Las gasolineras encaran el puente de la Inmaculada como el último empujón del año
El sector destaca que estos días concentran más actividad que la propia Navidad y mantienen expectativas moderadas hacia 2026
Las horas previas al puente han devuelto a las estaciones de servicio un pulso que, para muchos pequeños empresarios del sector, equivale al «último gran ... empujón» antes del cierre del ejercicio 2025. No es sólo el volumen, es la intensidad concentrada en unos días en los que los desplazamientos por motivos familiares y de ocio multiplican las visitas a estos establecimientos, las compras en tienda y la rotación de productos.
En Palencia, donde las gasolineras combinan formato tradicional, áreas de servicio y surtidores automáticos, el resultado es un cuadro de actividad notablemente superior al de un fin de semana cualquiera y, según las palabras de los propios profesionales del sector, más relevante que las propias fechas navideñas.
Este repunte previo al puente se ha convertido, con el paso de los años, en una especie de termómetro para medir la capacidad del sector de cara al cierre del año. Aunque el consumo anual se ve influido por factores como el precio de los carburantes, la estacionalidad laboral o los movimientos turísticos, son estos días de diciembre los que permiten a muchas estaciones calibrar sus números finales y prever la entrada en los meses más fríos. Además, la evolución de la movilidad pospandemia, con más desplazamientos cortos y menos viajes largos en familia, ha hecho que los picos de actividad se concentren en intervalos cada vez más definidos del calendario.
«La gente se mueve mucho durante este puente de diciembre, creo que es de los que más gente mueve del año. La gente aprovecha para ir a sitios típicos de navidad, luces y casas rurales. La gente sube mucho al norte a esos pueblos con tradición navideña», explica Manuel Suances, propietario de la Gasolinera Suances, uno de los establecimientos que todavía mantiene atención 24 horas y tienda abierta. Para Suances, las fechas navideñas suponen además una oportunidad para la tienda ante la reducción de horarios en el resto de la competencia en fechas tan señaladas: «El puente es el último empujón fuerte para nosotros antes de terminar el año. Además con la tienda tenemos también bastante venta al estar todo cerrado».
El patrón descrito por Suances casa con la percepción de otras estaciones de la provincia. «Este puente es muy fuerte para nosotros, incluso más que los días de Navidad», reconoce Óscar Infante, propietario de la estación Repsol junto a Aupasa.
Infante apunta a una dinámica que se repite en todos los puentes: consumo concentrado antes de la salida y menor actividad durante los propios días en las gasolineras urbanas. «Es cierto que la víspera se vende mucho, pero luego al día siguiente no vendes nada. Pasa siempre en todos los puentes, antes de los días festivos se vende mucho y luego durante los propios días no se vende tanto, al menos las gasolineras que somos de ciudad».
Virginia Miguel, encargada de la estación Avia de Palencia, introduce una lectura complementaria: el puente atrae desplazamientos de corto recorrido y visitas al pueblo que no siempre se repiten en Navidad. «En Navidad seguramente recibamos más gente en Palencia de la que se marcha fuera. La gente prefiere venirse al pueblo, entonces sí es verdad que tenemos más movimiento ahora en este puente que luego en las fechas que son más señaladas de Navidad», afirma. La responsable de la estación de servicio añade una previsión sobre la demanda: «Para el puente la gente se va a mover, pero no se van a concentrar mucho porque ahora la gente suele ir y volver en el día. Van normalmente a cosas relacionadas con la Navidad, que suelen ser destinos que en estas fechas siempre tienen mucha movilidad».
Este tipo de desplazamiento «ida y vuelta» genera un comportamiento de consumo muy concreto. No se trata tanto de llenar el depósito entero como de realizar repostajes medios de entre 20 y 40 euros, suficientes para trayectos cortos.
Frente al volumen de trabajo de estos días, la incertidumbre sobre el futuro inmediato también marca el discurso del sector. Los responsables muestran cautela sobre la evolución de precios y sobre medidas que podrían afectar al diésel. Manuel Suances admite que, en global, «el precio está alto en todos los productos, entonces la gasolina no está exenta de la subida generalizada que tenemos ahora» y apunta a que, con la entrada de 2026, «todavía no sabemos mucho respecto a si se mantendrán, presuponemos que sí. Creo que al diésel le pegarán una pequeña mordida y puede ser que sí se lleve un varapalo en cuanto a los precios».
Óscar Infante, por su parte, evita pronosticar hasta ver eventuales decisiones políticas. «No sabemos demasiado sobre si los precios se mantendrán con la entrada del año. Quieren poner un impuesto al diésel, pero cuando lo veamos, podremos decirlo, estamos todavía a la expectativa».
