La pirámide
«Pezzolano colocó de inicio en Burgos a varios jugadores fuera del sitio donde mejor suelen rendir con arreglo a sus condiciones, que no a las decisiones del entrenador»
A lo largo del partido disputado el pasado sábado en Burgos, y viendo como el Real Valladolid se debatía en un mar de dudas a ... la hora de afrontar la realidad de tener que revertir un resultado adverso desde el inicio mismo del partido, comentábamos en la redacción la posibilidad de efectuar cambios en la alineación del equipo o incluso en la disposición táctica del mismo.
Como es lógico, la forma de verlo como entrenador se suele anteponer a la de columnista; vamos, que la vena de míster te aflora sin pretenderlo.
Es el momento en el cual uno se siente pisando la línea de cal del campo, y, a voz en grito, ordena cambios posicionales como forma de arreglar aquello. Algo que viene a coincidir, de igual manera, con el momento en el cuál se cambia el grito por el comentario y los gestos por papel y bolígrafo.
Y ahí uno diserta para los tres compañeros que comparten trabajo, acerca de lo que habría que hacer para revertir la situación. Y a tal efecto, y en el folio de tomar las notas del partido, surgen asteriscos posicionales sobre las líneas del nuevo sistema que has dibujado, mientras explicas los porqués y los cómos de la nueva situación táctica.
«Ante la necesidad de armadores del juego, el jugador de mejor perfil es Iván Sánchez. Otra cosa es que ni Paulo ni el propio jugador así lo entiendan»
'Pablo' Pezzolano había colocado de inicio varios jugadores fuera del sitio donde mejor suelen rendir con arreglo a sus condiciones, que no a las decisiones del entrenador, y por motivos que desconozco.
Me estoy refiriendo a Anuar como extremo zurdo, a Robert Kenedy como tercer volante muy adelantado y a Iván Sánchez, aunque en este caso coincida con las preferencias del propio jugador, según parece, como extremo en la banda derecha.
A Anuar, a fuerza de ser sincero, no es Pezzolano el primero que lo ha ubicado ahí, lo que no significa que sea esa su demarcación especifica ni muchísimo menos, al igual que con Kenedy cuyo desempeño en Granada se realizaba primordialmente como hombre de banda y por la izquierda, coincidiendo con la posición con la que ha jugado aquí en algunos partidos.
De Iván Sánchez es conocido su buen quehacer como futbolista de muy alto nivel técnico y con una gran riqueza de conceptos; sin embargo, ante la necesidad (versus carencia) que tiene el equipo de armadores del juego adelantado en el medio campo, es obvio que el jugador de mejor perfil es él. Otra cosa es que ni el entrenador ni el propio jugador así lo entiendan. Respetable.
La idea de tener a Kenedy en la banda izquierda y a Raúl Moro en la derecha me parece la más natural, idónea y necesaria para el equipo en la actualidad.
Así pues, en ese escenario y con Anuar en el terreno de juego, se me 'hacía bola' verles desubicados a los tres, por más que Iván, tirando de calidad individual y recurso técnico, drible siempre a su adversario… pero ¡ojo, hacía atrás y hacia adentro! o centrando en altura más retrasada que el posible rematador, y sin pisar línea de fondo, como Moro, que es lo idóneo.
Recordé que existe una figura táctica en el fútbol que con un '9' en posición (Sylla) dos volantes adelantados (Monchu e Iván), un cabecero en altura con extremos (Juric, Anuar y Kenedy) algo más retrasados que los volantes y una línea de cuatro con centrales y laterales, el equipo se recomponía, ordenando y colocándose.
Les explicaba a los compañeros que ello nos daba tres hombres en el centro y presión sobre la salida del contrario, amén de tapar las bandas y cerrar la defensa con los cuatro, garantizando seguridad.
Cuando acabé de explicarlo, Joaquín Robledo, que escucha todo lo que se dice aunque parezca que está distraído, ¡que lo está!, me dijo muy digno: «maestro eso es la pirámide». Pues nada, dicho queda chaval.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión