Torquemada recuerda la tradición de encender dos cubetas llenas de brea

Según recuerdan los mayores de la localidad, existía la costumbre de encender dos cubetas llenas de brea y dejarlas prendidas durante toda la noche para honrar de este modo al Patrono de los Labradores. Un gesto que con el tiempo fue derivando en la tradicional hoguera que servía para quemar los cestos viejos de la vendimia y que ahora siguen preparando con ilusión los miembros de la Asociación Cultural San Isidro. También la víspera de la fiesta, los vecinos disfrutaron de la proyección del documental 'La Historia de la Asociación San Isidro desde sus orígenes hasta la actualidad', que contó con gran afluencia de público. Además, el colectivo organizó una rifa solidaria a favor de la Residencia de Mayores Alberto Acitores.

Esta asociación celebra cada año su fiesta grande con todos los honores, encargándose de los preparativos de la talla de San Isidro Labrador para su procesión -en la que probablemente colaboraron para su adquisición-, y preparando un vino español para socios y simpatizantes, con el que también colabora la Junta Agraria de la localidad. La fiesta contó con varios momentos especialmente emotivos, como el himno al Santo Patrono que se ha transmitido de generación en generación y que fue interpretado por el Coro Parroquial; la bendición de los campos y la ofrenda de los frutos de la tierra por los niños de la localidad, que acudieron vestidos con el traje regional. Numerosos niños ofrecieron las hortalizas de la huerta de Torquemada, el pan y otros frutos a San Isidro Labrador.

El párroco de la localidad, Carlos Martín, animó a los vecinos a vivir con esperanza en el pueblo y a continuar fieles a la tradición. «Los niños son el presente y el futuro de la Asociación y ya forman parte de la quinta y sexta generación de aquellos que iniciaron la Sociedad en 1915 y años anteriores. Es bueno que participen en estas tradiciones porque ellos serán algún día los que tomen el relevo de la Sociedad», indicó Mario Calvo Cavia, presidente de la Asociación Cultural San Isidro, que en los últimos años ha incorporado a varios jóvenes al frente del colectivo.

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Actualmente, la sociedad cuenta con más de ochenta socios, tanto hombres como mujeres y desde la junta directiva están haciendo un esfuerzo importante porque entren nuevos socios jóvenes. La Sociedad se rige por las cuotas de los socios, las rentas del alquiler del bar y otras ayudas que recibe de distintas entidades y administraciones, lo que hace que puedan mantener sus actividades durante el año.

La antigua Sociedad Benéfica de Socorros Mutuos de Torquemada, conocida como La Protectora, de la que se sabe que ya existía allá por 1906, se legalizó formalmente en Palencia con fecha de 16 de noviembre de 1915. Una agrupación que prestaba varios servicios a sus socios, como la asistencia médica gratuita, subsidios por enfermedad o viudedad, pensiones al cumplir sesenta años o en caso de imposibilidad física y otro tipo de ayudas. La Sociedad, además, se encargaba de preparar la fiesta de San Isidro Labrador con todos los honores, con gaitilla y baile incluidos, comenzando la víspera con las tradicionales 'Hogueras de los Cestos'. En la Sociedad era obligatoria la asistencia a juntas, funerales y otros actos, bajo sanción económica en caso de faltar.

Según consta en los archivos de la Sociedad, en 1913 los socios adquirieron el inmueble donde actualmente tienen su sede por 400 pesetas, sito en la calle Abilio Calderón, número 74, actual Calle Mayor, número 46. La Sociedad estuvo vigente hasta 1985, tal y como se refleja en los libros de actas, momento en el que empezó su declive. Por este motivo, cuatro años después, a finales de 1989, un grupo de agricultores decidió refundar y legalizar la sociedad, adaptando los estatutos a los nuevos tiempos y denominándola Asociación Cultural San Isidro Labrador. En estos momentos, el edificio cuenta con un bar en la planta baja que suele ser frecuentado por los socios y un local para uso exclusivo de los socios y simpatizantes en la planta superior, que es donde celebran sus reuniones y otros actos durante el año, como la fiesta de San Isidro Labrador. La Asociación también acompaña a los socios difuntos con la bandera nacional o con el estandarte realizado en 2015 para conmemorar el centenario de la Sociedad.