Casas y hoteles rurales de Palencia afrontan el puente de diciembre y Navidad con incertidumbre
Las restricciones impiden la llegada de turistas de Madrid, Cantabria o País Vasco y el miedo convierte estancias de fin de año en cancelaciones
N. Estalayo y C. R. Miguélez
Palencia
Domingo, 22 de noviembre 2020, 08:36
Las cancelaciones no dejan de sucederse a lo largo del mes en el sector de alojamientos de turismo rural de la provincia. Los hosteleros ... aclaran que muchos de los turistas provienen de Madrid, Cantabria o País Vasco, con lo que el cierre regional de fronteras ha causado muchas bajas entre los viajeros, algunos de los cuales también proceden del extranjero. En ciertos casos, las cancelaciones han podido compensarse con otras reservas de personas procedentes de Castilla y León, pero otros alojamientos se quedaron vacíos durante el puente de Los Santos y para el puente de la Constitución se teme que pueda pasar lo mismo, si la situación no cambia. El cierre de bares y restaurantes, sobre el que el presidente de la Junta aseveró hace algunos días que «durará lo que tenga que durar», también desanima a los viajeros a desplazarse. Así, para fin de año, aunque todavía se mantienen algunas reservas, existe mucha incertidumbre y escepticismo.
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El sector turístico de la 'llanura' palentina expresa su desánimo por los números del otoño, una época normalmente próspera para la zona. «No hay nada, casi todo de aquí a Navidades se ha cancelado», admite el presidente de la Asociación Palentina de Turismo Rural Canal de Castilla-Camino de Santiago (Apatur), Juan Carlos González Ordóñez. Indica que antes de la pandemia predominaban grupos grandes, de 10 o 15 personas. «Uno de nuestros fuertes reside en que las familias y los grupos de amigos se reúnan aquí, como punto intermedio entre varios lugares, y ahora que se ha restringido el número de personas a seis, o que no se pueden juntar los no convivientes, todo eso se ha perdido», explica. «La cosa está paradísima. Nosotros hemos tenido muchas cancelaciones en noviembre; tenemos muchos turistas que vienen de Cantabria, Madrid o Bilbao. También para el puente de la Constitución, aunque hemos podido reservarla para otro grupo que viene de León», comenta Marcos Casado, de la casa rural Las Vacas, de Cervera de Pisuerga. Del mismo modo, asegura que para poder llenar se están ofreciendo muchos descuentos y ofertas, porque prefieren tenerla ocupada para «al menos, cubrir gastos, ya que no hay ayudas». «Para Nochebuena la tenemos ocupada por gente de Cantabria y para Nochevieja la teníamos para turistas de Bilbao, pero han decidido anular. Hay mucha incertidumbre y la gente prefiere reservar a última hora», detalla.
«Cinco días antes del puente del Pilar, no había nada alquilado. Sin embargo, luego se ha llenado, y eso dice mucho de cómo se trabaja ahora mismo», apunta el presidente de la Red de Turismo Rural de la Montaña Palentina, Fidel González. «Estamos en una situación de espera, en la que a menudo el día antes llama un grupo y preparamos a toda prisa la casa para recibirles. Pero esperanzas no tenemos ninguna. A ver si en Navidades es posible que nos levanten un poco la mano y podamos sacar algo», suspira.
«El sector está ahora muy flojo. Para el puente tenemos poco, y para las Navidades, nada. Pocas llamadas en general», indican desde la casa El Mayorazgo, de Cordovilla de Aguilar, afirmando que «la gente está con miedo y poco animada a moverse, y el cierre de bares y restaurantes no ayuda». Del mismo modo, desde el hotel Valentín, de Aguilar de Campoo creen que el cierre de la hostelería perjudica al movimiento en el sector del alojamiento. «¿Quién va venir si no pueden tomar un café ni comer en un restaurante?», señala Elena García, quien también recalca que está todo «muy parado». «No sabemos ni siquiera si van a abrir la hostelería, así que la gente no puede hacer planes», apunta.
Además, Elena García suscribe que el futuro inmediato es incierto. «Como nos avisan prácticamente de un día para otro, pues estamos a la expectativa de ver qué pasa», indica. «En Nochevieja hay reservas, clientes que tenemos todos los años. Para nosotros las Navidades no son nunca de muchas reservas de hotel, pero sí de restaurante, aunque este año atípico nadie puede planear nada», resalta. Y en el puente de la Constitución, siempre lleno con la gente del cine, el Valentín no podrá contar con los huéspedes del Aguilar Film Festival, que se celebrará este año 'online'. Algunas voces miran más lejos incluso. «Esperamos también a la primavera, que es cuando empieza a despertar la gente, a querer viajar y a subir a la montaña a ver la floración», recordaba el presidente de la Red de Turismo Rural de la Montaña Palentina. «Nuestro potencial es el parque natural, no hay que olvidarlo», explica.
