«Es complicado no ser aceptado por la gente. Yo lo he vivido y es muy difícil»
Agradece el asesoramiento y apoyo de Cáritas, entidad que le ha ayudado a encontrar un trabajo y a sacarse el carnet de conducir
Llegó hace dos años a Palencia, procedente de Estados Unidos, donde había vivido durante cuatro lustros, desde que abandonó su México natal. Javier Rosano Ruiz ... llegó hasta la capital del Carrión en busca de una oportunidad y de una vida mejor. Y este lunes quiso contar su experiencia, narrar sus malos momentos y cómo fue Cáritas quien le tendió una mano invisible y ya no le dejó caer y le sostuvo hasta que se sacó el carnet de conducir o encontró un trabajo. «Ahora cuento con un puesto y he recuperado la esperanza», señaló con optimismo.
«Tenemos miedo y dudas porque todo es distinto, la gente, las costumbres, la comida...», narraba, poniendo voz a través de su experiencia a cientos de inmigrantes que arrancan en un país desconocido. «Es complicado no ser aceptado por la gente. Yo lo he vivido personalmente y es muy difícil», subrayó, a la vez que reconocía que al principio se negó a ir a asociaciones de ayuda y que cada vez cayó en un pozo más oscuro. «Y lo importante es dejarme ayudar», subrayó.
Entonces apareció su ángel de la guarda, Ana Luz. «Ella fue quien me dijo que en Cáritas podían ayudarme de muchas maneras», rememoraba. «Allí me dieron palabras de aliento, de esperanza.... Y todo este asesoramiento me hizo recuperar la esperanza», añadía. Desde la entidad le apoyaron en la búsqueda de empleo, en el manejo de los ordenadores o incluso con la impresión de currículum. «Su ayuda y su apoyo me animaba en las situaciones donde yo no era capaz de vez la luz».
El tiempo no jugó a su favor, ya que reconoció que «pasaron muchos meses». Pero desde Cáritas Palencia tanto los trabajadores como los voluntarios no paraban de repetirle que no se desanimase, de tenderle esa mano invisible y decirle frases como: «Esta entrevista no fue, ya llegará la buena».
«Me animaban en cosas tan simples como el carnet de conducir, que se alegraron tanto o más que yo», reconocía. «Creer en mí me ha hecho sentir muy bien», agregaba y así resumía cómo se encontraba después de que hubiesen confiado en él.
Puso fin a la narración de su experiencia con un agradecimiento triple a Cáritas. «Gracias, gracias y gracias de todo corazón. Por favor no dejen de hacer lo que hacen. Hay mucha gente buena, que solo necesita que le den una oportunidad», concluyó Javier Rosano Ruiz, voz y rostro de una de las 3.058 personas que recibieron apoyo y ayuda en Palencia de la mano de entidad en 2024.
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