El juego del rival del Real Valladolid, el Málaga, en cuatro claves

1Poco queda del Málaga de Zorrilla…Allá por la jornada 9, el Málaga visitó el José Zorrilla habiendo sido, hasta entonces, un equipo poco fiable a domicilio y uno totalmente seguro cuando jugaba en La Rosaleda. En cuatro partidos solo había recibido un gol como local, pero se desangraba a domicilio lo que les impedía dar un salto en la tabla. Hoy esa dinámica es totalmente opuesta y los partidos en La Rosaleda son un suplicio para los locales. No ganan en casa desde el pasado 20 de noviembre cuando se impusieron por dos goles a uno a la UD Las Palmas. Este Málaga es más débil en todas las fases que el que comenzó la temporada. Es un equipo que aparece menos en el área rival con peligro y, además, no es capaz de ser un bloque férreo que evite las acometidas del rival que termina por encontrar el espacio para llegar al gol. Aquel día, los malacitanos supieron contener bien la ofensiva blanquivioleta.

2Dificultades para encontrar el remate. Hasta ahora habíamos visto un Málaga que apostaba por un centro del campo que fuera la base de su juego. Es un equipo que deseaba jugar el balón desde atrás. Normalmente con un doble pivote y una media punta como Jozabed, o Aleix Febas desde el pasado mercado de invierno. Ellos eran los encargados de elaborar el juego de ataque y hacer llegar el balón en buenas condiciones a los hombres de banda o, incluso, para el remate del delantero centro. Es un conjunto que ubica extremos a pie cambiado para buscar el interior y deja la banda al lateral, aunque no destaca por ser un equipo de muchos centros al área. Sobre todo, por el costado derecho se asoma con peligro Víctor Gómez que ya ha dado cuatro asistencias. Un plan de juego que ha ido de más a menos y que últimamente ha convertido al Málaga en uno de los equipos que menos encuentra el remate. El conjunto blanquiazul dispara muy poco entre los tres palos durante cada partido. De hecho, el Málaga es el equipo menos goleador de LaLiga Smartbank con 27 goles marcados. En La Rosaleda, además, su expectativa de gol por partido (1,34) es la tercera más baja de la competición. Mejorar estos números de forma inmediata es el principal reto para el nuevo técnico.

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3Luces y sombras en la recuperación. El Málaga ubica gran cantidad de jugadores en el campo rival. Es un equipo que completa muchos pases en esta zona, pero poco eficaz a la hora de encontrar ocasiones. A veces por malas decisiones, otras por falta de finura en el último pase, este Málaga no es todo lo certero que debería en el último tercio en relación a la calidad de sus atacantes. Tener tantos jugadores en ataque ha permitido al conjunto andaluz recuperar multitud de balones en esa zona siendo uno de los equipos que más lo hace (5º). Por el contrario, cuando el equipo está replegado formando un bloque más bajo no destaca por ser un gran recuperador en la zona de centrocampistas (19º). Sufre cuando el rival puede circular el balón rápido en campo malaguista.

4Encaja demasiados goles. Son 48 (1,4 por partido) ya en lo que llevamos de LaLiga SmartBank. Son demasiados para ser un equipo que no permite tantos remates en ventaja como vemos en la imagen. Es el quinto equipo que más tantos ha recibido y unido a la falta de gol, las consecuencias son obvias. En muchas ocasiones, el bloque está muy separado. A los jugadores más ofensivos les cuesta replegar y no destacan por el trabajo en el sistema defensivo. Con Pablo Guede esto debería cambiar radicalmente y el Málaga debe convertirse, atendiendo a la experiencia anterior del míster argentino, en un conjunto mucho más rocoso e intenso. Hasta el momento el Málaga ha concedido 124 remates entre los tres palos a sus rivales, casi 4 por partido, y se ha convertido en uno de los locales con mayor expectativa de gol encajado por encuentro (1,3 xGA). Los cambios principales en el sistema o en los jugadores van a ir encaminados en esa dirección, la de fortalecer el equipo en fase defensiva y cortar la sangría en área propia.