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Arándanos en la localidad de Madroñal, en la Sierra de Francia.

El cultivo de arándanos coge fuerza en Madroñal en un mal año de cerezas

La floración más tardía de estos frutos, que se plantaron hace apenas 3 años en la Sierra, ha hecho que se librara de la lluvia

ELENA GÓMEZ / WORD

Martes, 12 de julio 2016, 11:46

Las intensas lluvias de la pasada primavera han echado a perder gran parte de la producción de cerezas de este año en la Sierra de Francia ya que, al coincidir las precipitaciones con la época de floración de los árboles, hizo que no polinizaran bien y que la producción haya sido muy escasa esta temporada.

Así lo explicaba ayer, en declaraciones a este periódico, el presidente de la Cooperativa de Frutas de Madroñal (Cofruma), Ángel Rodríguez, quien señala que, aunque aún quedan tres o cuatro días para cerrar la campaña de este año de cereza por lo que todavía no se tienen datos definitivos la producción estará por debajo de la de años anteriores.

«El año pasado recogimos 160.000 kilos y el anterior, que fue aún mejor, 312.000 kilos, pero este año no llegaremos a estas cifras», señalaba Rodríguez, quien indicó que, además, la campaña de recogida de este año se ha retrasado casi 20 días. «Normalmente empezamos entre el 10 y el 15 de mayo, pero este año aquí empezamos a recoger el día 6 de junio», aseguraba.

Y es que aunque, en un principio, «parecía que venía antes», finalmente la floración se retrasó y coincidió con los fuertes temporales que azotaron gran parte de la provincia de Salamanca en primavera, destrozando una buena parte de la producción de este año, por lo que los 72 socios que tiene actualmente la cooperativa de Madroñal tendrán este año menos kilos de cereza con los que comerciar.

Arándanos, una alternativa

Precisamente en años como esto, son aquellos que apuestan por la diversificación de cultivos los que suelen obtener mejores resultados.

Algo así es lo que está pasando en Madroñal ya que, si bien es un mal año para las cerezas, todo parece apuntar que será una excelente temporada para los arándanos.

Esta pequeña fruta azul, con la que apenas trabajan menos de una decena de agricultores en la Sierra de Francia la mayoría de ellos en Madroñal hace tan solo tres o cuatro años que se plantó por primera vez en esta zona, y hasta el pasado año los arbustos plantados no empezaron a dar frutos a aquellos que apostaron por ellos. Una apuesta que, casualmente, nació tras una charla sobre este producto a la que acudieron algunos productores de la zona, que se animaron a dar un paso adelante e intentar sacar adelante el cultivo de este fruto, pese a que muchos desconfiaron de que pudiera tener salida.

El resultado de dicha apuesta es que, en este segundo año, parece que la producción va a ser aún mejor que en la de la temporada pasada, aunque para la valoración final habrá que esperar unos días puesto que, aunque algunos ya empezaron a recoger estos pequeños frutos azules el pasado fin de semana, la recolecta oficial empezará a lo largo de esta semana o de la próxima.

El secreto del éxito de este cultivo, frente a los daños que han sufrido las cerezas, está en que se trata de frutas que «son autofértiles, por lo que casi todas las hojas que echan les suelen quedar», explica Ángel Rodríguez.

Además, cabe destacar que los arándanos florecen un poco más tarde que los cerezos «justo cuando terminó de llover», por lo que los daños que han podido sufrir por las precipitaciones han quedado reducidos al mínimo.

Por otra parte, al ser un cultivo minoritario, su salida en el mercado es muy rentable para los agricultores, aunque hay que tener en cuenta que «da mucho trabajo» y que aún es un producto poco introducido en el mercado, «aunque el que los conoce los valora mucho por sus propiedades y porque tiene muchos beneficios para la salud».

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