La realidad sobre el precio actual es que Palencia se encuentra por debajo de la media nacional en cuanto a precios. Los precios medios en la provincia rondan los 1,38 y 1,59 euros por litro para gasolina y 1,29 y 1,59 para diésel. Las previsiones de parte del sector respecto a una posible bajada de precios durante el puente podrían incluso suponer un incremento de movilidad durante los próximos días: «La gente se va a mover porque son días que la gente se mueve, pero si baja un poco el precio a lo mejor se animan un poco más», explica Virginia Miguel.
A esta realidad se suma un elemento que cada vez pesa más en el análisis sectorial: la incertidumbre regulatoria. La posibilidad de que se modifique la fiscalidad del diésel, el debate sobre los plazos de la transición energética o la expansión progresiva del coche eléctrico generan dudas sobre el medio y largo plazo. Aunque los profesionales consultados coinciden en que el impacto real es gradual, sí reconocen que el consumidor está más informado que nunca y actúa con mayor prudencia cuando percibe inestabilidad en los precios.
No obstante, entre los gasolineros también hay espacio para la moderación. Virginia Miguel prevé que los meses inmediatos a la Navidad serán complicados para el sector y por eso augura estabilidad más que subidas drásticas al comenzar 2026. «Creo que el precio se mantendrá estable durante la entrada del año porque viene un par de meses malos. Enero, febrero y marzo son meses malos para el sector, entonces imagino que no subirá mucho el precio». Además, añade un matiz sobre la movilidad de los consumidores: la reducción del parque diésel y el aumento de gasolina e híbridos podrían influir en la demanda futura.
A nivel provincial, el sector percibe otros movimientos que también condicionan su actividad. El crecimiento del coche híbrido está modificando los patrones de consumo, con repostajes más espaciados y menor dependencia del surtidor. En algunas estaciones, esto se traduce en un cambio de perfil del cliente: menos visitas de viajeros de largo recorrido y más apariciones de consumidores locales que aprovechan el paso para tareas rápidas. Por otro lado, las estaciones situadas en accesos estratégicos -salidas hacia Burgos, Valladolid, León o Cantabria- mantienen un volumen constante gracias al tráfico interprovincial y al transporte ligero, menos condicionado por las oscilaciones estacionales.
Más allá de los precios, los cambios estructurales en la ciudad y en el mercado inciden en el día a día de las estaciones. La peatonalización de las calles Don Sancho y Cestilla ha provocado una reorganización del tráfico en el centro, con afectaciones concretas. «Ha sido lo peor que han podido hacer. Me parece muy bien que las ciudades sean accesibles y cómodas, pero no hay sólo un público peatonal. Los clientes que vienen se quejan bastante de ello y desde entonces sí hemos notado que viene menos gente y han bajado las ventas», denuncia Suances, que lamenta la pérdida de clientela por la nueva movilidad urbana.
Otros responsables señalan la competencia de las gasolineras 'low cost' y la proliferación de surtidores automáticos como retos competitivos que la red palentina afronta con distintas estrategias: servicio asistido, tienda 24 horas, lavado o pequeñas zonas de restauración. En muchos casos, el objetivo no es ganar volumen, sino diferenciarse: ofrecer atención, comodidad o amplitud de servicios allí donde las marcas de bajo coste se limitan al autoservicio rápido.
El puente y las fiestas, en este escenario, actúan como una prueba de estrés donde se combinan tradición comercial -la atención y la venta en tienda- y modernización operativa -autoservicio y actualizaciones de precios en tiempo real-. Para el consumidor, la recomendación implícita es planificar: los días previos concentran ventas y la oferta es amplia, por lo que elegir el momento y la estación puede marcar la diferencia en la experiencia de viaje.
Palencia entra en la última parte del año con una red de gasolineras que muestra resiliencia: actividad intensa en días puntuales, cautela ante la política fiscal y una mezcla de servicios que busca captar tanto al conductor que prioriza rapidez como al que valora el trato. Si el puente es, como repiten los gasolineros, «el último empujón» antes de 2026, el sector llegará a los primeros días del año con las cuentas hechas, las expectativas medidas y la vista puesta en la gestión de tres meses que, tradicionalmente, son los más fríos para los surtidores. En ese contexto, la campaña navideña, aunque más moderada, sirve de referencia para comprobar cómo resiste el consumo del día a día y qué margen tendrá el sector para adaptarse a un inicio de año que, según los responsables, exigirá prudencia, planificación y, sobre todo, capacidad para retener al cliente en un mercado cada vez más competitivo.
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