Homenaje al ‘Pellejero Villoria’

Las villas comuneras salmantinas rindieron homenaje a los héroes que lucharon con valentía por el buen gobierno de estas tierras, aunque perdieron la batalla de Villalar.

El alcalde de Morille, Manuel Ambrosio y el de Mozarbez, Fermín Pérez volvieron a hacer entrega de una corona de laurel en la sepultura de Maldonado, en la capilla de San Salvador, situada en el interior de la Catedral Vieja, por ser 23 de abril, día de la Comunidad Autónoma de Castilla y León.

Pero antes se hizo un paseo en busca del pellejero Villoria: Tenerías y Peña Celestina. El recorrido por diferentes lugares de la Salamanca comunera se produjo ayer, por cuarto año consecutivo. Esta ruta fue guiada en todo momento por el que es tenido como uno de los mejores alcaldes que tuvo la ciudad de Salamanca, Jesús Málaga. Este guía de excepción enriqueció este paseo por la Salamanca comunera, con unas explicaciones que solamente puede dar quien aúna el amor por una ciudad cargada de historia y el conocimiento adquirido al haberse preocupado por estudiarla y documentarse concienzudamente.

Puente Romano

En la plaza de Poniente, al otro lado del río Tormes, es decir, en el Arrabal del Puente Romano se dieron cita numerosas personas llegadas de Morille, Mozarbez, Aldeatejada y otras localidades. Muchas de estas personas vestidas con trajes de época. Además participaron alrededor de una veintena de miembros de la Asociación de Caballistas de Aldeatejada, que iban sobre rocines encarnando a los soldados de Padilla y Maldonado. Incluso llevaban una galesa real, que es una carroza tirada por un robusto ejemplar equino.

Todo este elegante cortejo desfiló ayer por las calles de Salamanca gracias a la iniciativa del Ayuntamiento de Morille y a la colaboración del de Mozarbez. Ambos hicieron posible que desde Salamanca se rindiera ese reconocimiento que merecen los comuneros de esta provincia, que perdieron la vida luchando por los intereses de su tierra.

El recorrido comenzó en la zona del arrabal del puente romano, para atravesar este viaducto y pasar al otro lado del río, en donde Málaga explicó entre otras cuestiones curiosas, la historia del barrio de pescadores. Los caballos tuvieron que dejar la marcha en la subida del Alcázar. En la Peña Celestina se hizo una parada y el paseo histórico continuó hasta la capilla donde reposan los restos de Maldonado, en el interior de la Catedral Vieja, con la entrega floral.

Comunero salmantino

Jesús Málaga comenzó explicando que con este recorrido, cada año evocan a un comunero salmantino. En otras ocasiones se recordó a Pedro y Francisco Maldonado.

Este año «rememoramos a uno de los comuneros más populares», explicó Málaga. Se trata de Juan, el Pellejero Villoria. Este no era noble como los anteriores pero «era el más famoso y temido por el pueblo salmantino», dijo. Se dedicaba a la confección de botas, curtido de piel y elaboración de aquellos envases de piel donde se transportaba vino, vinagre y otros líquidos. Málaga recordó que Villoria trabajaba en la zona de las Tenerías, en la parte baja de Peña Celestina, donde estaba la curtiduría. Además señaló que «era tan querido por los salmantinos que decían que no hay Papa ni Rey como Villoria».