Borrar
Dos visitantes contemplan la obra ‘Personajes’, de Félix de la Vega. Marta Moras
Pintura palentina para disfrutar

Pintura palentina para disfrutar

La Casa Junco clausura este domingo, 24 de septiembre, la exposición de grandes artistas de los siglos XIXy XX

fernando caballero

Palencia

Viernes, 22 de septiembre 2017, 12:12

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Un panorama amplio de la pintura en Palencia se muestra en la Casa Junco, fruto del amor al arte del empresario Julio C. Andrés, que ha atesorado una colección que por primera vez se exhibe al público en la Casa Junco, en una muestra organizada por el vicerrectorado del campus universitario y en la que ha actuado de comisario. El grueso de la exposición lo integran los cuadros del coleccionista, aunque se ha enriquecido con obras cedidas por artistas y por particulares. Lo que se puede contemplar en la sala es una visión amplia de la pintura creada en Palencia en los siglos XIX, XX y lo que llevamos del XXI. Son varias generaciones de artistas que ponen de manifiesto la creatividad desarrollada por hombres y mujeres, pocas es verdad, nacidas en Palencia.

La muestra, que se clausura este domingo, 24 de septiembre, arranca con una nómina de creadores fallecidos de los siglo XIX y XX. Es sin duda, un primer capítulo interesante al mostrar la obra de los pintores de la centuria deminonónica, que fue fructífera en Palencia. La primera obra es un ‘Apunte de playa’, de Juan Manuel Díaz-Caneja (1905-1988), un artista del siglo XX, muy conocido por la fundación que exhibe parte de su obra, aunque esta pieza forma parte de una faceta poco vista por el público, la del Caneja dibujante. De Victorio Macho (1887-1966) se expone un carboncillo titulado ‘Retrato de señor con sombrero’ y otro, ‘Retrato de mujer con coleta’. La celebración del quincuagésimo aniversario de la muerte del escultor sirvió el año pasado para poner de manifiesto la extraordinaria calidad de sus dibujos, como se aprecia también estas piezas.

El siglo XIX está representando en este primer capítulo por varios cuadros de Eugenio Oliva (1852-1925), retratos de su mujer y de su hijo, ‘Mujer del abanico’, un autorretrato, una marina y la obra ‘Arlequín en Roma’, que muestra su paso por la Academia Española de Bellas Artes de Roma –que dirigía el pintor palentino José Casado del Alisal–, en la que fue pensionado en la disciplina de Pintura de Historia. En estas obras se percibe el exquisito tratamiento del dibujo, fruto de la formación académica, una característica que es común a los pintores decimonónicos.

Así ocurre con el citado Casado del Alisal (1832-1886), del que se expone ‘Retrato de señora con mantilla, que representa a una elegante mujer de clase alta; o con otro ‘Retrato de mujer’, en este caso de Asterio Mañanós (1861-1935). Las obras expuestas de estos tres pintores, Oliva, Casado y Mañanós, reflejan un estilo alejado del historicista por el que son más conocidos y han pasado a la historia de la pintura española.

La nómina de pintores de este primer capítulo la cierra Pedro Mozos (1915-1982), del que se organizó en Baltanás una exposición antológica en 2015 con motivo del centenario de su nacimiento, que se completó con la edición de una monografía a cargo de María José Landete. De esta autor se exhibe ‘Puerto de Canarias’ y ‘Figuras recortadas’, que expresan un estilo con mucha personalidad. En este primer capítulo no falta una obra de género religioso, San Leonino Obispo, del siglo XVIII, que se encuentra fuera del discurso palentino de la exposición.

A partir de este camerín de grandes pintores del XIX y XX, la exposición de la Casa Junco continúa con artistas, algunos ya fallecidos pero cercanos al tiempo actual. Aunque el discurso expositivo está organizado por temas, la referencia de esta reseña tendrá como eje central a los pintores, cuyas obras presentes, en general, reflejan los estilos propios de cada uno, sus temas y sus técnicas.

