El ruido de los motores de la calefacción de Lecrác llega a 75 decibelios en la sala de estudios

Estudiar con una lavadora centrifugando al lado, no parece, desde luego, lo más conveniente, como tampoco debe serlo con el continuo ruido de un tren que pasa cerca. Pues esta es la situación a la que cada día se enfrentan los usuarios de la sala de estudios del centro cultural de la antigua cárcel de Palencia (Lecrác) en aquellos momentos en los que es necesario el funcionamiento del aire acondicionado o de la calefacción.

No es que en la antigua cárcel se haga la colada o que hayan desviado por allí las vías del ferrocarril. Lo que ocurre es que el nivel de ruido ambiente en esta supuesta sala de estudios durante estos días de invierno, en los que la calefacción se hace imprescindible, se eleva a los 75 decibelios, según las mediciones efectuadas por algunos de los usuarios con sonómetros particulares.

Se trata de un zumbido continuo provocado por los motores de los sistemas de calefacción, aire acondicionado y extracción de aires. Se ha intentado paliar este verano bajando el techo de la sala, pero el ruido sigue oyéndose con intensidad, provocando importantes molestias a los usuarios.

El Ayuntamiento es consciente de la situación, pero quiere abordar todos estos problemas de una forma conjunta y definitiva en una gran intervención, valorada en 300.000 euros, que se han solicitado al Ministerio de Fomento.

Por el momento, a esperar, y a seguir subiendo y bajando solo en ascensor, ya que las escaleras están precintadas por el riesgo de desprendimiento del techo. De nuevo, las goteras son las culpables. No hay duda, los cubos de agua colocados para recogerla medida que se filtra no dejan lugar a dudas.