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Festival goleador del Real Valladolid en Zorrilla para dormir en ascenso directo
El conjunto de Pacheta se carga de moral para el tramo decisivo de la liga pasando por encima del Lugo y se coloca segundo a la espera de lo que haga mañana el Almería
No hay mejor manera que mandar un serio aviso a tus rivales que goleando. Y si es para irse a dormir en plaza de ascenso ... directo a falta de que este domingo juegue el Almería en Huesca, mejor que mejor. El Real Valladolid logró este sábado su segunda victoria seguida para dejar ya en el olvido la mala imagen en Alcorcón con triunfo y la derrota en el último choque en casa con Las Palmas. Los de Pacheta se llevaron por delante en la segunda parte con su pegada a un Lugo que dejó algún destello en el último cuarto de hora de la primera parte cuando se decidió a presionar alto pero que tras el descanso los del exblanquivioleta Rubén Albés tuvieron que sucumbir a la gran contundencia de los pucelanos, que fueron ganando en confianza a medida que iban perforando la portería rival. Óscar Plano en la primera parte -se lesionó en la acción del gol-, y ya en la segunda Weissman, Anuar y Sergio León, de penalti, le meten toda la presión a un Almería que mañana, solo ganando en El Alcoraz, podría regresar a la plaza que da el premio gordo. La primera parece destinada para el Eibar.
Pacheta se encontró en la previa con otra ausencia a las ya conocidas de El Yamiq por lesión y de Javi Sánchez por sanción: la de Josema, afectado por un proceso gastrointestinal que le dejó fuera de la lista cuando apuntaba a titular. De esta forma, Joaquín y Kiko Olivas formaron la pareja de centrales, mientras que por delante el burgalés mantuvo la apuesta de Alcorcón de tres medios con Roque Mesa, Monchu y Aguado; la novedad arriba fue la suplencia de Sergio León en favor de Toni Villa. Le costó entrar en juego al trío de la medular de nuevo. Sigue sin carburar esa propuesta si de fútbol de toque se trata.
De los primeros minutos ya se pudo deducir que Albés no iba a discutirle la posesión al Real Valladolid como ya hiciera Las Palmas en Zorrilla hace dos semanas o el sorprendente colista en Santo Domingo. El Lugo planteó como se esperaba una zaga de cinco en fase defensiva con Pita incrustado entre los centrales para luego soltarse un poco más alto con el balón. Esa situación liberó a Roque Mesa que pudo llevar la manija en transiciones. De una de ellas abrió la lata temprano un enchufado Valladolid, ya en el minuto 9, con el balón llegando al borde del área. Allí apareció la calidad de Monchu y Plano, con el balear dejando solo con una pared a Óscar, que batió por bajo al meta lucense. La felicidad no fue plena en la grada de Zorrilla porque nada más marcar el jugador se llevó la mano a la zona del isquio para caer fulminado al verde. No le dio tiempo ni para probarse. Cambio inmediato, con Pacheta dando entrada a Anuar.
El Lugo no estaba cómodo en el campo y encima se encontró con que a los 20 minutos dos de sus centrales (Torres y Alberto) ya tenían amarilla. Los de Albés solo llegaban al área con su mejor arma: el balón parado. Un error constante blanquivioleta, que durante la primera media ya había regalado cuatro faltas laterales que acabaron colgadas al área. De un error en salida de balón de Monchu llegó la amarilla para Mesa. En el debe del balear sin duda.
Hasta el 26 no tuvo nada más que llevarse a la boca el aficionado de Zorrilla. Mereció la pena. Un saque en largo medido de Masip para Toni Villa en banda izquierda superando líneas de presión para montar la contra que finalizó forzado Weissman en la banda contraria con un remate desviado.
No fue una acción aislada porque al meta le tocó sacar más en largo desde entonces porque Albés varió sus planes iniciales. Mandó a los suyos a presionar la salida del balón y el Valladolid no encontró a ninguno de sus tres medios. No tuvo soluciones Pacheta entonces y el Lugo pasó a hacerse con el esférico sin dejar de lado las continuas complicaciones propias de los defensores blanquivioletas a la hora de sacar en largo. De una de ellas, con Nacho cayendo en la trampa, llegó la mejor acción ofensiva de los visitantes de la primera parte con un nuevo centro lateral al área que cabeceó el goleador Carrillo cabeceó alto. Primer aviso serio. No hubo más.
De ahí al descanso el Real Valladolid se agarró a una acción ensayada a balón parado para intentar abrir aún más el marcador. Un córner botado por Monchu medido al segundo palo con todo el ataque arrastrando a los defensores al primer palo con Nacho enganchando el cuero de semivolea mal dirigida.
Lo mejor de la reanudación para el Pucela es que pasaban los minutos sin que sucediera nada en las áreas. Hasta que se acercó el cuarto de hora y tras el doble cambio de Pacheta de Plata y Janko por Mesa -que se jugó la segunda amarilla en alguna acción- y Luis Pérez, un robo en la medular lo cambió todo. La tranquilidad llegó a Zorrilla con un gran servicio de Aguado en conducción a la contra para Weissman, el israelí recortó a su par ya en el área buscando su pierna buena para terminar colándola al palo largo. Inapelable, Así rompía su sequía el goleador. Y pudo ser mejor porque solo cuatro minutos después fue el punta el que robó el cuero, se la cedió a un Toni Villa incorporado pero su remate no encontró puerta en esta ocasión.
Ni el triple cambio de Albés ya logró variar el rumbo del partido en Zorrilla. La sentencia definitiva llegó en el 76 a partir de un saque de banda y un genial toque a la primera de Aguado que dejó solo a Plata por la derecha, el ecuatoriano se internó en el área, vio solo a Anuar al segundo palo que, con sangre fría paró el balón, se la adecuó a la derecha y batió al meta con un sutil toque. La fiesta llegó a José Zorrilla que hizo hasta la ola. No era para menos.
Pero como toda fiesta, también tuvo su intento de chafarla. A diez del final un centro lateral golpeó en el codo girado de Nacho y el colegiado, tras ser avisado por el VAR, decretó pena máxima que Manu Barreiro convirtió con paradiña incluida. Era el 3-1 pero solo dos minutos después Nacho enmendó su 'error' siendo objeto de un infantil penalti al borde del área que el recién entrado Sergio León mandó al fondo de la red para completar la goleada blanquivioleta. Los cánticos de la grada ya fueron unánimes porque el Real Valladolid se acerca un poco más a su gran objetivo. Quedan, eso sí, ocho finales.
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