Tárrega recibe la mejor nota del Real Valladolid ante el Levante

No tuvo excesivo trabajo, ya que el Levante sólo logró disparar entre los tres palos uno de los once envíos que intentó. Salió cuando resultó necesario para atrapar balones lejos de su portería. Se precipitó en alguna ocasión para poner la pelota en juego sin mayores consencuencias.

Intentó alguna proyección arriba sin éxito y no logró colocar centros que fuesen rematados por sus compañeros. Las estadísticas señalan que puso siete balones al área de Andrés Fernández y sólo uno resultó exitoso. En líneas generales, tapó bien atrás por su banda.

Arriesgó demasiado al inicio con pases muy peligrosos, una línea que fue corrigiendo con el paso de los minutos. Al igual que Tárrega, mantuvo una dura pugna con Fabricio, la gran amenaza del Levante durante el partido, y bloqueó un disparo del rival.

Volvió a ocupar la banda izquierda de la defensa, por la que buscó profundidad en ataque sin descuidar sus tareas como lateral. Como le ha sucedido en otras ocasiones, se ve con problemas para centrar al jugar a orilla cambiada. Intentó un disparo en la segunda parte que fue bloqueado.

Los primeros minutos resultaron muy prometedores con su juego entre líneas y algún centro cargado de veneno, pero pronto quedó atrapado en la maraña del Levante. Culminó con un disparo una recuperación de Negredo en el 37. Tuvo problemas para imponerse en los duelos.

Intentó ejercer como seguro en la medular, pero se vio con una amarilla antes de la primera media hora de juego que ya le condicionó para meter el pie. Esa circunstancia le hizo ir perdiendo protagonismo hasta que Pezzolano optó por sustituirle en el descanso por Stanko Juric.

Muy errático en el pase, falló envíos fáciles que comprometieron al equipo. Estrelló un balón en el larguero en el minuto 19 entre sus accione destacables y logró poner un gran pase largo a Luis Pérez en el 20, pero no tuvo mucho más impacto. Fue suplido por Kenedy en el 76.

Nada que ver con su gran actuación de la pasada jornada ante el Eibar. El atacante del Promesas estuvo prácticamente invisibilizado durante la primera parte, en la que no logró disparar a portería y se vio sometido por los defensores en su banda. Dejó su sitio a Iván Sánchez en el descanso.

Estuvo correcto en labores de anclaje para jugar de espaldas a la portería del Levante y muy bien para prolongar la clara acción de Sylla en el minuto 25. Se ofuscó en el mano mano ante Andrés Fernández tras interceptar el mal pase de Dela a su portero. Biuk lo relevó en el minuto 63.

Salió con mucha chispa y ganas de incordiar a la defensa y gozó de una gran ocasión en la que superó a Andrés Fernández antes de que Dela impidiese un gol cantado. En la segunda parte se desgastó para ayudar en defensa y acabó pagándolo en sus acciones ofensivas.

El entrenador:

Intentó repetir sin éxito la fórmula que empleó ante el Eibar y pronto se vio que el planteamiento del rival habría exigido otra cosa. No logró que su equipo carburase arriba, con minutos muy grises y tampoco logró la reacción con los cambios para solucionar el atasco.

También jugaron:

Entró muy descentrado y falló mucho más de lo que se espera de él. Más sombras que luces.

Aumentó las prestaciones en la medular, donde respondió muy bien, y se animó con un par de finalizaciones en ataque.

Logró horadar por la izquierda de manera puntual y probó los guantes del portero rival.

No se le puede negar que compareció con la intención de aportar arriba y estuvo acertado en muchos pases, pero no gozó de demasiado tiempo sobre el césped.