Ignite Sports Spain apunta a un «proyecto de vida» en el Real Valladolid
Gabriel Solares y Enrique Uruñuela son los nuevos copresidentes del club blanquivioleta y representan a un grupo de 14 inversionistas en el anonimato
Ignite Sports Spain ha llegado al Real Valladolid con la idea de establecer una larga relación temporal. El grupo que representa la mayoría accionarial del ... club (54,36%) se presentó en la mañana de este martes con dos cabezas visibles: los mexicanos Gabriel Solares y Enrique Uruñuela. El financiero y el abogado asumen formalmente la copresidencia de la entidad blanquivioleta y serán los máximos responsables en el día a día del club, como representantes ejecutivos de 14 inversionistas que se quedan en el anonimato. Solares y Uruñuela se encargaron de esbozar las líneas maestras del nuevo proyecto del Real Valladolid, en un acto en el que también se presentó a Víctor Orta como nuevo director deportivo. Los representantes de Ben Oldman (Issac Benzaquen y Fermín Barquín), fondo de inversión que dispone del 33,26% de las acciones y que formará parte del consejo de administración, estuvieron presentes en el acto, pero en la fila de invitados junto al ex director deportivo Ramón Martínez y el abonado número del Real Valladolid, Juan Antonio Añíbarro, dos símbolos del Pucela con los que se buscó transmitir un nexo histórico con el pasado.
«Este es un proyecto de vida para nosotros», apuntó Gabriel Solares superada ya la media hora de rueda de prensa de la nueva propiedad. «Venimos para estar permanentemente aquí y para establecer al Real Valladolid en Primera División», remarcó, en uno de los mensajes más definidos del grupo Ignite.
Solares afirmó haber visto «ilusiones renovadas» entre los aficionados que le han dado la bienvenida por la calle tras su llegada a la ciudad la pasada semana. El copresidente repasó los acontecimientos que llevaron a Ronaldo Nazário a anunciar un principio de acuerdo el pasado 23 de mayo, con asuntos pendientes por resolver, que cristalizaron el 25 de junio, el día que se consumó la venta definitiva del club. Solares definió a Ignite Sports «como un grupo de más de 14 inversionistas» con una «visión muy clara», que incluye la «profesionalización de los modelos de trabajo, la institucionalización en la toma de decisiones, la búsqueda de la excelencia y el respeto al gobierno corporativo». «Tanto Enrique como yo seremos las cabezas visibles de Ignite y asumiremos la responsabilidad de dirigir al club en su conjunto», añadió Solares, antes de recordar que el fondo de inversión Ben Oldman es el «copiloto del nuevo proyecto» como segundo accionista.
Ignite huye de un modelo presidencialista y apunta a un «proyecto de institución», con la entidad en el centro de todo. Solares declaró que la meta es «regresar al Real Valladolid a la posición que históricamente le corresponde» en Primera División. El copresidente hizo hincapié en el «componente social» que posee el club como «referente» de Valladolid y Castilla y León, así como el de servir de «catalizador» para las personas que tienen la oportunidad de formar parte de él.
Solares avanzó que se ejecutará un «cambio de estructuras», pero incidió en la idea de que la entidad «pertenece a todos los aficionados». Además, trazó una línea de continuidad con las «cosas que se han hecho bien» en el pasado, al tiempo que remarcó que «existen áreas de oportunidad» que ahora se explorarán, como mejorar la relación del Real Valladolid con sus abonados. «Vamos a dirigir esta institución con la mayor de las responsabilidades, respetos y compromisos», finalizó su intervención inicial Gabriel Solares, antes de dar la palabra a Enrique Uruñuela, el otro copresidente.
«Como toda nueva etapa, esto implicará cambios. El principal será un cambio de modelo en la gestión del club. Buscamos la institucionalización. Este club pasará a ser el centro de nuestra política de gestión. No habrá personas por encima de la institución. El objetivo es regresar al Real Valladolid a Primera División en un proceso de estabilización. Lo trabajaremos con los valores del club: lucha, entrega, respeto y honor. Sin la afición será difícil lograr algún éxito, así que les pedimos un voto de confianza. Es tiempo de reagruparnos y estar juntos», remachó Uruñuela,
Ya en el turno de preguntas, Gabriel Solares explicó que los primeros contactos con Ronaldo Nazário comenzaron en febrero de 2025, en un proceso «largo» por asuntos de documentación, corporativos y estructurales, pero «sencillo» y con «buena fe» por ambas partes para que llegase a buen término». Cuando se le preguntó por el precio pagado al anterior presidente y máximo accionista, el copresidente apuntó: «Muchos menos de lo que vale. Esperamos que la anterior propiedad no se entere...», contestó con una sonrisa.
