La primera reunión entre Ciudadanos y Vox en Palencia termina en fracaso
La formación naranja ha pedido a Sonia Lalanda el voto para Mario Simón, pero se ha negado a estudiar un programa de gobierno conjunto
Ciudadanos y PP no terminan de sumar a Vox en la ecuación necesaria para impedir que la candidata socialista, Miriam Andrés, que encabezó la lista ... más votada, se convierta en la próxima alcaldesa de Palencia.
El apoyo de Vox es necesario, puesto que la mayoría absoluta se alcanza con trece votos y los nueve del PP y los tres de Ciudadanos suman solo doce, con lo que ahora es necesario corterjar a la única edil electa de la formación derechista.
Pero la primera reunión negociadora, por llamarla de algún modo, entre la representante de Vox y los dirigentes de Ciudadanos ha terminado en fracaso, y habrá que esperar a la jornada de hoy para ver cómo se van desarrollando los acontecimientos, ya que el plazo se va agotando y cada vez quedan menos horas para el mediodía del sábado, en el que está convocado el pleno de investidura.
El desencuentro entre Vox y Ciudadanos se produjo por la negativa de la formación naranja a pasar a discutir un acuerdo programático de gobierno. El representante de Ciudadanos, miembro de la ejecutiva autonómica, se desplazó hasta Palencia para pedir el apoyo de la concejala de Vox para Mario Simón, candidato de Ciudadanos, tal y como figura en el acuerdo formalizado por las direcciones nacionales de la formación naranja y del PP.
Mientras, Sonia Lalanda trató de impulsar un debate centrado en la elaboración de un programa conjunto de gobierno que pueda aunar las principales propuestas electorales de Ciudadanos, PP y Vox. Sin embargo, desde Ciudadanos se le indicó que la directriz fijada por la dirección de la formación naranja es no ofrecer puestos en el gobierno a Vox, que esa era la 'línea roja'. Así, el negociador de Ciudadanos se esforzó en reclamar el apoyo de Vox como única forma de conformar un gobierno de centro derecha e impedir el paso a un gobierno socialista.
Esta actitud fue considerada por la concejala de Vox como una falta de respeto a sus votantes y exigió, para otorgar su voto a cualquier candidato, la participación en la elaboración de un programa de gobierno consensuado, sobre el que después estudiar los perfiles de todos los ediles de los tres grupos para fijar las responsabilidad de cada una de las personas.
«No he reclamado una concejalía, tal y como me están acusando. No es eso. Pero si me piden el apoyo para un candidado, lo lógico es que forme parte de ese proyecto, y ayer lo único que me traían era la exigencia de que votase al candidato de Ciudadanos y el desprecio a mi formación política», ha explicado Sonia Lalanda, quien insiste en que para prestar su apoyo «debo sentirme parte del proyecto».
Lalanda recalca que no tiene un interés especial por alcanzar cotas de poder, sino que quiere que el modelo de ciudad que defiende Vox pueda verse reflejado en la acción de ese equipo de gobierno. «Pero no estoy pidiendo una concejalía concreta, ni nada de eso de lo que me están acusando para presionarme, sino que se me integre en un equipo, que confeccionemos un programa de gobierno y después ya se verán los cargos y responsabilidades, en función de los perfiles, capacidades y disponibilidad. Yo ni siquiera pido una dedicación exclusiva, no creo que sea necesaria para desarrollar la actividad municipal, y, de hecho, es otra de nuestras exigencias, que las dedicaciones exclusivas se limiten a quienes sea imprescindible que la tenga por la especial dedicación del cargo. Para el resto, no. Porque aquí no venimos a vivir de la política, sino a servir a los ciudadanos», señala.
Sonia Lalanda espera ahora una nueva llamada de Ciudadanos y del PP para avanzar en la negociación, «y espero que esta vez vengan dispuestos a discutir sobre un programa de gobierno, no sobre imposiciones que vienen de Madrid o sobre meros repartos de sillas», sostiene.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión