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Carmen Aguado
Viernes, 1 de septiembre 2023, 23:08
Era una de las tardes con mayor expectación de la feria taurina de San Antolín de este año. El torero madrileño Julián López, 'El Juli', se despedía este viernes de la plaza de Campos Góticos que le ha visto actuar hasta en veinte ocasiones, siendo el segundo diestro que más veces ha toreado en Palencia, solo superado por Enrique Ponce que lo ha hecho veintitrés. Un idilio de casi tres décadas entre El Juli y la ciudad que comenzó a fraguarse en 1995, cuando, con apenas doce años, actuó por primera vez en Campos Góticos acartelado en un festival que rendía homenaje al torero de la tierra, Marcos de Celis.
Diego Ventura: Ovación y oreja.
El Juli: Ovación y dos orejas.
Fernando Adrián: Dos orejas y dos orejas y rabo simbólicos (Indulto).
Ganadería: 2 toros de Guiomar Cortés de Moura para el rejoneador Diego Ventura y 4 toros de Zacarías Moreno para los diestros Fernando Adrián y El Juli.
Incidencias: Corrida mixta. Tercera de abono. Más de media entrada en una tarde con gran ambiente en los tendidos. Baja de última hora de Morante de la Puebla, quien fue reemplazado por Fernando Adrián.
El público palentino ha visto crecer a un diestro que ya había abierto la puerta grande de Campos Góticos en once ocasiones, doce con esta, lo que le convierte ya en uno de los nombres propios de la historia de esta plaza. Por eso, no ha sido de extrañar los gritos de 'Juli, quédate' que se han podido escuchar durante toda la tarde.
Por eso, entre un prolongado aplauso general y vítores, como no podía ser de otra forma, despidió la afición de Palencia a un torero que ha dejado grandes tardes para el recuerdo en el coso taurino y que siempre ha demostrado una gran predisposición que ha sido valorada y premiada tanto por el palco como por el público.
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No contó con el mejor lote al madrileño en la tarde de su adiós. Recibió al primero con el capote que desde las primeras embestidas dejó ver que no estaba sobrado de raza. Sin embargo, el torero lo intentó con sendas tandas por la derecha logrando arrancar los primeros aplausos del público. Falló con el acero hasta en cuatro ocasiones privandolo de cualquier posibilidad de trofeo.
El segundo de su lote mostró mayor recorrido permitiendo al torero poder fundirse en dos tandas de sentimiento y conexión con el público. La afición, entregada, se volcó con el diestro premiando su oficio y torería. Culminó con una estocada certera a la que el palco otorgó las dos orejas que le hicieron salir, por última vez, por la Puerta Grande de Campos Góticos.
Cerrando la terna, Fernando Adrián, quien sustituía a Morante de la Puebla tras causar baja de última hora. De esta forma, el triunfador de la Feria de San Isidro hacía el paseíllo por primera vez en Palencia debutando junto a quien fue padrino el día de su alternativa, El Juli. Una tarde muy especial para el madrileño que desde el inicio de la tarde demostró por qué está siendo uno de los nombres propios de esta temporada.
El joven diestro contó con el mejor lote de la tarde. Durante la faena del primero, manejó los vuelos con suavidad manteniendo una postura erguida y aplomada con pases ceñidos de gran calidad que pronto le hicieron conquistar al público palentino. Una acertada estocada le valió las dos primeras orejas de la tarde.
Pero fue 'Finito', el sexto toro, el verdadero protagonista. El morlaco, brindado a su padrino, El Juli, mostró durante los tres tercios una gran bravura y recorrido. Su transmisión honda y profunda le permitió salvar su vida ya que, por petición del público, fue indultado por el torero madrileño. Una faena con la que logró pasear dos orejas y un rabo simbólicos ante la entrega de los aficionados.
La tarde fue menos lucida para el rejoneador Diego Ventura, quien llevaba trece años sin actuar en el coso palentino, y que abrió plaza a lomos de 'Velásquez' pero fue a galope de 'Nivaldo' cuando logró ejecutar unas vibrantes banderillas. La falta de acierto con el rejón de muerte le brindó solo una ovación. Con el tercero, el portugués afincado en Sevilla trató de quebrar en la misma cara unos pares muy ajustados. Pero el astado se agarró más al priso que el primero por lo que el rejoneador sólo pudo lucirse con 'Bronce' en la corta distancia. Su acierto con el acero le premió con una oreja.
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