Solares no aclaró quiénes son los inversionistas que han puesto el dinero para la compra del Real Valladolid y respaldan económicamente a Ignite Sports Spain. «No tienen una visibilidad en el proyecto porque no tienen una participación directa. Los que representamos a Ignite somos Enrique y yo». Repreguntado por este asunto y la transparencia prometida en una alocución anterior, Solares argumentó que «la comunicación transparente es institucional». «Hablar de personas diferentes, que están en otro vehículo de inversión y otra estructura no está relacionado con la transparencia de la institución con los medios y los aficionados. Nos interesa transmitir la idea de que no hay un dueño ni un accionista omnipotente. Dentro de Ignite y de Ben Oldman hay diversos inversionistas, en el caso de Ignite catorce. Ninguno es todopoderoso. Hablar de unos y no de otros, no hace diferencia. Es un grupo homogéneo tanto en México, Estados Unidos y España que ha confiado tanto en Enrique como en mí para dirigir este proyecto».
Los inversionistas delegarán todas las decisiones en el consejo de administración (integrado también por Ben Oldman Loan Partners). «No tenemos que ir a otros niveles a pedir autorización. Eso nos permitirá una gestión más ágil y eficiente», subrayó Uruñuela, que también apuntó que se tomarán «las decisiones necesarias» sobre empleados dentro de la reestructura corporativa que está en marcha.
Los dos copresidentes tendrán un papel complementario. Gabriel Solares aportará la experiencia financiera, administrativa y contable, con el bagaje de sus presidencias en los clubes mexicanos Atlante y Querétero, así como el asesoramiento de federaciones deportivas en el país azteca. Enrique Uruñuela posee experiencia en reestructuras corporativas de grandes grupos mexicanos, con enfoque más transaccional y jurídico. «Cada uno tomaremos decisiones en nuestra área de 'expertise' con el respeto que nos tenemos», subrayó Solares.
La nueva propiedad no contempla una ampliación de capital a corto plazo para sortear los límites financieros que marca LaLiga. Solares destacó que uno de los puntos «más atractivos» para invertir en el fútbol español pasa precisamente por este control al que son sometidos los clubes profesionales. «La idea es que el fútbol deje de ser poder económico y sea una industria de una buena gestión. Se trata de diversificar ingresos, generar más y no tener tanta dependencia de los derechos audiovisuales o transferencias de los jugadores. Por otra parte, se trata de generar eficiencias en la parte del gasto para tener la mejor inversión en jugadores. Somos fieles creyentes en ese control económico. No contemplamos inyección de capital porque es nadar contracorriente. El mensaje de LaLiga es: 'profesionalicen la gestión, institucionalicen la estructura, diversifiquen sus ingresos, increméntenlos y al mismo tiempo sean eficientes en el gasto'. Ese es el proyecto y la experiencia que venimos a aportar», declaró Solares, quien no descartó que se pueda dar en el futuro.
Uruñuela consideró que el modelo de «institucionalizar» el club, ya implementado antes, permite «tener claro el objetivo» por encima de asuntos personales. «Tenemos clara la hora de ruta. La institución está en el centro y es lo más importante. Las decisiones se tomarán en beneficio de la institución»-
Solares enfocó hacia la posición histórica del Real Valladolid en Primera División y a la caída en los últimos años. «No tenemos una meta a corto plazo, de decir si esto no sucede nos vamos a ir de Valladolid. Este es un proyecto de vida. Pensamos estar aquí mucho tiempo. En los próximos doce meses queremos lograr el ascenso, pero no es el objetivo: el objetivo es consolidarnos en Primera División. Tardará tres, cuatro, cinco años… Lo que sea necesario», remachó.
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