«Si me quedo tres días más en Madrid, habría muerto»

«Comencé a notar síntomas compatibles con la covid el 20 de agosto, a la vuelta de vacaciones. Estaba en Madrid y empecé con los síntomas de manera súbita: tosía mucho, sentía mucho calor, dolores musculares y de cabeza. Llamé a mi mujer y a mi madre y a continuación al 112 de Madrid porque no me podía mover, a la hora y media o así llegaron y me hicieron la PCR», comenta este palentino al que su buena salud, su estado físico y sus 41 años no le han librado de sufrir con gran virulencia los estragos del virus.

«No entraron en la vivienda, me dijeron que me colocara en el umbral de la puerta sentado en una silla y así me tomaron la muestra. Les comenté que yo era desplazado de Castilla y León y me dijeron que tenía que llamar al centro de salud más cercano y que me tomara paracetamol e ibuprofeno. Les pregunté que no tenía nada en casa y que sí me podían dar algo, pero me dijeron que no eran farmacia y se fueron», afirma Ignacio Brágimo Abejón, que esa madrugada, la primera de varias, la pasó muy mal.

«Mi hermana, a través de una app, me mandó la medicación, y al día siguiente no me cogían el teléfono en el centro de salud, así que me fui a hacer la PCR por lo privado y me confirmaron que era positivo. El 22 de agosto por la noche tuve mucha fiebre, 38,9º, 39,2º... El domingo llegué a tener 41º, me asusté y como tengo un seguro privado, miré los centros concertados que tenía cerca y me fui a La Milagrosa. Estaba muy débil, rechazaba todo lo que comía y me hicieron placas y analítica, me prescribieron antibióticos y reposo y que me estuviera en casa confinado», asegura el abogado, que fue a peor en días sucesivos.

«No bajaba la fiebre y seguía sin poder comer, me dolía todo el cuerpo y me sentía muy débil. era la neumonía. He perdido casi diez kilos de peso. Mi familia me dijo que me viniera para Palencia Un familiar me fue a recoger a Madrid y me trajo a Palencia y me llevó directo al hospital Río Carrión. Me hicieron pruebas y me comentaron que me quedaba ingresado, yo pensaba que me iba a marchar para casa pero me subieron a la planta 11», señala Ignacio Brágimo, que empeoró en los días siguientes a su ingreso.

«Daba una saturación muy baja y me tuvieron que poner oxígeno. Estuvieron a punto de bajarme a la UCI», apunta Ignacio Brágimo. «Lo he pasado muy mal, encima estando solo. Yo soy deportista, no fumo ni hago excesos, pero los médicos me dijeron que si llego a quedarme tres o cuatro días más en Madrid, hubiera tenido un fallo multiorgánico y hubiese muerto», asegura el abogado palentino, que por fortuna no ha contagiado ni a su mujer ni a sus tres hijos.

«En el hospital de Palencia me atendieron muy bien los médicos y todo el personal sanitario, me pusieron un tratamiento antiviral con Remdesivir durante cinco días y con eso mejoré bastante. Me dijeron que había tenido una evolución mucho mejor de lo que esperaban por lo grave que había estado, pero que costaba limpiar la neumonía de los pulmones. Al parecer, tengo una carga viral muy fuerte y por eso tardo más en recuperarme. Ahora mismo estoy a un 70% de cómo estaba antes de coger el coronavirus, he perdido masa muscular y fuerza», agrega Ignacio Brágimo Abejón, quien, con su testimonio, quiere concienciar sobre la importancia de cumplir a rajatabla con todas las medidas de seguridad.

«La gente no se conciencia de la covid hasta que no le toca o no ve muy de cerca las consecuencias del virus. Al principio era incluso escéptico, aunque siempre he cumplido con todas las medidas de seguridad, pero después de pasarme esto, le digo a la gente que utilice solo las mascarillas homologadas», añade el abogado. «Me ha dado tiempo a pensar en muchas cosas, y los primeros días de ingreso ninguna de ellas buena, incluso que podía morirme, si bien a medida que pasaron los días pensaba en otras buenas, como lo importante que es la salud. Eso te hace recapacitar y ver la gran cantidad de imprudencias que comete la gente. A todos nos gusta salir, pero hay que hacerlo solo lo estrictamente necesario, nada más», concluye.