Acusan a la gerente del Complejo Asistencial de eludir la confrontación con los sindicatos
La desunión entre las organizaciones sindicales hace de caldo de cultivo para que no se debatan temas determinantes
Cecilia Hernández
Miércoles, 28 de octubre 2015, 12:38
La gerente del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, Cristina Granados, se ha granjeado en poco tiempo la enemistad de buena parte de los sindicatos con representación en el centro sanitario. Su decisión de desconvocar la reunión que estaba prevista con los representantes de la Comisión Permanente de la Junta de Personal del Área de Salud de Salamanca el pasado lunes ha suscitado un buen racimo de críticas. Al parecer, y según la versión de organizaciones sindicales como CC OO, UGT y SATSE, los temas a tratar en ese encuentro eran de tal calado e importancia que Granados prefirió anular la convocatoria y poner una nueva fecha, el próximo 3 de noviembre.
La razón que esgrimió para tal movimiento vino dada por el resto de sindicatos, como CSI-F, cuyos representantes firmaron un documento en el que arremetían contra el actual presidente de la Junta de Personal, Roberto Ballesteros, de Comisiones Obreras. Para encontrar el inicio de esta polémica hay que remontarse a la primavera, cuando, tras las negociaciones y acuerdos sobre la plantilla del Hospital con el consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, la entonces presidenta de la Junta de Personal, Pilar Lozano, abandonó su cargo al perder la mayoría absoluta. Desde el mes de junio, por lo tanto, la dirección de este órgano de representación sindical corresponde a la mesa de edad. Así, Roberto Ballesteros, de la sección de Sanidad de CC OO, ejerce de presidente al ser el de mayor edad y Raúl Enrique García, el más joven, es el secretario.
Pues bien, sindicatos como CSI-F o U.SAE consideran que Roberto Ballesteros ha superado con creces el plazo de dos meses establecido por el propio reglamento de la Junta de Personal para que una mesa de edad presida este órgano. De ahí, aseguran, las quejas manifestadas en las últimas semanas en contra de Ballesteros, a quien acusan, asimismo, de poner todo tipo de trabas y dificultades para el relevo en la presidencia. En un comunicado remitido por Pilar Lozano, anterior presidenta, como decíamos, de la Junta de Personal, y portavoz de U.SAE Salamanca, se anunció que se ha obtenido la firma reglamentaria de más de 11 miembros de la mencionada Junta de Personal y que se ha convocado un pleno extraordinario para mañana jueves con intención de desbancar a Ballesteros de la presidencia y elegir nuevo presidente y secretario.
Y aquí caben a su vez dos opciones, confirmadas por Alberto Molina, representante de CSI-F: que no se consiga la mayoría suficiente (16 votos) para nombrar nueva directiva y tenga que ser de nuevo una mesa de edad la que tome el mando o que sí se consiga esa mayoría y se nombre ya a cargos definitivos.
En el primer caso, el siguiente integrante de mayor edad es el traumatólogo Javier Domínguez, mientras que, si se obtienen esos 16 votos, el candidato más probable es el neurólogo y presidente del sindicato CEMS, Javier Arcaya, acompañado de Silvia Toribio, enfermera de CSI-F.
Frente a estas posiciones más moderadas y, afirman algunas fuentes, más del agrado de la nueva gerencia, están el resto de sindicatos, encabezados por las CC OO, UGT y SATSE, así como la propia Junta de Personal o, mejor dicho, su todavía presidencia. Y es que la reunión que se desconvocada el lunes entre los representantes sindicales, encabezados por Ballesteros, y la gerente Cristina Granados iba a versar sobre varios puntos polémicos, como las listas de espera o las supuestas irregularidades cometidas en las contrataciones.
Temas polémicos
De igual modo, en el orden del día aparecían aspectos como la jornada laboral y la «ausencia total de planificación del trabajo», la no convocatoria de la promoción interna y movilidad del año 2015, el informe del apagón producido en el Clínico el 30 de junio, la implantación «solapada» de las unidades de gestión clínica, en lo que se considera una «privatización» del Hospital, el traslado de los servicios administrativos al edificio industrial y la certificación de este inmueble para esa utilización, explicaciones sobre la compra de una resonancia magnética de segunda mano y, finalmente, el inventario, catalogación y localización del actual patrimonio cultural del Complejo Asistencial de Salamanca al hilo de los ya famosos cuadros que Rafael López quiso llevarse a Valladolid.
Ante esta lista de asuntos y ante la desconvocatoria de la reunión, la Junta de Personal aún bajo la presidencia de CC OO, recordamos- consideró que la actitud de la gerente era una «falta de respeto» hacia los trabajadores del Hospital «que se ven afectados por estos temas». Asimismo, explicaron que esta es la segunda vez que Granados retrasa el encuentro, ya que, en un primer momento, debería haber sido el 19 de octubre. Ahora, la nueva fecha se ha establecido para el 3 de noviembre, después, hay que destacarlo, del pleno extraordinario de la Junta de Personal en el que se planteará el cambio de directiva.
Y, en este sentido, cabe señalar que hay otra fecha en el horizonte próximo que es de vital importancia: el 6 de noviembre Roberto Ballesteros se jubila. De ahí que desde su sindicato, CC OO, no se comprenda la actitud de aquellos que quieren descabalgarle de la presidencia a toda costa esta misma semana. «Cabe preguntarse para qué ahora, cuando al actual presidente le quedan seis días de vida laboral, urge tanto que no esté», señalaron ayer en un comunicado, en el que añadieron que ese comportamiento es «mandato de otros, porque de todos es sabido que Ballesteros no es del agrado de la dirección del Hospital, ni de la gerencia regional ni del consejero Sáez Aguado, y que era prioritario que no estuviera en el reunión con la gerencia».
En la misma línea se expresaron los sindicatos UGT y SATSE, para quienes la actitud de Cristina Granados «sólo corresponde a un interés particular de retrasar o evitar dar información a los representantes de los trabajadores». De igual modo, recordaron que la gerente «ha demostrado en un trayectoria anterior en los hospitales de Toledo y Guadalajara su nula predisposición a negociar con los sindicatos».