El Real Valladolid y su acertada campaña de abonados

La campaña de este año me parece un acierto. Una vez que se decidió que el público objetivo del fútbol es el que está en la tele y sobre todo el que está en la tele a muchos kilómetros de distancia dar oportunidad al aficionado que quiere ir al campo es una postura inteligente. Creo que el Real Valladolid es un modelo a seguir en este aspecto desde hace muchos años. Al precio de los abonos hay que sumar que se ha ido modernizando poco a poco el proceso de la renovación de los abonos y que incluso este año ya se van a evitar las colas de los aficionados que van a proceder a cambiar de asiento.

Buen precio para un buen espectáculo, con los partidos de copa, del filial y del Real Valladolid femenino incluidos. Sin partidos de ayuda al club y sin trampas.

No quiero hablar del concepto caro o barato, que esto es como lo de jugar bien o bonito. Con el dinero que yo he pagado por ver el fútbol y de mis hijos veo el fútbol por la tele durante dos años. Los de casa y los de fuera. Algo menos si cuento que también veo los partidos del filial a través de footters o como se llame este año. Pero lo veo en el estadio y eso es para mí un valor añadido. Así que considero que el precio es justo. Además tendría opciones más baratas mojándome cuando llueve y con peor calidad de visión del partido o más caras si quisiera tener calefacción, por ejemplo. Con esto quiero decir que en Valladolid el fútbol tiene un precio asequible y que además después del intento de hace un par de años de subir el precio de los abonos de forma abusiva, los responsables han visto que es mejor tener el campo con tres cuartos de entrada.

Decía Joyce que «Todo es caro cuando no se necesita». No quiere decir que cuando necesitas algo debas pagar cualquier precio. Por eso creo que es un acierto la política de precios del Real Valladolid. Ojalá podamos seguir viviendo lo que hemos vivido los últimos años, porque ese ambiente lleva gente a Zorrilla. Y eso es bueno para todos.