La Nochevieja Universitaria tendrá más control y limitación de aforo

La Nochevieja Universitaria, que este año llega a su undécima edición, se celebrará el próximo día 10 de diciembre con más controles de acceso a la Plaza Mayor de Salamanca, donde sonarán las doce campanadas, y de vigilancia, para evitar el botellón, por «atentar contra la buena imagen de la ciudad».

En los últimos días, tras los atentados de París, han sido constantes los mensajes que por redes sociales han alertado sobre las aglomeraciones que trae consigo la Nochevieja Universitaria.

El responsable de la empresa organizadora, Carlos Mateos, remarcó en la presentación del evento, que «no hay amenazas y no hay intranquilidad» y mostró su total disposición a colaborar con las autoridades en todo momento. De ahí que este año se solicite a los asistentes que acudan con tiempo a la Plaza Mayor para evitar largas colas y nervios, ya que los controles de acceso se van a tomar su tiempo hasta comprobar que todo aquel que accede al ágora lo hace sólo con intenciones festivas. También se pidió que no se acuda con mochilas porque la Policía va a registrarlas una a una y a requisarlas en su caso y que tampoco se lleven bebidas alcohólicas porque no se podrá acceder con ellas al histórico recinto.

«Si hay un descenso en la asistencia se deberá al miedo, pero ahora mismo no hemos detectado en la venta de consumiciones anticipadas nada raro, no tenemos sensación de que vaya a venir menos gente», subrayó Mateos, que confirmó que no aspira a superar los datos de asistencia del año pasado, 45.000 personas, «porque el aforo de la ciudad es el que es y aa eso nos debemos ceñir».

En este sentido, el alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, aseguró ayer a este respecto que para esta edición de la Nochevieja Universitaria se limitará «un poco más» el aforo de la plaza Mayor para «evitar situaciones no deseadas». Además, desde el Consistorio y con el apoyo de la Policía Nacional «se impedirá el uso de petardos para evitar bromistas y situaciones inconvenientes». Esta limitación se une a la que cada año se realiza con las bebidas alcohólicas, prohibidas en el ágora charro durante la Nochevieja Universitaria.

Dicho control, así como el del aforo, se hará a través de un cinturón «como el de otros años» con agentes de la Policía Local y Nacional «para que todo transcurra con normalidad y sea un día de disfrute y celebración para pasar una noche divertida en Salamanca», añadió Fernández Mañueco.

Repercusión económica

Por otro lado, destacó ayer la presencia en la rueda de prensa de los máximos responsables del comercio y la hostelería de la ciudad: Alain Saldaña y Cristina Ruiz, de la asociación de Hostelería y Benjamín Crespo y Emilio Checa, de Aesco, quienes reiteraron su apoyo inquebrantable a esta cita. Y es que la repercusión económica en la ciudad es muy importante. Así, Carlos Mateos apuntó que el año pasado «las casi 49.000 consumiciones directamente relacionadas con la venta de la fiesta de ocio nocturno generaron unos ingresos para el sector de 150.000 euros en una sola noche».

A esta cantidad, se suman los ingresos que generan este tipo de eventos, que, a una media de diez euros de gasto por cada persona, «reflejan que para la economía salmantina pudo suponer un ingreso de más de 450.000 euros en una sola jornada». Por ello, este año se ha organizado un concurso de selfies en los comercios, para que los jóvenes dejen testimonio de su paso por Salamanca.

En la presente edición se han sumado al evento 53 locales de ocio tres más que en 2014- a los que se permitirá, al igual que al resto de establecimientos, prolongar su horario de apertura hasta las 7 de la mañana. «Se trata de dar cabida a los 45.000 asistentes, a los que no se puede poner en la calle a las 4 de la mañana», añadió Carlos Mateos, quien explicó que la organización cuenta con 200 voluntarios y que ha aportado al Ayuntamiento la misma cantidad que el año pasado, 11.000 euros, para colaborar en las tareas de limpieza una vez que termine la fiesta.

En esta línea, todos los presentes reiteraron su rechazo al botellón, para que el que se han previsto medidas disuasorias. «El botellón va en contra del mecanismo de la fiesta y es una práctica ilegal que entorpece la buena imagen de la ciudad de Salamanca», subrayó el organizador.