Castrillo de Onielo: «La historia es el espejo donde se miran las nuevas generaciones»
«Quiero recordar a Ampelio González, misionero comboniano del Sagrado Corazón al que los vecinos de la localidad quisieron recordar colocando una placa tras su muerte en Uganda en el año 2003»
De historia, de batallas, de reyes, de personajes famosos y no tan conocidos que dieron nombre a los pueblos se han publicado y escrito libros. Sobre estas personas se han relatado muchas historias porque ellos consiguieron hitos importantes que les convirtieron en personajes ilustres o conocidos. Ellos, son seña de identidad y estandarte. Pero aprovechando esta pausa y una hoja en blanco quiero escribir unas líneas que dejen rastro de otras personas que dieron vida al municipio.
Quiero recordar a Ampelio González, misionero comboniano del Sagrado Corazón al que los vecinos de la localidad quisieron recordar colocando una placa tras su muerte en Uganda en el año 2003. A Erfideo, actual párroco de Castrillo, en activo desde la década de los 60. A todas esas personas con oficios ya perdidos que levantaron con sus manos la iglesia, la muralla, tapiales imposibles, corrales, chozas, fuentes... Personas a las que no podemos poner nombre pero que nos dejaron un gran legado. A la familia López que cuida y restaura un molino con más de 300 años de historia.
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A la familia Calvo dedicada a la elaboración de dulces y pan durante más de 60 años. A esas generaciones de agricultores y ganaderos que trabajan el campo y cuidan de sus animales. A todas esas personas que sin querer están escribiendo unas páginas de gran valor que serán el espejo donde se miren las nuevas generaciones.