La Jornadas Teresianas acercan la figura de la Doctora de la Iglesia al mundo rural
Una comisión eclesial organiza charlas en los municipios salmantinos sobre la vida, la obra y la oración de la Santa
Cecilia Hernández
Miércoles, 25 de marzo 2015, 12:29
Las celebraciones por el quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús se encaminan hacia sus días más importantes, en los que la atención del mundo católico se focalizará en Ávila y Alba de Tormes, la cuna y el sepulcro. Pero fueron muchos otros los lugares en los que la Santa dejó huella, bien porque por ellos transitó en sus continuos viajes o porque están relacionados con su figura de un modo u otro. Asimismo, en una provincia en esencia rural como Salamanca, los pequeños municipios corrían el riesgo de quedarse fuera de juego de los fastos teresianos, que tanta importancia conllevan.
Por ello, el Obispado de Salamanca junto a los Padres Carmelitas de Alba de Tormes tomaron la decisión de organizar las Jornadas Teresianas en el mundo rural, a través de una comisión. Porque «no era justo», explica el vicario general de la Diócesis, Florentino Gutiérrez, que los pueblos se quedaran sin participar en el ambiente festivo en torno a la que fue conocida como Teresa de Cepeda y Ahumada, auténtico emblema de la religiosidad de la provincia y la Comunidad.
Así, se han organizado una serie de charlas que se ofrecen a las parroquias de la Diócesis. «En principio pensamos llevarlas sólo a las localidades más grandes, como Peñaranda o Vitigudino, pero, poco a poco, los párrocos de los pueblos más pequeños nos las han ido solicitando también para sus feligreses», comenta el vicario. De este modo, la semana pasada las charlas se desarrollaron en los municipios de Santiago de la Puebla y Calzada de Valdunciel. Se centran en tres aspectos: la vida de Santa Teresa, su doctrina y la oración y reflexión en torno a su figura y enseñanzas.
«La personalidad de Santa Teresa es enormemente atractiva, porque conjuga en sí misma todo lo humano y todo lo divino», señala Florentino Gutiérrez, que destaca también el importante componente didáctico de estos encuentros sobre la Santa de Ávila. «Hay que tener en cuenta el tiempo histórico en el que vivió, con el auge del luteranismo, la contrarreforma de la Iglesia y el concilio de Trento, aspectos que Teresa vivió con mucha intensidad». Sin olvidar tampoco los efectos del descubrimiento de América, acaecido apenas 23 años antes de su nacimiento y que la abulense vivió de cerca, ya que todos sus hermanos acabaron cruzando el Atlántico para emprender una nueva vida en las tierras descubiertas. En ese ambiente de renovación y cambio fue en el que nació y creció Teresa de Cepeda, y en el que comenzó su empresa más conocida: la reforma del Carmelo.
La Santa de la Asamblea
Una renovación que, a ojos del vicario general, encaja a la perfección con el momento que se vive ahora mismo en la Diócesis de Salamanca. «Santa Teresa nos viene como anillo al dedo para nuestra Asamblea Diocesana, cuyo primer objetivo es la reforma, la conversión personal, la evangelización del espíritu, como dijo el Papa Francisco». Las charlas cumplen así una doble función: recordar la figura de Santa Teresa de Jesús en el ámbito rural, aquel en el que ella misma pasó buena parte de su tiempo, y preparar a los fieles salmantinos de cara a esa asamblea en la que se encuentra inmersa la Diócesis. Cabe destacar en este punto que, hace pocos días, se celebró la primera reunión de los responsables de grupos. Casi 150 personas que coordinarán y canalizarán las propuestas de renovación con las que se trabajará en el obispado.
«Es un año muy rico, de mucho trabajo, pero muy gratificante», apunta Gutiérrez en este sentido. Regresando a las jornadas teresiana, tras municipios como Peñaranda, Macotera o Mancera de Abajo, en las próximas semanas llegará el turno de Valdecarros, Alaraz o La Alberca. Además, estas charlas se completarán, hasta el 15 de octubre, cuando finalizarán las actividades del V Centenario, con otras actividades como los ejercicios espirituales para laicos.
Por su parte, otro integrante de la comisión organizadora de estas charlas, el prior carmelita de Alba de Tormes, el padre Tejedor, destaca «lo mucho que se quiere a la Santa», tanto en Alba como en otras localidades de Salamanca, y lo implicados que están los feligreses con la figura de la Doctora de la Iglesia. Dado su cargo, el padre Francisco Martín Tejedor vive con expectación los actos que se desarrollarán a finales de esta semana en Alba de Tormes, entre los que destaca el Vía Crucis teresiano, porque será «el mismo que realizó el Papa Pablo VI en el Coliseo de Roma».
Estudio del arte
Pero, además, las Jornadas Teresianas en el mundo rural pueden incluir otro tipo de actividades. Es el caso de las celebradas recientemente en Calzada de Valdunciel, en las que el párroco pidió a Tomás Gil, arcipreste de Peñaranda y coordinador del grupo Fe y Arte, que proyectara a sus feligreses uno de los audiovisuales creados en torno a la Santa. Se trata de un vídeo que repasa el arte relacionado directamente con Santa Teresa, obras que aún se conservan en los monasterios que fundó la abulense. Gracias a la colaboración de las hermanas carmelitas de varios conventos de Castilla y León, los fieles salmantinos pueden conocer a Teresa «amiga de imágenes», que veía el arte como un medio de «acercarse a la humanidad de Cristo», apunta Gil.
«Siempre que realizaba una fundación, llevaba consigo alguna obra de arte que dejar allí o la compraba en cuanto podía», explica también el sacerdote.
De hecho, en el monasterio carmelita de Salamanca se conservan dos de esas obras, un Ecce Homo y una Piedad, a las que la Santa se refiere en su Libro de la Vida y que compró en un establecimiento de la época situado cerca del Puente Romano. Del mismo modo, en el vídeo salen objetos de los monasterios de Medina del Campo o de Ávila y se reflejan también los objetos artísticos que la Doctora de la Iglesia ordenó crear para reflejar su visión de la religiosidad. Es el caso del Cristo de los Lindos Ojos, que se conserva en una ermita dentro de la clausura del monasterio de San José, en Ávila.
En resumen, una intensa y constante actividad para mantener presente las enseñanzas y el ejemplo de Santa Teresa, también en los pequeños municipios cuyos habitantes no tienen acceso a las grandes celebraciones.