Luis Alfonso Zamorano | Misionero palentino
«Tenemos vidas rotas que han sido dañadas dentro de la Iglesia»Trabaja en Roma en el Instituto de Antropología de Derechos Humanos en las oficinas de atención a las víctimas y de prevención de abusos sexuales en contextos eclesiales
El misionero palentino Luis Alfonso Zamorano ha vivido veinte años en Chile, hasta 2016 que retornó a España. Los dos últimos años reside en Roma. « ... Allí trabajo principalmente en el Instituto de Antropología de Derechos Humanos de la Universidad Gregoriana en la formación de los pastorales que trabajan en las oficinas de atención a las víctimas y de prevención de abusos sexuales en contextos eclesiales», señalaba.
Su trabajo en la capital de Italia se centra en el después del documento 'Vos Estis Lux Mundi' del Papa Francisco y en cómo formar a los profesionales para ayudar a las víctimas de la iglesia. «Se pidió que cada Diócesis tuviera un organismo para recibir denuncias, acoger a las víctimas y poderlas acompañar... Muchas no tenía nada y la misión estos años ha sido eso, el formar a esas personas», argumentaba.
«Es un paso positivo que se vayan concretando los caminos que pongan a las víctimas en el centro y se les haga justicia, independientemente de que haya prescrito o muerto el agresor. Tenemos vidas rotas que han sido dañadas dentro de la Iglesia y necesitamos comprometernos en su reparación y restauración», continuó el misionero palentino.
«La iglesia hemos ido a remolque todo el rato y en España más todavía. La Conferencia Episcopal Chilena ya lanzó el plan con los mismos principios hace tres años. Hemos estado bastante a la defensiva, había mucho miedo y nos ha podido en muchos momentos privilegiar el nombre de la institución», afirmó Zamorano, quien valora mucho todo el trabajo realizado. «De las asociaciones de víctimas hay bastantes personas que están esperanzadas. Pero es inquietante que no haya víctimas en el consejo que va a evaluar la reparación y las indemnizaciones a las víctimas, aunque el documento sí que dice que se les consultará, a la víctima o representante, pero hubiera sido deseable que alguno fuera parte de esta comisión», continuó.
«Estamos a tiempo de arreglar y la Iglesia hace un trabajo encomiable hace años. El nivel de prevención y de acompañamiento, hay experiencias muy positivas. La oficina repara no solo a las víctimas de la iglesia, sino también a las que se han desarrollado dentro del ámbito familiar», sentenció.
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