

Secciones
Servicios
Destacamos
No ha importado la espera. Tampoco la lluvia, convertida en granizo por momentos, a las decenas de aficionados que, entre nervios y eternas horas cargadas de paciencia, se preparaban para recibir la llegada del conjunto blanco a su hotel de concentración en Arroyo de la ... Encomienda durante la mañana previa al enfrentamiento contra el Real Valladolid.
Son muchos los pequeños que han puesto todo su empeño en carteles colgados en las vallas de separación para captar la atención o incluso lanzar peticiones a los jugadores, algunos de ellos representados sobre las cartulinas con detallados retratos. Ya sea en español, en inglés o en turco, las firmas —o, ¿por qué no?— las camisetas de Valverde, Bellingham o Arda Güler serían uno de los mejores regalos para muchos de los presentes. Por encima incluso del resultado. Precisamente, algunos se aventuran a lanzar predicciones: «7-2 o 5-0» pronostican entre risas algunos chavales. «Yo creo que 3-0 o 2-1. Eso sí, ganando el Madrid», vaticinan los más optimistas, reflejando el buen ambiente entre ambas aficiones.
Pero si entre los presentes hay alguien que realmente va a disfrutar de este momento, independiente del marcador, ese no es otro que Héctor, quien hoy cumple 20 años mientras espera en su silla de ruedas. Como regalo no pide mucho: hacerse fotos con los jugadores. Algo que, sin duda, le acompañará durante toda su vida. Porque, como afirma su madre: «No hay mejor día que este para el encuentro». «El sueño es que alguno de los jugadores se acerque a hacerse una foto», afirma al mismo tiempo que expresa su agradecimiento con la organización.
Ver 28 fotos
La expectación va en aumento en cuanto, junto al cese momentáneo de la lluvia, aparece el primer microbús. Sin embargo, se percibe cierta decepción —especialmente entre el público más joven— cuando del Mercedes Sprinter plateado, que luce la palabra 'Directiva', descienden rostros poco conocidos. A excepción, por supuesto, de leyendas como Roberto Carlos, Emilio Butragueño o Santiago Solari. En cuanto estos históricos y sus acompañantes acceden fugazmente al 'lobby' del AC Palacio de Santa Ana, la tensión vuelve al otro lado de las barreras. Y, casualidad o no, la lluvia se reanuda.
Pocos minutos antes de las 12:30, el ruido de las sirenas de los Land Cruiser de la escolta organizada por la Guardia Civil presagia la llegada de los jugadores. En cuanto el autobús oficial del Real Madrid entra al recinto del hotel da la sensación de que la lluvia no moja, no arruina los carteles, e incluso, pudiera parecer que preocupa menos a los padres que temen llegar a casa con algún resfriado de recuerdo. Gritos, saludos y aplausos reflejan la emoción tanto de los más jóvenes como de alguno de sus acompañantes, que tantas victorias han vivido al otro lado de la pantalla con los que, a pocos metros de ellos, están a punto de descender.
Noticias relacionadas
José Miguel Ortega
Juan J. López
Tras los fotógrafos y personal de prensa que viaja con el equipo, hace acto de presencia la primera cara reconocida: Carlo Ancelotti, quien, nada más poner el pie en el adoquinado, rechaza el paraguas ofrecido. Le sigue muy de cerca Thibaut Courtois quien, al aproximarse a la entrada del hotel, aporta con su rúbrica su granito de arena para el cumpleaños del joven Héctor, al mismo tiempo que desata la locura entre la afición. Tras él le siguen otras estrellas merengues, preparadas para el encuentro en el José Zorrilla a las 21:00 horas: Raúl Asencio, Andriy Lunin, Aurélien Tchouaméni, Antonio Rüdiger, Rodrygo Goes, Fran García, Arda Güler o Brahim Díaz van desfilando, algunos cubiertos bajo los paraguas del personal del AC, mientras son efusivamente ovacionados por el paciente público.
Sin embargo, los decibelios se incrementan de forma particular con aquellos que más se hacen esperar. En cuanto Mbappé desciende del autocar blanco, la euforia se hace latente entre los aficionados al mismo tiempo que, de forma tranquila y saludando con parsimonia a la ruidosa afición, el número 9 es acompañado bajo un paraguas hasta la entrada del Marriott. Detrás le sigue Luka Modric, acogido con un también cálido (aunque más tranquilo) recibimiento. Sin embargo, el poco sosiego se desvanece en cuestión de segundos en el momento en que Jude Bellingham desciende portando una llamativa bolsa de viaje azul con el 'monogram' Louis Vuitton y se acerca a quienes le dan la bienvenida, prestando especial atención al joven Héctor, antes de entrar al hotel de concentración.
Tras este momento, poco a poco, se va haciendo el silencio y regresa la calma. Termina algo más que un simple acto previo a un partido. Una jornada cargada de emociones, algún que otro sueño cumplido y momentos que quedarán grabados en la memoria de quienes vivieron la experiencia desde el otro lado de las vallas.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.