«La fusión total entre Ayuntamiento y Partido Popular es vergonzosa»
Con orígenes en el activismo, este licenciado en Ciencias Ambientales y Derecho y técnico agrícola, repasa la actualidad municipal
Cecilia Hernández
Lunes, 19 de octubre 2015, 12:18
Reconoce que su meta política no es precisamente la de hacer amigos y así enfrenta el día a día en el Ayuntamiento de Salamanca, donde tiene una posición, pese a la relevancia que ha adquirido en los últimos tiempos, más tranquila que la de sus compañeros en el Grupo Municipal Ganemos. Y es que además de concejal, también ocupa un sillón en el salón de plenos de la Diputación.
¿Tiene la sensación de ser el enemigo público número uno del equipo de Gobierno?
No, para nada. Lo que ocurre es que en esta ciudad falta gente que diga las cosas claras. Ya lo dijimos en su momento, aquí hay miedo y temas que todo el mundo sabe pero de los que nadie se atreve a hablar porque tienen miedo a las represalias. Muchas personas me han dicho que el grupo SIETE no es una excepción de la Policía Local, sino que en todas las áreas municipales existen funcionarios serviles hacia el poder, que controlan información privilegiada, que callan lo que hacen sus jefes y que no tienen escrúpulos en obedecer órdenes que rozan los límites de la legalidad o la ética. Servilismo puro y duro hacia un poder que lleva 30 años en el Ayuntamiento, y que se agrava en el caso de la Policía Local.
¿Cómo es la vida con cuatro grupos en el Ayuntamiento?
La estrategia del PP es intentar cooptar a Ciudadanos y PSOE para dividir a la oposición. Está claro que los juegos de fuerzas son de tres tipos: PP-Ciudadanos, PP-PSOE y PSOE-Ciudadanos-Ganemos, porque nosotros con el PP es muy difícil que lleguemos a pactar nada. Es que ni lo intentamos por ninguna de las dos partes.
Ciudadanos sí se está posicionando del lado de la oposición en determinados asuntos que no son del agrado del equipo de Gobierno, como por ejemplo con el registro de contratistas.
Sí, pero no se puede auditar cuando quien gobierna es el propio auditado. Es algo que se ve en la comisión especial de investigación sobre el grupo SIETE, que el flujo de documentación lo controla quien es el investigado. Ahora mismo el PP tiene otro matiz porque Ciudadanos presiona pero hay otros temas que estaban en el programa electoral de Cs que se están incumpliendo flagrantemente, como es la eliminación de las libres designaciones y de los asesores. Ellos sacaron del pleno de organización del Ayuntamiento todo lo relativo a ese tema y durante el verano pactaron la modificación del Reglamento Orgánico para ir, poco a poco, colocando a los suyos. Incluso el PP tiene ahora más asesores que antes, teniendo seis concejales menos. Y eso es atribuible directamente a Ciudadanos. Por ejemplo, yo me pregunto cómo se puede llevar en el programa electoral que se incluirá en el Código Penal el delito de financiación ilegal de un partido y, después, pactar directamente y sentarte con Fernando Rodríguez, que ha reconocido haber recibido dinero negro para financiar una campaña electoral, aunque esté prescrito el delito.
El otro día el alcalde retó a que le presentaran la moción de censura
Bueno, eso no deja de ser estrategia electoral. Es lo mismo que hicieron cuando la investidura, incentivaron la idea de que eran ellos o el pacto tripartito con radicales. Una idea que quiere que el voto del centro derecha no vaya a Ciudadanos sino que se quede o vuelva al PP. Son todo pactos entre ellos, y en el último pleno se pudo ver.
Último pleno en el que usted también fue protagonista a cuenta de sus comentarios sobre una actuación de la Policía Nacional, ¿qué reflexión hace sobre todo lo ocurrido?
