Refranes
Análisis ·
El autor valora el planteamiento de Sergio, «interesante para el Pucela y tedioso para el espectador», y analiza la forma de defender el resultado en los minutos finalesJavier Yepes
Lunes, 1 de marzo 2021, 08:34
Es rico el refranero castellano a la hora de significar la importancia de lo concreto frente a la relatividad de lo abundante a la hora ... de realizar algún asunto específico. Ese 'no por mucho madrugar amanece mas temprano' o el 'vale mas pájaro en mano que ciento volando' nos vienen a lo visto ayer como anillo al dedo. Hemos comentado que si la densidad de atacantes no garantiza mayor efectividad de cara al marco contrario, el amontonamiento de jugadores de corte defensivo no es sinónimo de seguridad. Y ayer en Balaídos se cumplió dolorosamente tal aserto.
Fue tremendo ver cómo se esfumaba en el último suspiro una victoria importantísima lograda hasta ese instante a base de esfuerzo titánico y acierto de pillo. Y más doloroso aún contemplar como no por amontonar centrales se defiende mejor, si estos no defienden como hay que hacerlo.
Durante una hora. el partido resultaba interesante para el Pucela y tedioso para el espectador. Ir y venir, tocar y tocar sin profundizar… ese cliché tan utilizado en la liga por los equipos que aspiran a seguir manteniendo la categoría se proyectaba en el televisor para deleite del seguidor visitante y enfado del local.
Lo tantas veces visto en Zorrilla se extrapolaba ayer a Vigo con los nuestros de visitantes. Sin embargo, por esa inexorable norma no escrita, los partidos se ganan o se dejan de ganar en el último cuarto de hora.
En ese minuto 70 Orellana ponía el 0-1 en el casillero y a partir de ahí se inicia el carrrusel de cambios. Algo que si no es por imperativo mayor, nunca está totalmente justificado. El que entra generalmente no mejora, salvo lesión del que sale, el rendimiento de éste. No tiene tiempo ni calor suficiente para meterse en la pelea. Pero lo hacemos todos cuando el miedo a no saber ganar nos atenaza.
El Valladolid retenía bien el balón arriba pero se rompía en el centro. Ahí necesitábamos gente que tuviese y retuviese el balón. Que la mejor manera de defender es tener tú la pelota, no se duda. Y si además lo haces alejado de tu área, mejor aún. Si una pelota parada golpeada con un lanzamiento frontal elevado y largo, nos pilla sin marcar encima cada uno a su par… pues es que algo no funciona. No es problema de buscar culpables, sino de entrenarlo. En Primera División es un error tan grosero como poco entendible.
El próximo fin de semana nos traerá al Getafe de visitante y al Pucela de local…. ¡Puff!
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