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Guillermo Almada, durante el entrenamiento del Real Valladolid del pasado martes en los Campos Anexos. Carlos Espeso
Real Valladolid

Las «trampas» del fútbol no van con Guillermo Almada

El entrenador del Real Valladolid aboga por partidos con ritmo donde los jugadores no pierdan tiempo ni traten de «engañar al árbitro» con simulaciones

Arturo Posada

Valladolid

Viernes, 10 de octubre 2025, 16:13

El fútbol del Real Valladolid será más o menos brillante, más o menos efectivo, con un dibujo u otro, pero Guillermo Almada traza unas líneas ... rojas que los futbolistas deben respetar. A diferencia de otros entrenadores a los que se califica como 'cancheros' (pero que podrían recibir otros epítetos menos benévolos), el técnico blanquivioleta apuesta por un fútbol fluido donde los jugadores no se dediquen a perder tiempo con simulaciones o artimañas para frenar el ritmo. «Yo trato de pregonar mi verdad, y es lo que me gusta transmitir a los jugadores, para tener más continuidad en el juego. La gente viene y paga por un espectáculo. El que gane, en definitiva, que lo haga porque esté mejor preparado. No vamos a proponer nunca trampas como tirarse, engañar al árbitro, mandar la pelota fuera para perder tiempo. No es algo con lo que yo me sienta identificado y, como extranjero, no puedo venir a un fútbol que no es el mío a aportar eso. Creemos en otro fútbol, en ser protagonista, tratar de transmitir de adentro hacia afuera, a veces jugando, a veces sudando la camiseta. Y debemos proponer juego, 100, 105 minutos, lo que dure el partido, porque nos preparamos para eso. Nosotros, los entrenadores, debemos encontrar las armas durante la semana para prepararlo lo mejor posible y que los jugadores tengan un mejor rendimiento», subrayó Almada durante su comparecencia de este viernes.

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El técnico uruguayo identifica puntos de mejora en un Real Valladolid gripado que sólo ha sacado un punto de los últimos nueve posibles (con dos partidos como local) y que este domingo visita en El Plantío a un Burgos CF que no conoce la derrota en su feudo. «Debemos tratar de ganar. No cambiamos nuestro estilo de juego, por más que juguemos de visitante o local. Si tenemos actuaciones como la del pasado domingo [frente al Mirandés], sobre todo en el segundo tiempo y los 15 o 20 minutos iniciales de la primera mitad, se abren muchas posibilidades para ganar. Iremos a Burgos con la ilusión de traernos los tres puntos. Es lo único que nos debe dar confort para dar una alegría a nuestra afición y recuperar los puntos que nos hemos dejado como local».

En el 1-1 contra el Mirandés, Almada retocó el dibujo en la segunda parte, con Ibrahim Alani como único pivote y un doble enganche de futbolistas creativos como Julien Ponceau e Iván San José 'Chuki' que espoleó ofensivamente a un Pucela que se volcó ante el marco rival. El entrenador uruguayo admite que va «definiendo distintas variantes» que no aparecen fruto de la improvisación sino que se trabajan tácticamente durante la semana para «amortiguar o amortizar a ciertos jugadores en cierta posición en un dibujo distinto». «Eso, por más que siempre digo lo mismo: nosotros le damos libertad al jugador para que se suelte, cambie de ubicación, rote… Pero sí, es una posibilidad que estamos barajando. Nos gustó mucho lo que hicimos en el segundo tiempo, con un cambio de estructura, línea de tres. Agregamos más gente en la ofensiva y más volantes de conducción».

El partido del domingo ante el Burgos CF supondrá el tercer derbi autonómico consecutivo para el Real Valladolid, aunque, a diferencia de los encuentros ante Cultural Leonesa y CD Mirandés, el equipo blanquivioleta ejercerá como visitante. Almada quiere pulsar también las teclas de la rivalidad en busca de «una motivación extra, por mucho que las motivaciones por el simple hecho de jugar al fútbol tienen que estar presentes permanentemente». «Tenemos presente la rivalidad, lo que significa el partido, las dificultades que ha encontrado el Real Valladolid las veces que ha ido ahí… Son aspectos que tenemos en cuenta y que hemos tratado de conversar con los futbolistas».

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Después de ocho jornadas, el Pucela sigue buscando la forma de que las piezas encajen lo mejor posible tras la profunda renovación del vestuario ejecutada en verano. «Es un plantel joven y no ganar nos hace estar alerta. Nosotros recalcamos a los jugadores todas las cosas positivas que están haciendo. Llevar el peso, el control y el dominio de un partido no es tarea sencilla. Nos falta lo más importante, que es la efectividad, traducir en el marcador todo lo que generamos. Eso está presente en el trabajo diario. Sabemos que el Burgos va a ser un rival complicadísimo, pero vamos a intentar jugar mejor que ellos y mejorar las situaciones que nos han costado».

Almada quiere seguir «en las senda de las cosas positivas» que muestra el equipo, pero recuerda que «los partidos se ganan con goles, no con mérito». Eso sí, se han corregido algunos aspectos desde la derrota en el Carlos Belmonte frente al Albacete (2-0), en un partido muy descontrolado en la faceta defensiva.

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En el ambivalente enfrentamiento de pretemporada contra el Burgos (2-2) se dieron «algunos condicionantes» que «no se van a repetir» este domingo y que deben «dejar enseñanzas» en el vestuario blanquivioleta. «Más allá de las individualidades con las que se han fortalecido, insisto en que vamos a encontrar dificultades en una cancha muy complicada para cualquier rival. Respetamos mucho al Burgos, pero confiamos en las posibilidades de nuestros futbolistas», recalcó Almada.

El entrendor del Real Valladolid mantiene la confianza en Juanmi Latasa como delantero centro y no se plantea un cambio en esta demarcación, ahora que Marcos André ya está de vuelta tras superar su lesión (aunque con falta de ritmo competitivo). «Va a seguir jugando Latasa. Es un jugador muy referenciado y es una de las partes que tiene que hacer gol, pero nosotros no ponemos un delantero solo para que haga un milagro. Prácticamente, los futbolistas que ponemos arriba son cuatro delanteros, por más que tengan otras tareas, y todos tienen que participar de la cuota goleadora. Insisto: confiamos mucho en 'Lata', más allá de partidos buenos o malos. Es joven, tiene 24 años. Hay que pelear para que los rendimientos sean más sostenidos y que las irregularidades no nos cuesten puntos».

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Almada, que sólo cuenta con las bajas de los lesionados Amath Ndiaye y Mario Maroto, recupera ya a Stanko Juric, una pieza clave en su engranaje, por «la experiencia y lo que transmite y contagia a sus compañeros» y el croata apunta a volver al once en Burgos, una vez superada su grave infección en el pie que requirió de seis días de ingreso hospitalario. Mathis Lachuer naufragó en su titularidad ante el Mirandés y el prometedor Alani demostró que puede ejercer como alternativa en la medular. «Alani lo hizo muy bien el otro día. Lo dejamos como único volante central y eso su mejor función. Mathis está en ese proceso de adaptarse a lo que nosotros queremos por ese parate [parón] que tuvo de mucho tiempo al no entrenar con ningún equipo. Estamos convencidos de que con el correr de los partidos y con la preparación, él va a hacer un aporte importante, quizá en otra función que él siente más que ser un volante central».

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