Un fallo en el procedimiento digital de LaLiga demoró la inscripción de Monchu con el Real Valladolid

Con la llegada sobre la campana de Monchu, el Real Valladolid mantiene su idea de incorporar jugadores jóvenes, con hambre y energía. El nuevo mediocentro tiene 22 años. En este mercado invernal han llegado también Jon Morcillo (cedido por el Athletic Club), de 23 años, Josema (cedido por el Elche), de 25. Solo Iván Sánchez (cedido por el Birmingham City) rompe la tendencia del Real Valladolid de los últimos refuerzos invernales a sus 29 años.

El club blanquivioleta ha asumido el riesgo de la juventud desde el mercado veraniego porque entiende que las ventajas superan a los inconvenientes, pero sabiendo que los jugadores necesitan cierta 'educación' para contrarrestar la inmadurez. El caso del accidente de circulación que causó Gonzalo Plata (21 años) mientras conducía ebrio es un exponente en este sentido, así como el incidente nocturno que protagonizaron Cristo González (24 años) y Kike Pérez (24 años), este último ahora a préstamo en el Elche en una operación efctuado a última hora del mercado invernal. La apuesta del Real Valladolid por otro joven como Diogo Queirós (22 años) quedó en agua de borrajas y el central portugués está de vuelta al Famalicao. Por otra parte, la mala suerte se cebó con Hugo Vallejo (21 años), que se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha el pasado 15 de septiembre. Las incorporaciones a la dinámica del primer equipo de los canteranos Víctor Narro (22 años) y de Iván Fresneda (17) han añadido aún más savia joven al Pucela.

Las llegadas de Morcillo, Josema, Iván Sánchez y Monchu (a las que se suma la vuelta del lesionado Waldo Rubio desde el Círculo de Brujas, que no tendrá ficha) y las salidas de Fede San Emeterio, Rubén Alcaraz, Lucas Olaza, Diogo Queirós, Kike Pérez y Moctar Sidi El Hacen (este último sin ficha) han dejado una plantilla más aligerada, con 24 fichas, lo que libera una licencia ante posibles contingencias, algo que no sucedió en verano, cuando Pablo Hervías y Raúl Carnero fueron inscritos mientras se recuperaban de sus lesiones y el club completó las 25 fichas.

El Real Valladolid dispone de una plantilla compensada, aunque con algo de 'overbooking' en ciertas posiciones. Jordi Masip y Roberto Jiménez se mantienen en la portería. Luis Pérez, el pujante Iván Fresneda y el declinante Saidy Janko sobrecargan el lateral derecho, donde también puede aparecer Pablo Hervías. Cinco defensas centrales se disputarán los dos puestos del eje de la zaga: Jawad El Yamiq, Joaquín Fernández, Javi Sánchez, Kiko Olivas y el recién llegado Josema Sánchez. En el lateral izquierdo, el intratable Nacho Martínez y el recuperado Raúl García Carnero son los dos jugadores disponibles, con la opción de Josema, que también puede desenvolverse en esta demarcación.

Gonzalo Plata, Víctor Narro y Pablo Hervías aparecen en la posición de extremo derecho, a la que también se suma Óscar Plano como alternativa, aunque este último suele jugar más en punta. En la medular, Roque Mesa, Álvaro Aguado, Anuar Tuhami y Monchu Rodríguez se repartirán los minutos para los dos puestos en los que ahora brillan Mesa y Aguado como titulares. Toni Villa, Jon Morcillo e Iván Sánchez son las tres opciones para la banda izquierda del ataque. Entre los delanteros, se mantienen Shon Weissman, Sergio León, Cristo Gonzalez y el citado Óscar Plano.

De todos los fichajes del mercado invernal, el prioritario para la dirección deportiva que encabeza Fran Sánchez fue siempre la llegada de un extremo 'diferente' para la banda izquierda, fichaje que se cumplió con la incorporación de Jon Morcillo. El joven futbolista vasco aún está en proceso de adaptación táctica y, en su primera titularidad (ante el Real Zaragoza) evidenció que aún no ha logrado hacerse al modelo de Pacheta. El fichaje de un central como Josema ofrece alternativas en una demarcación golpeada por las bajas durante la temporada y donde Queirós perdió fuelle rápidamente. La llegada del extremo izquierdo Iván Sánchez, que ya no era prioritaria para el club, se acometió como una de esas 'oportunidades de mercado' que surgen al final. Por otra parte, el Real Valladolid incorporó a Monchu Rodríguez para cubrir la salida de Rubén Alcaraz al Cádiz, una situación que la entidad no contemplaba, pero que el futbolista pudo ejecutar gracias a una cláusula liberatoria en su contrato. Además, la intención de Kike Pérez de salir con destino al Elche dejó claro al Real Valladolid que tendría que incorporar un mediocentro sí o sí. Y así, con algo de incertidumbre al final del mercado por los problemas informáticos del sistema de LaLiga, llegó Monchu.