En Valladolid no somos racistas
Desde la grada ·
Carlos Pérez
Jueves, 5 de enero 2023, 17:52
Aún no repuesto del disgusto de la eliminación de este miércoles no quiero cambiar la idea que tenía para esta columna desde el día que ... acabó el partido contra el Real Madrid. En Vitoria sufrimos un revés muy grande por la forma en la que se produjo y sin querer exculpar a Feddal, que merece un castigo serio por parte del club y del comité de competición, creo que un buen árbitro está para mirar a otro lado y no cargarse un partido de esa forma cuando además el gesto no se lo dirige a él en la cara sino que lo hace marchándose de allí y de espaldas a él.
El día 30 acabamos el año en Zorrilla con un auténtico partidazo. Con un equipo valiente que no le dio nunca a espalda al partido. Un equipo que creyó que podía ganar y en el que no se conformó con el empate. A pesar de que anoche había tuits hablando de que el Real Valladolid nunca ilusiona, a mí me parece que este equipo tiene mucho recorrido. Mucho más que el que muchos aficionados pensaban después del cero a tres de la primera jornada por supuesto, pero mucho más de lo que ellos mismos se creen.
Todo esto se vio empañado por la actitud lamentable de una pequeñísima parte de la afición. No sé si son racistas. Yo creo que en la mayor parte, ese pequeño reducto de idiotas no es racista sino gente que con el afán de molestar tira de lo más hiriente. Sólo hay que ver el respeto con el que zorrilla guardó el minuto de silencio a Pelé.
Hablar de racismo por lo ocurrido el pasado 30 me parece una soberana estupidez. No hay que dejar sin castigo a quien llama puto negro o moro de mierda a nadie. No hay que pasar por alto eso aunque sólo se diga con ánimo de molestar. Pero no es racismo, sólo idiotez. Y la idiotez también hay que perseguirla. Hace muchos años yo mismo seguía aquellos cánticos de 'Míchel maricón' y estoy muy lejos de ser una persona homófoba. En aquellos tiempos sólo era idiota.
Aunque es un tema que no nos compete tampoco quiero que se vaya de rositas un jugador que es un provocador y tan mal deportista como buen futbolista. Un tipo que es capaz de usar sus redes sociales donde sólo en Twitter tiene más de cinco millones de seguidores para dejar a nuestra ciudad como un reducto de racistas que va al fútbol con antorchas y capirotes. Eso no lo deben consentir ni la propiedad del club ni las fuerzas vivas de la ciudad. En el primer caso están sólo preocupados por no ensuciar su relación con el Real Madrid y parece ser que en el segundo caso molesta más un mal arbitraje que el que nos pongan de racistas en el mundo entero.
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