El punto positivo lo ha dado el verano, que según destaca García «ha sido mucho mejor de lo esperado». «Ha habido mucho turismo por el norte y lo hemos notado», subraya. De la misma manera, desde la casa de Los Chozos, de la Braña de Brañosera, reconocen que la situación desde el periodo estival ha estado bastante bien, pero en general bajó en octubre y noviembre. «El puente está ocupado y las Navidades también, pero como todo es tan incierto ya no se puede asegurar nada», señala escéptico Manuel Miguel.
Raquel Rodríguez, del Hotel Cildá de Olleros de Pisuerga, que aún no registra reservas para el puente de diciembre, aboga por el buen trabajo que realizan los que trabajan en el sector. «No creo que el problema esté en la hostelería, ya que se está demostrando que en lugares como Madrid, en los que la hostelería está abierta hasta las doce, los casos de contagios se están reduciendo considerablemente», opina.
Juan Carlos González, al frente de la Asociación Palentina de Turismo Rural Canal de Castilla-Camino de Santiago durante los últimos seis años, también dirige dos casas rurales comunicantes en Villaherreros con su esposa, María Jesús González. Además del entorno peregrino, los atractivos paseos que promete el Canal de Castilla o la cercanía a la Montaña Palentina, ambos destacan como reclamos de la zona para los visitantes la villa romana de La Olmeda o el románico de la comarca de La Ojeda, así como su cercanía y buena comunicación con ciudades como Santander, Valladolid, León o Burgos. Sin embargo, la sequía turística no depende solo de estos encantos, sino que pende de la inestabilidad provocada por la pandemia y por las medidas para luchar contra ella.
Buena desinfección
«En muchos casos, la gente reserva en las casas rurales de la asociación de un año para otro, y aunque no es lo habitual, en este caso se ha devuelto el 100% del dinero a pesar de que las cancelaciones fueran a muy poco tiempo vista, así que creo que nos hemos portado bien», recalca el presidente de Apatur, que defiende la buena desinfección de los alojamientos asociados y el cuidado para que los escasos huéspedes puedan disfrutar de espacio y seguridad suficientes. El futuro próximo no se presenta muy halagüeño, a juicio del presidente de Apatur: «Yo soy pesimista en ese sentido», admite. «Todo va a depender de la evolución de la curva y de la llegada de una vacuna, porque de momento la gente teme que haya complicaciones o que haya un nuevo confinamiento y les pille fuera de casa», afirma. «Excepto en el caso de algunos hoteles, que tienen empleados, la mayor parte de propietarios no viven de su casa rural, sino que la han acondicionado como algo extra», valora González, que confía en que el sector aguante, medio cerrado, a costa de algunos gastos de mantenimiento. «Las ayudas, si son préstamos, pueden ser pan para hoy y hambre para mañana», advierte.
No obstante, el responsable lamenta el estado de Apatur como organización cohesionada y que «ya languidecía» antes de esta crisis, por falta de voluntad de «colaborar en mejorar la página web, celebrar reuniones o pagar cuotas» para incrementar la actividad del organismo. A día de hoy, afirma que no cuenta más que con nueve socios, que controlan en torno a una quincena de alojamientos. «Asociarse sirve para defender juntos lo que ofrecemos y para actuar como 'central de reservas'», reivindica Juan Carlos González.
Los cierres merman las reservas rurales para noviembre
El tirón turístico de la provincia acusa el azote que provoca la pandemia. Los números del portal de reservas clubrural.com reflejan el cambio de tendencia, mientras que respecto al verano anterior durante el periodo estival crecieron las reservas en Castilla y León en casi cuatro puntos porcentuales, los cierres perimetrales y la situación epidemiológica están haciendo mella en el turismo de la región.
La responsable de comunicación, Aroa Salazar, señala que han comparado datos de 2018 y 2020 por similitud, ya que el año pasado la festividad de La Almudena cayó en fin de semana y no hubo puente. Mientras que en comunidades como la de Madrid han crecido espectacularmente las reservas para noviembre, con un 32% del total respecto al 11% de hace un par de años, Castilla y León se encuentra entre las comunidades que han perdido terreno, si se observan las reservas que registra habitualmente en el mismo intervalo.
En 2018, la comunidad fue destino el 18% de las veces que alguien reservó para noviembre, pero de momento las reservas para el mismo mes en 2020 apenas alcanzan la mitad, un 9,84%. De ese porcentaje, Palencia ha descendido de un 0,63% a un exiguo 0,19% de las reservas para el mismo mes.
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