Fue un error de principiante. Yo publiqué en mi perfil de una red social (Facebook) un comentario sobre una noticia redactada de modo poco veraz, ya que hablaba de una marabunta de personas que habían atacado a la policía, por ejemplo. Además esa noticia tenía cientos de comentarios en los que había delitos de odio y discriminación muy claros y evidentes, que deberían haber sido investigados a través de las direcciones IP por la propia policía. Yo tenía la versión directa de los afectados y decido trasladarla a mi perfil, pero lo hago de modo público, en vez de en modo privado. Ahí estuvo el fallo porque es evidente que, desde que soy concejal estoy más vigilado, y en unos días apareció en prensa lo que, hasta entonces, se había quedado en un pequeño círculo.
¿Entiende el enfado policial?
Yo no he calumniado a nadie, porque no sé qué policías concretos intervinieron en ese operativo. Sé que determinadas actuaciones en el sentido de la que denuncié son comunes en la ciudad, hay sentencias judiciales que así lo atestiguan, y tengo testimonios de personas que las han sufrido. ¿En este operativo en concreto pasó algo así? Hay indicios que lo afirman. ¿Qué policías fueron? No lo sé y si alguien se ha dado por aludido, yo no tengo problema en pedir perdón. E igual que yo puedo reconocer que puedo haberme confundido en determinadas cuestiones, ellos también tienen que asumir que pueden excederse algunas veces.
Usted era un viejo conocido del Consistorio salmantino, desde el punto de vista del activismo, ¿cómo engloba ahí ahora su faceta de concejal?
En esta ciudad la libertad está bastante cercenada por órdenes del Ayuntamiento y la Policía Local, y son aspectos que estoy investigando ahora. Poco a poco compruebo que la bureau-represión está más extendida de lo que me podía imaginar. No sólo se sanciona a activista por derechos sino que hay más sectores afectados por multas excesivas. Cada vez veo más irregularidades y una peor gestión de los recursos públicos. Hay que hacer otro tipo de políticas. Está bien tener normas, pero tienen que ser la justas y necesarias.
¿Cuáles serían sus primeras medidas si llegaran al Gobierno local?
Dar órdenes expresas a la policía y a los funcionarios de cerrar las puertas y evitar el paso a nadie que no fuera del nuevo equipo de Gobierno para evitar la destrucción de documentación. La siguiente sería reunirnos con los trabajadores sociales para valorar cuál es de verdad la situación en la ciudad y comenzar con las auditorías. Y también hacer un plan participativo para el funcionariado, revisar todas las áreas municipales y eliminar la fundación Salamanca Ciudad de Cultura, que es opaca totalmente. Todas sus competencias deben regresar a la concejalía de Educación para poder así rendir cuentas, no como sucede ahora mismo, que cuatro millones de euros al año se van por el agujero negro que es esa fundación. Otra medida inmediata sería la modificación del Reglamento Orgánico, que, de todos modos, creo que se va a conseguir.
¿Por acuerdo de los tres grupos en la oposición?
Sí, el reglamento municipal y el de participación ciudadana, que van unidos. El PP considera que participar es informar a la gente o, en todo caso, pedir consulta de vez en cuando. No existe una norma que obligue a que determinadas decisiones se trasladen a otros foros, todo lo decide el alcalde, no hay más. Ellos tienen su propia agenda y luego a la oposición nos llevan asuntos a las comisiones para entretenernos, sin dar verdadera cuenta de nada. Mañueco considera que el Ayuntamiento es él y punto. Hay una fusión total entre el partido y la institución, es vergonzoso.
¿Cuándo será la próxima reunión de la comisión del grupo SIETE
Son flexibles, para convocar la próxima queremos repasar bien la documentación que hemos solicitado.
¿Se la han entregado ya?
Qué va, aún no hemos recibido nada. Todavía no nos han dado ni el acta de la primera reunión. Su idea era que fuéramos nosotros a estudiar esos papeles a las dependencias policiales, cosa que parece correcta si se trata de datos que afectan a la intimidadde las personas. Pero se ve a las claras la falta de colaboración que mantienen. Y quede claro que este grupo no trata de buscar ilegalidades o irregularidades porque de antemano sabemos que no van a existir, pero sí queremos dar transparencia sobre el funcionamiento de este grupo y sobre la necesidad del mismo en la ciudad.