Tournée bicefálica, la nueva comunicación en el Real Valladolid
«Solares y Uruñuela son dos tipos coherentes, educados, que transmiten buen rollo y que intentan predicar con el ejemplo sin salirse de su guion»
Me imagino al equipo de Prensa del Real Valladolid eligiendo a los medios de comunicación como si Gabriel Solares y Enrique Uruñuela fueran el grupo ... Indie del momento y estuvieran diseñando la gira veraniega para sacarse unas perras. Como Siloé, que lo está petando y suena en todos los festivales, pero en vez de ciudades, escogiendo destino en función del color del micro o el impacto de la cabecera, la audiencia o vaya usted a saber. A lo mejor lo hicieron por sorteo clásico, con papelitos doblados y una urna, o a través de una de esas apps modernas que te hacen un centrifugado rápido con la IA y te preparan la hoja de ruta en un pispás. El prompt (instrucción que le metes a la IA para que opere) sería algo así: «Tenemos que cumplir con los medios y debemos repartir a los dos copresidentes (porque no queremos que vayan juntos), pero que el mensaje sea más o menos el mismo. En Valladolid hay 10 medios (por poner un número), repártemelos de una forma coherente, teniendo en cuenta la influencia de cada uno o lo que consideres oportuno, que para eso eres Inteligencia Artificial». Bien, medios ubicados y presidentes colocados. Siguiente instrucción: «También tenemos a Víctor Orta, que es el director deportivo y tiene labia, se mueve bien en ese contexto. Dale funciones en el encuentro informativo». Listo, todo en marcha.
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Así es la nueva comunicación y la casuística particular del Real Valladolid, que será uno de los pocos clubes en el planeta fútbol que tiene dos cabezas visibles, con el mismo peso interno e idéntica capacidad para trasladar el mensaje que previamente han consensuado para no salirse del renglón y destilar paz, armonía y buen rollo. Antes, los periodistas se buscaban la entrevista, tiraban de contactos, de relación y se enfundaban el maillot amarillo de la información al compartir grabadora y libreta con el personaje del momento un minuto antes que la competencia. Ahora, con los departamentos de comunicación convertidos en despachos de pan, prevalece la tabula rasa disfrazada, eso sí, de desayuno con encuentros posteriores personalizados. Una especie de rueda de prensa coral, pero con confesionarios individuales para que cada uno pregunte lo que quiera y el entrevistado responda lo que tiene preparado. La pericia del plumilla se difumina en ese buenismo institucional diseñado para que todos tengan, se supone, las mismas oportunidades y al mismo tiempo. Y así, en este plan de grupeta mediática se construyen estos desayunos informativos, en los que se guardan las formas y 'to er mundo é güeno', que diría Summers. Al menos han desaparecido las epístolas y el escondite al que jugaba Ronaldo. Me quedo con la parte menos mala de este sainete.
De los mensajes insertados en la tournée no hay mucha novedad. Solares y Uruñuela son dos tipos coherentes, educados, que transmiten buen rollo y que intentan predicar con el ejemplo sin salirse de su guion. Han construido un 'storytelling' basado en el peso de la historia, con Orta como maestro de ceremonias, y de momento el plan les va saliendo, aunque quedan muchos manteles por lavar. De la gira, me quedo con el titular de mi compañero Juanjo López. 'El objetivo es consolidar al Real Valladolid en el top 10 de la Liga'. Gabriel Solares juega con fuego. Ronaldo dijo que iba a llevar al equipo a la Champions y su final ya es historia, por suerte. Esperemos que el vaticinio del mexicano lleve aparejado un sólido plan de futuro, que es lo que cuenta. De momento y a la espera del porvenir, el Pucela era decimotercero y el fin de semana bajó a la decimocuarta posición tras el triunfo del Osasuna. Mucha plancha.
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