todas las desigualdades presentes en nuestra sociedad pero también ha evidenciado un aumento de generosidad y solidaridad y la urgente necesidad que sentimos de que todos realicemos un cambio de mirada en pro de la fraternidad». Este contundente mensaje fue esgrimido ayer por la directora de Cáritas Diocesana de Salamanca, Carmen Calzada, a la hora de hacer balance de la incidencia de la pandemia del coronavirus en Salamanca y para agradecer también el compromiso de ciudadanos individuales y entidades para ayudar, a través de esta ONG, a las personas más vulnerables de la sociedad y más castigadas por la crisis. Calzada efectuó estas valoraciones en el transcurso de una rueda de prensa, en la que estuvo acompañada por el secretario provincial de Cáritas, José María Rodríguez.

Los datos aportados por Carmen Calzada y José María Rodríguez ponen de manifiesto que Cáritas Diocesana recibió durante 2020 un 35% de nuevas peticiones de ayuda a causa de la irrupción de la pandemia. Según las cifras de la institución, un total de 2.368 familias salmantinas requirieron apoyo a través de 5.536 ayudas para las que hizo falta un presupuesto de 1.306.256 euros. En realidad, el 20%eran personas que jamás habían pedido la ayuda de Cáritas y el resto, hasta sumar el 35% citado anteriormente, son personas que contaron años atrás con ayudas de esta ONGcatólica, que dejaron de solicitarlas al haber normalizado su situación económica y vital, pero que en 2020 volvieron a pedirlas por culpa de los efectos de la crisis sanitaria.Las ayudas concedidas abarcan la cobertura de artículos de primera necesidad, como alimentación, alquiler o suministros básicos.

Además, en otros ámbitos, Cáritas atendió a unas 230 personas mayores a través de sus programas, ya fuera de forma telemática o presencial, así como a las 280 personas ingresadas en el Centro Padre Damián, que permaneció «completamente lleno» durante el confinamiento. Eso sí, después de ese periodo debieron rebajar los ratios para poder facilitar los aislamientos en caso de contagio.

«Nos hemos reinventado», resaltó José María Rodríguez para explicar las acciones desplegadas por Cáritas durante la pandemia a lo largo de 2020. Rodríguez también agradeció al Ayuntamiento de Salamanca la apertura del albergue Lazarillo de Tormes para acoger a otras 24 personas durante el periodo más duro del estado de alarma. Además, atendieron a otras 40 personas a través del servicio de atención domiciliaria que fueron realojadas en diferentes emplazamientos.

El secretorio general de Cáritas evidenció los problemas a los que se han visto enfrentados «por culpa de la brecha digital», especialmente en el campo educativo, con dificultades para la conexión de 240 jóvenes y del 60 por ciento de las familias con las que trabajan. También a la hora de acompañar a unas 1.500 personas durante los trámites digitales para la solicitud del Ingreso Mínimo Vital.

Carmen Calzada lanzó un mensaje de agradecimiento a todas las personas que colaboraron durante los meses de la pandemia «Han hecho posibles tres cosas fundamentales para Cáritas: mantener el apoyo humano y material a las familias con las que estamos trabajando, atender y acompañar a las personas que, a causa de la precariedad sobrevenida por la pandemia, han necesitado nuestra ayuda y, por último, poder seguir atendiendo al resto de realidades con las que trabajamos».