Cae un activo grupo criminal dedicado al robo en explotaciones agropecuarias de Cáceres y el sur de Salamanca

Según informó este jueves la Guardia Civil, gracias a diversas denuncias presentadas por diferentes delitos contra el patrimonio, en esencia hurtos y robos, cometidos desde mediados de 2019 en dichas zonas, agentes de la Comandancia de Cáceres abrieron varias líneas de investigación e intensificaron la actividad operativa de los Equipos ROCA de Cáceres y Plasencia, y del Equipo Territorial de Policía Judicial de esta última localidad.

El conjunto de la información obtenida en esa primera fase de la investigación condujo a la Unidad Orgánica de la Policía Judicial (UOPJ) de la Comandancia de Cáceres a establecer una serie de patrones conductuales y un 'modus operandi' que, finalmente, desembocó en la apertura de la denominada 'Operación Pentateuco' por parte del Equipo Territorial de Policía Judicial de Plasencia. El análisis de esos datos permitió detectar la existencia de un grupo criminal, integrado por un importante número de personas, afincado en el norte de la provincia cacereña, que delinquía regularmente en ambas provincias, hipótesis afianzada tras el intercambio de información realizado con la Comandancia salmantina.

Operación 'Pentateuco'

Así, a principios del mes de noviembre del año 2020 comenzó una operación que experimentó un avance significativo por la comisión de varios robos en explotaciones ganaderas del término municipal de Santiago del Campo (Cáceres). Tras un análisis pormenorizado de los datos recabados en estos hechos, se identificó a un integrante de la organización, a quien pudo situarse también otro robo cometido en menos de una semana, a más de 100 kilómetros distancia.

Poco después, tres nuevos delitos cometido en la localidad de Oliva de Plasencia (Cáceres), permitieron observar un similar 'modus operandi'. Además, en uno de ellos sus autores se vieron sorprendidos al atascarse en el barro el vehículo que utilizaban, que además había sido sustraído días antes en los robos cometidos en Santiago del Campo, y se vieron obligados a abandonarlo junto a un remolque que trataban de sustraer en esos momentos. Sin embargo, la rápida actuación de las patrullas de Seguridad Ciudadana permitió identificar a los ocupantes de un turismo que se encontraba en las proximidades y en cuyo registro pudo ser incautada una herramienta compatible con los robos.

Durante el mes de enero de 2021, en una misma noche, perpetraron otros cinco delitos de robo en varias explotaciones agrícolas y ganaderas de la localidad cacereña de Alagón del Río. Tras investigar estos hechos, los agentes consiguieron averiguar que un integrante de la organización había alquilado un furgón de gran tamaño, y su recorrido coincidía plenamente con los hechos y tramos horarios de la comisión de los delitos.

En otro momento, ese mismo furgón de alquiler fue detectado en Plasencia por componentes de una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico y se dio a la fuga. Sin embargo, consiguieron finalmente interceptar al vehículo, identificaron a sus ocupantes y denunciaron sus infracciones. Posteriormente, se señalaría a uno de ellos como componente del grupo investigado.

Actuación en Salamanca

Prosiguiendo con sus actividades ilícitas, fechas después perpetraron una nueva serie de robos, en esta ocasión en la provincia de Salamanca, poniendo de manifiesto la gran movilidad e infraestructura de las que el grupo estaba dotado. Especialmente relevante fue el robo cometido en la localidad de Valdelacasa el pasado día 2 de agosto de 2021, en el que sustrajeron un vehículo todoterreno cargado con trofeos de caza, esculturas de elevado valor y pieles de animales, todo ello valorado en más de 25.000 euros.

El cúmulo de indicios y pruebas obtenidas por los investigadores condujo, el pasado día 13 de septiembre, a la práctica simultánea de dos diligencias de entrada y registro domiciliarios, autorizadas por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número uno de Plasencia, tras las que pudieron ser intervenidos más de 300 efectos de procedencia ilícita, entre los que destacaba una escopeta del calibre 12 con el número de serie borrado y un arma corta , una pistola del calibre 22 inutilizada.

En uno de los domicilios, las condiciones de vida eran «deplorables», debido al estado de las habitaciones en las que vivían sus moradores. El inmueble se abastecía, de forma ilícita, con la energía eléctrica del cableado exterior de la vía pública, añadiendo así un supuesto delito de defraudación de fluido eléctrico. Por el contrario, el otro domicilio era una vivienda ubicada en una finca de importantes dimensiones, dotada de medidas electrónicas de vigilancia, lo que ponía de manifiesto la profesionalidad de los investigados y la profusión de las medidas de seguridad que adoptaban.

Efectos intervenidos

Entre los efectos intervenidos hay gran cantidad de material agrícola y profesional, incluidas motosierras, máquinas cortacésped, desbrozadoras, grupos electrógenos y variada herramienta manual, así como menaje del hogar, electrodomésticos, comida, monturas de caballo, bicicletas o incluso ovejas y animales protegidos, como erizos. Según apuntó la Guardia Civil, en su mayoría se encontraban tal cual fueron sustraídos, y permanecían ocultos en distintos lugares de las dos parcelas registradas, a la espera de darles el destino deseado, supuestamente su venta.

A los 15 detenidos se les imputan delitos continuados de robo con fuerza y hurto, robo y hurto de uso de vehículos, pertenencia a grupo criminal, contra la salud pública por tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas, defraudación de fluido eléctrico y contra la flora y fauna. Con estos arrestos, la Guardia Civil considera desarticulada una banda criminal «especialmente activa», a la que se atribuyen 60 delitos contra el patrimonio, aunque se prevé que sean muchos más dado que continúa con la citación de posibles víctimas.