Un salmantino muy vinculado a Palencia a través del grupo Muriel, José Antonio Muñoz Bernardo (Guijuelo, 1958), abre el itinerario, con obras de tema palentino, ‘Calle Don Sancho’, ‘La catedral’ y ‘Edificio de la plaza de la Inmaculada’, además de ‘Nenúfares’. Todas ellas reflejan un estilo caracterizado por una buena base en el dibujo y una pincelada que se mueve entre realista e impresionista.

Rafael Oliva (1932-2004) está presente con tres ceras –‘Callejuela en San Miguel’, ‘Convento de las dominicas’ y ‘Mulas’– muy significativas de su estilo, marcado por el color y una textura suave y límpida.

Fernando Escobar (1936) es un pintor muy presente en la colección por los lazos familiares que le unen a Julio C. Andrés y en la exposición. Paisajes y bodegones de colorido esplendoroso y un ‘Carnaval’ muy vivo resumen la larga trayectoria de este pintor gallego hecho palentino por los cuatro costados.

De José Luis Onecha (1955) se expone un cuadro grande de ‘Puentecillas’, un tema que ha abordado reiteradamente con una pincelada muy intensa, un ‘Bodegón de membrillos’ y un ‘Segador’, obra de una época anterior del pintor eldanense.

El hiperrealismo de Antonio Guzmán Capel (1960) se pone de manifiesto en ‘Puente de Reinoso’, ‘Manos de golfista’, ‘Bodegón de latas’, ‘Oficio religioso’ y ‘Retrato de niño’, mientras que Antonio de la Peña (1938) ofrece su muy personal visión plástica del mar con ‘Marina con barco negro’ y ‘Marina de barcas rojas’ con un tema rural castellano, ‘Pastor con rebaño’.

De Ángel Cuesta (1930) se muestra una plumilla de un edificio de la Plaza de la Inmaculada, que ilustra uno de los muchos géneros que cultiva el decano de los pintores de Palencia. Si hiperrealista es Capel, otro pintor que se mueve en esta tendencia, con gran éxito de ventas, es Fernando Sanz Pedrosa, que en ‘Junto al riachuelo’ retrata a un niña pensativa en una ribera.

Álvaro Reja (1950) presenta sus últimas obras creadas. El pintor se encuentra inmerso en la pintura de toreros, llenos de color, con rostros alargados, que se complementa con una simpática ‘Escena de circo’, también muy colorista.

Joaquín Recio ofrece un paisaje romántico en ‘Riachuelo en la oscuridad’, mientras que las abstracciones de Vicente Mateo (1941-2015) evidencian la vigente de este pintor. Una abstracción que también se ve en Manuel Ruesga (1952), en un cuadro alejado del surrealismo reinternografusionista que cultivó en Palencia. El arquitecto Carlos Junco está presente en la colección con un potente cuadro matérico denominado ‘Flores’.

El pintor más joven presente en la colección es Carlota Reja, de 21 años, que expone un bodegón de colores fuertes y dinámicos.

De Tomás ‘Abbé’ Nozal (1950) se han colgado dos cuadros de la serie del Cristo del Otero, en la que el pintor palentino reinterpretó la conocida imagen de Victorio Macho en diferentes estados como ‘Superpan’. Termina el itinerario con Félix de la Vega (1959), del que se ofrecen sus peculiares personajes y tipos, salidos más del mundo taurino, bohemio y tabernario.

La incorporación de pintores al margen de la colección de Julio C. Cuesta permite contemplar obras de Germán Calvo (1910-1995), con el óleo ‘Campo de Castilla’, tema muy frecuente en su producción; una acuarela ruralista de Jesús Meneses (1922-2004), también típica de su obra; un bodegón de la catedrática de instituto María Romero (1890-1988), una pintora de la que sería interesante indagar más en su vida y en desconocida obra, y tres mujeres: Pilar Centeno, María Cruz Antolín y Soraya Triana.

La exposición está salpicada con obras escultóricas de Eduardo Martín, figuras de animales en madera que acercan este artista a la naturaleza, ‘Buitre’ y ‘Búho’ y a la tipología castellana, ‘Pastor’.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios