«2019 será el año con más diagnósticos de cáncer en Palencia», afirma el jefe de Oncología del Río Carrión
Fernando Arranz asegura que los nuevos métodos de detección adelantan los diagnósticos y que el aumento de la esperanza de vida incrementa las posibilidades de desarrollar tumores
Fernando Arranz forma parte del Servicio de Oncología del Hospital Río Carrión desde 1997 y en septiembre del pasado año se convirtió en el responsable del servicio tras la jubilación de Alberto Arizcun. La lucha contra el cáncer ha evolucionado mucho desde que Arranz comenzó a estudiar esta enfermedad, y la tecnología ha permitido detectar cada vez de una forma más temprana los tumores. Por esa razón, este año será el que más diagnósticos se realicen en el Hospital Río Carrión, tal y como él mismo relata mientras hace un pequeño descanso en su particular carrera contra el cáncer.
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–Los datos del Observatorio del Cáncer indican que los casos crecen cada año en Palencia. ¿A qué se puede achacar ese ascenso sostenido en el tiempo?
-Hay varios factores. Primero, hay diagnósticos más precoces y precisos de tumores que antes no se llegaban a diagnosticar. Segundo, la gente vive más y desarrolla más tumores. Muchos achacan los tumores a la mala alimentación y a los carcinógenos, pero las causas principales del aumento de los tumores son esas dos. Después, evidentemente, los estilos de vida, el tabaco, el alcohol o el sol también influyen.
–Los tiempos son cruciales para curar un cáncer y para que los diagnósticos sean más eficaces y precoces es crucial la investigación. ¿España apuesta lo suficiente por la investigación contra el cáncer?
–En oncología se investiga mucho y en España, además, muy bien. La investigación preclínica no está bien apoyada, pero la clínica está muy desarrollada. El apoyo institucional en cuanto al diagnóstico precoz de cáncer de colon y de mama está bastante bien implementado, pero nunca hay investigación suficiente. La investigación preclínica está aún en pañales, y es lo que más apoya la Asociación Contra el Cáncer, aunque las instituciones no lo hacen tanto.
-Aún no se han publicado los datos de este año. ¿2019 será el año con más diagnosticados de cáncer en Palencia?
–Por lo que llevamos de año, sí. 2019 será el año con más diagnosticados de cáncer en Palencia. Llevamos un incremento importante de nuevos casos, desde enero hasta ahora hemos tenido unos 70 pacientes nuevos más que el año pasado en estas mismas fechas.
–¿Y cómo se puede luchar contra un enemigo como este?
–Lo más importante es la prevención, evidentemente. Tener una dieta sana, hacer ejercicio moderado y evitar factores de riesgo como el tabaco, el alcohol o el sol. Luego, es muy importante que la gente acuda a la mínima señal de alarma a su médico de cabecera, que es el que tiene que valorar si empieza a haber sangrados digestivos, si se notan bultos, si hay una pérdida de peso.
–Cuantos más enfermos hay, más trabajo tienen ustedes. ¿El aumento del numero de pacientes se ha visto incrementado con más personal y medios?
–Sí. Ahora somos seis oncólogos y antes éramos cinco. Por supuesto, no puedo decir que son suficientes porque siempre se pide más, pero lo que sí que puedo decir es que nos falta personal de enfermería. En ese apartado estamos un poco cojos porque el papel de la enfermera es fundamental en el cáncer, en lo referente a la educación del paciente y en el apoyo social y psicológico. Muchas veces, entre vacaciones, bajas y trabajo nos vemos un poco sobrepasados por la falta de personal de enfermería.
–El Hospital de Día Onco-Hematológico del Caupa ha tenido que ampliar el horario con un turno de tarde este año. ¿En qué ha cambiado el trabajo del equipo médico del centro por esta ampliación?
–Trabajamos más a gusto. Antes había aquí una aglomeración de pacientes a ciertas horas que era bastante difícil de manejar. Estamos viendo más pacientes, pero al ampliarse el horario, se trabaja con menos presión asistencial. Se trabaja más a gusto y creo que la gente lo ha visto.
