José María Pérez 'Peridis' | Arquitecto y escritor
«He tenido la fortuna de poder restaurar mi infancia y ponerla al servicio de los demás»Busca que los palentinos, «que son muy buena gente, disfruten y pasen un buen rato«, dice en la presentación de su último libro en el Ateneo
José María Pérez, más conocido como 'Peridis', (Cabezón de Liébana, 1941), arquitecto, dibujante y uno de los divulgadores del patrimonio artístico más influyentes de España, ... regresaba este miércoles a Palencia para presentar en el Ateneo su último libro, 'El tesoro del convento caído' ambientado en el monasterio de Santa María la Real de Aguilar de Campoo.
El creador cántabro, aunque criado en la Montaña Palentina, vuelve a encontrarse con su público en una obra en la que despliega de nuevo su mirada humanista, su ironía característica y su empeño por acercar la historia y la arquitectura al lector. Esta vez, haciendo de su último libro una autobiografía en forma de cuento y en el que el lugar que fue su plaza y lugar de recreo es protagonista.
Como ha ocurrido en cada presentación, y no han sido pocas, Peridis ha buscado que los palentinos, «que son muy buena gente», disfruten y pasen un buen rato. «Cuando voy a una presentación lo que quiero es que la gente se divierta, que lo pasen bien y que también sea para ellos una velada inolvidable».
-¿Cómo surgió la escritura de esta nueva obra?
-Ya he hecho 84 años… y la esperanza de vida es de 84. Pues he dicho, ¿y si me sacan de este mundo sin permiso? No me quería ir sin hacer mi biografía y antes de que la haga otro, la escribo yo. La gente se puede creer que soy un arquitecto que he hecho caricaturas, pero he hecho más cosas. Y he tenido muchas, muchas personas que han trabajado conmigo para levantar un monasterio y para hacer unas actividades que den vida a la sociedad. Eso es lo que llamaban los antiguos gran testimonio. En este caso, he llevado el testimonio yo mismo contándolo como un cuento. Es mi vida como el Flautista de Hamelín.
-Entonces, ¿se podría decir que es un libro autobiográfico?
-Sí, pero es una novela. Es decir, dentro de 15 años, si no la han quemado, pues será una novela. Yo he leído las memorias de Casanova y están escritas con una soltura, con una gracia y con una versatilidad que, aunque se ha tirado el moco muchas veces con los ligues que tenía, es una gozada leerlas. Esta va desde que me bautizaron en 1941 hasta la actualidad.
-¿Mezcla ficción con realidad?
-Todo es realidad, aunque está escrita en modo novela y se lee como un cuento. Todos los personajes son reales y están con nombres y apellidos.
-¿Y hay algún aspecto de la actualidad que haya influido también en esta novela?
-La realidad social. La conservación del patrimonio, el paro de los jóvenes, la despoblación en la España interior, la llegada de Trump con su doctrina de 'estáis despedidos'. Y todo el argumento del libro no es que estáis despedidos, sino que estáis admitidos. Todos los personajes valen para algo. Hay que encontrar un sitio. Cada persona tiene que encontrar su lugar. Y eso se hace ayudándonos unos a otros.
-¿Las nuevas generaciones en Palencia valoran más el patrimonio?
-Esa es una pregunta que tienen que responder los propios palentinos, pero yo creo que hay, por lo menos por parte de la sociedad y de las administraciones, otros recursos y otra sensibilidad. Se valora más lo antiguo como memoria, como de dónde venimos y no como algo viejo que se cae. Aunque sí tenemos una deuda enorme con lo popular, con la arquitectura popular, con el románico perdido en esos pueblos medio abandonados, que lo estamos dejando caer en cierta medida, y las próximas generaciones nos lo reclamarán.
-¿Qué tiene de especial el eje principal de este libro, el monasterio de Santa María la Real?
-Para mí tiene de especial que era mi patio y en vez de solo recordarlo, lo he vivido, lo he restaurado y ha formado parte de mi vida. He tenido la suerte de volver a la infancia para restaurarla, pero no dejándola cosméticamente restaurada, sino para llenarla de vida, para darle una nueva vida en una nueva sociedad. Y esa es una fortuna que no tiene casi nadie en este mundo, poder restaurar su propia infancia y ponerla al servicio de los demás.
-Por último, ¿tiene en mente un próximo libro? ¿Está escribiendo algo nuevo?
-No, ni quiero pensarlo. Porque me he dado una paliza para escribir esta última novela y ahora tengo que hacer otras cosas, tengo que hacer ejercicios, estoy empezando a anquilosarme, voy cumpliendo años. Seguiré con calma y con esperanza de vivir otras experiencias todavía.
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