Una tormenta de granizo destroza 17 coches y obliga a realojar un campamento

La tormenta comenzó a descargar en torno a las nueve de la noche. La intensidad del granizo era tan fuerte que muy pronto se dieron cuenta de que nadie podía permanecer al aire libre, por lo que tanto clientes como trabajadores se refugiaron en el interior de las instalaciones. Y no fue una tarea sencilla, puesto que durante estos días se desarrolla en este hotel de la Montaña Palentina una campamento para niños y jóvenes, con 350 personas. «Menos mal que está muy bien organizados y que hay prácticamente el doble de monitores de los que se exige por normativa, con lo que todos los chicos estuvieron a cubierto en unos pocos minutos y nadie resultó herido», explica Eduardo Ibáñez, quien señala, sin embargo, que parte del material del campamento resultó muy dañado, especialmente algunas tiendas de campaña. «Y eso que son de lona dura, pero los granizos las atravesaban y las han dejado destrozadas, inutilizables. Alguna se ha podido recuperar, pero hay muchos daños. Afortunadamente, el complejo del hotel es muy grande, disponemos de mucho espacio y no tuvimos problemas para realojar a los chicos que estaban en las tiendas de campaña y pueden seguir a cubierto hasta que se reponga toda el material y todo esté en buenas condiciones», señaló el propietario del hotel.

Eduardo Ibáñez lamenta también los cuantiosos daños que han sufrido diecisiete vehículos que se encontraban aparcados en el complejo. «Ha destrozado lunas, la chapa, hay muchos daños, pero no solo en coches. Tenemos todas la farolas rotas, ramas de los árboles, mobiliario de la terraza o la piscinas, las carpas para comedores, todo lo ha destrozado», explica el hostelero, quien ha comenzado a valorar los daños. «No podemos dar una cifra exacta aún, pero 500.000 euros, por lo menos», explica con preocupación, al tiempo que recuerda que hace solo un año asumió la gestión del hotel con su hermano Enrique. «Es una locura, en un año hemos sufrido ya dos granizadas monstruosas y un tornado, que nos afectó en el mes de diciembre. Pero a pesar de todo esto, no perdemos la ilusión», afirma.

Eduardo Ibáñez quiere reconocer también la rápida actuación de la Guardia Civil, que acudió hasta el hotel para prestar toda su colaboración, y también del Ayuntamiento de Velilla, cuyo alcalde Gonzalo Pérez Ibáñez, que puso a su disposición el polideportivo municipal por si era necesario para los realojos. «Nos hemos sentido muy apoyados y afortunadamente, como nuestro complejo es muy amplio, pudimos realojar a todos los niños y los monitores sin ningún problema en el propio hotel. Además, hay que destacar la responsabilidad de los niños, que en todo momento colaboraron y que no han dudado en ayudarnos a intentar adecentar las instalaciones y que puedan recuperar normalidad cuanto antes», asevera.