–El cáncer colorectal es el que más nuevos diagnósticos registró en 2018. ¿Por qué hay tantos casos de este tipo de enfermedad?
–Los estudios de sangre oculta en heces nos han permitido diagnosticar antes los tumores y eso ha hecho que se aumentaran los diagnósticos, como sucedió en su día con el cáncer de mama. Esos tumores que hemos diagnosticado antes de tiempo no los diagnosticaremos en el futuro y con el paso de los años se normalizarán las estadísticas. Además, en la zona del Cerrato siempre ha habido una incidencia bastante alta de cáncer colorectal. Probablemente, la dieta rica en grasas y con mucha carne roja tenga algo que ver con esto, aunque no tiene por qué ser la causa principal.
–Un oncólogo es un especialista en cáncer, pero en muchas ocasiones debe ejercer como psicólogo. ¿Cuál es la preparación que tiene un oncólogo para saber dar malas noticias?
–La experiencia, el hacerlo todos los días. Durante la carrera no tenemos una especial preparación en este sentido. El día a día es el que te enseña ver cómo tratar al paciente. No obstante, nosotros nos vamos buscando nuestros caminos para prepararnos ante estas circunstancias. Aunque tengo que decir el paciente oncológico sufre mucho, suele ser muy agradecido.
–Por muy agradecido que sea un paciente, un oncólogo vive momentos duros. ¿Qué hace para no llevarse el trabajo a casa?
–Yo me lo llevo a casa. Sufro mucho y como me libero es teniendo una vida fuera del hospital bastante rica, pero aún así hay veces que no puedo desconectar. Yo lo paso mal.
–La Junta se ha comprometido a que, cuando se acabe el nuevo hospital, Palencia dispondrá por fin de radioterapia. ¿Se cree esos anuncios o tendremos que esperar una donación de Amancio Ortega?
–Mi pensamiento sobre este tema tal vez no sea políticamente correcto, pero lo voy a expresar. No creo que haya que tener un servicio de radioterapia en cada sitio. Palencia va a tener un buen servicio de radioterapia, pero creo más en la facilidad de acceso a un buen servicio que en tenerlo al lado de casa. En cada hospital no tiene que haber un servicio de todo, siempre y cuando el acceso sea fácil.Como Palencia es tan alargada, probablemente necesitemos tenerlo cerca, pero es más importante optimizar lo que tienes que crear nuevos centros, porque eso lo que suele generar es una pérdida de calidad.
–Pero los traslados interfieren en la calidad de vida del paciente...
–Por supuesto. Algunos pacientes de hace años calcularon que habían hecho más kilómetros en sus viajes para recibir el tratamiento que si hubieran ido y vuelto a Rusia. Ahora estamos bastante bien porque tenemos repartida la radioterapia de tal manera que de Carrión para arriba van a Burgos y de Carrión para abajo, a Valladolid. Había momentos en los que los pacientes hacían 500 kilómetros al día para recibir radioterapia y eso es una barbaridad.
–¿En qué ha cambiado la oncología desde que comenzó su trayectoria profesional?
–La oncología es una especialidad apasionante. No hago ni el 10% de lo que yo hacía cuando era residente. Antes éramos administradores de quimioterapia, puros y duros, y con el paso del tiempo, esto ha dado un salto espectacular porque hay mejores tratamientos de quimioterapia y cada vez se han implementado más los tratamientos dirigidos y de inmunoterapia. La quimioterapia va perdiendo relevancia, no la va a perder nunca del todo porque es relevante en muchos tumores, pero la inmunoterapia y el tratamiento dirigido van a ser el pan nuestro de cada día. Pronto veremos tratamientos a la carta para cada tumor y cada tipo de paciente.
–¿Con todo lo que se está avanzando ganaremos algún día guerra al cáncer?
–Igual que las bacterias adquieren resistencias, el cáncer también lo hace y crea sus métodos de escape de los tratamientos. Creo que se va a incrementar el porcentaje de pacientes que van a sobrevivir con menos efectos secundarios, pero me cuesta pensar que podamos ganar la guerra al cáncer porque vamos a vivir más.