Si es que no aprendemos
Desde la grada ·
«Me sorprende que gente que ha visto tanto fútbol como yo siga picando en el anzuelo de dar por hechas muchas cosas»Carlos Pérez
Jueves, 24 de marzo 2022, 17:31
Tengo borradas del teclado las teclas de las letras que conforman la expresión 'montaña rusa' cuando escribo de fútbol. Es así porque cada año desde ... hace diez tengo que reflexionar sobre esta actitud que tenemos como afición. Pasamos de la euforia más absoluta a la desconfianza más profunda en solo dos partidos. De buscar billete y hotel en Ibiza el penúltimo partido para celebrar allí el ascenso a pensar en el partido contra el Racing de Santander la temporada que viene.
No me quiero poner como ejemplo de nada, pero hace un mes titulé esta colaboración con un «Mucho hecho, todo por hacer». ¿Por qué? He visto tanto fútbol en mi vida que he aprendido que esto pasa. No de modo anecdótico. Pasa mucho. Muchas veces y a muchos equipos. Así que me sorprende que gente que ha visto tanto fútbol como yo siga picando en el anzuelo de dar por hechas muchas cosas.
Lo que hace dos semanas era un trabajazo de Fran Sánchez, hoy es el enésimo fracaso de un mercado de invierno. Hace dos semanas el tema era que todos sumaban y que teníamos una plantilla compensada. Quince días después el problema es que los fichajes juegan poco y no son titulares. Todo mal. Siempre enfadados.
Siempre he dicho que los equipos que logran sus objetivos son los que solventan sus crisis sin muertos. No quiero decir que no haya que hacer autocrítica. La autocomplacencia es otra forma de morir de éxito. Pero una cosa es la crítica y otra bien distinta estar esperando a un error para el «ya lo decía yo».
Es posible que la forma de producirse las dos últimas derrotas haga necesario algún cambio, pero es que parece que no nos vale nadie de los que nos han llevado a estar terceros y con todas las posibilidades de ascenso directo. Con todas, que parece que estamos como la Ponfe.
Está todo por hacer, para bien y para mal. Quedan muchos puntos y aún no tenemos que apuntarnos a la cofradía del clavo ardiendo. Sólo hay que confiar, estudiar de los errores y mejorar. Dicen que es más vergonzoso desconfiar de un amigo que ser engañado por él. Yo por eso no desconfío del Real Valladolid
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