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Paula González se anuda un pañuelo rosa en la cabeza en la oficina de la Asociación Española contra el Cáncer. Antonio Quintero

Una carrera escrita con una gran 'C', de coraje

La Carrera contra el Cáncer se celebra hoy por las calles de Palencia, pero son muchos los que la libran a diario en el hospital

Marco Alonso

Palencia

Domingo, 6 de octubre 2019, 09:03

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Carreras hay muchas, y todas ellas empiezan por 'C'. Las hay que comienzan por 'C', de constancia, y premian la capacidad de resistencia de los participantes. Hay otras que se escriben con 'C', de competencia, y tratan de determinar cuál es el mejor de los corredores en liza. Pero las informaciones relativas a esos dos tipos de carreras suelen ir en la sección de Deportes del periódico y no en la de Local, como sucede con estas líneas. Estimado lector, usted puede pensar que la carrera de la que le vamos a hablar en las próximas tres páginas se escribe con 'C', de cáncer, y no le quitaremos la razón, pero en esta carrera hay otras 'ces' que son determinantes y que permiten a los sufridos 'participantes' llegar a una meta que también se escribe con 'C', de curación.

Una de esas 'ces' es la de colaboración y llevará a miles de personas a participar en la VIII Carrera contra el Cáncer, que sale hoy a las 12:00 horas del Parque Isla dos Aguas. En esta prueba, lo de menos es quién llega el primero o el último, lo realmente importante es ayudar a una asociación que da servicio y apoyo a los que están inmersos en esa carrera que empieza por 'C', de cáncer, pero también, de coraje.

Según las previsiones, este año serán más de 270.000 nuevos afectados los que se verán obligados a participar en esa carrera contra el cáncer que se disputa en 'circuitos' repartidos por los hospitales de toda España, y la asociación, que otorga a los 'participantes' el avituallamiento necesario a lo largo del complicado 'itinerario', ha encontrado en la prueba que se disputa hoy por las calles de Palencia una excelente fórmula para recabar fondos con los que sufragar su abastecimiento.

El pasado año fueron 1.188 los palentinos que emprendieron su particular carrera contra el cáncer, sin dorsales ni camisetas conmemorativas y con la única meta de curar su enfermedad. Una de ellas, Paula González, comenzó su complicado itinerario el 8 de marzo de 2018, cuando le diagnosticaron un cáncer tras realizarle una mamografía en una revisión rutinaria. «Cuando me dijeron que tenía cáncer solo me quedaba un año para jubilarme. No me lo esperaba y estaba tan nerviosa que agarré a la médica de la mano y le repetí una y otra vez: ¿pero qué dice usted?», relata Paula, que tras recibir esa noticia se quedó tan noqueada que fue incapaz de procesar lo que le decía la doctora. «Si no fuera por mi hermana y mi cuñada, que me acompañaron, no me habría enterado de nada de lo que pasaba. Por eso es tan importante que se vaya con gente a estas cosas», añade.

Cuando se recibe una noticia de estas características, las reacciones son muy diversas. A unos les da por comenzar su carrera contra el cáncer huyendo de su enfermedad, calzándose las zapatillas y corriendo con todas sus fuerzas para esconderse de esa enorme 'C' que les persigue. Mientras que otros también deciden comenzar su carrera a toda velocidad, pero no para escapar del problema, sino para afrontarlo, mirar cara a cara al destino y convencerse de que esa mala noticia es solo una valla más en esta carrera de obstáculos que es la vida. Una de esas 'saltadoras' es Paula. «Cuando salí del estado de shock que en el que me quedé cuando me dieron la noticia, me paré a pensar un momento. Me dije a mí misma que soy una luchadora, que salí adelante cuando me quedé viuda con 49 años y también cuando perdí a un hijo en un accidente. Me di cuenta de que había podido con muchas cosas en las vida y de que esta iba a ser otra más contra la que pelear», recalca Paula.

Ese gen luchador es fundamental para afrontar una 'carrera' como esta, en la que cada uno de los 'corredores' buscan el apoyo que necesitan en distintos lugares. «Lo que más fuerza me dio para pelear contra esto fue pensar en que antes que yo ha habido miles de mujeres que han pasado por lo mismo y que están ahí. Yo me pregunté, ¿Paula, si todas ellas han salido, cómo no vas a salir tú?», remarca esta palentina, que solo tiene palabras de afecto para todos aquellos que le han ayudado a salir adelante a lo largo de este camino. «Escribí una carta a las doctoras y enfermeras poco después de que me operaran por lo bien que se habían portado. Puse: 'qué viva la Seguridad Social' porque creo que tenemos un sistema que puede tener sus fallos, pero está lleno de profesionales que trabajan cada día por mejorar la vida de las personas, y eso hay que agradecerlo», recalca esta mujer, que ha encontrado el mejor apoyo a sus problemas en la Asociación Española contra el Cáncer.

Comprensión, cuidados o cercanía son otras de las 'ces' imprescindibles para afrontar este trayecto, y los que suelen aportarlas son los familiares. Una de ellas es Eva Pariente, que primero vio morir a su madre de cáncer y después, a su marido. «El silencio se apoderó de toda la familia en esos momentos, pero yo no aprendí a superar todo lo que nos había pasado hasta que pronuncié la palabra cáncer», remarca Eva, que cree que iniciativas como la carrera de hoy sirven para mucho más que para recaudar fondos, ya que permiten que las personas que conviven con el cáncer y que utilizan eufemismos para referirse a él, como 'una larga enfermedad' o 'la gran C', se animen a desterrar tabúes y a poner en valor otra gran 'C', la de coraje, esa virtud necesaria para afrontar esta lucha contra un enemigo que puede tener mil nombres, pero se llama cáncer.

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