El Ayuntamiento de Palencia reprueba a la presidenta de la Diputación y al exalcalde del PP
La propuesta del PSOE y de Ganemos, que quieren censurar la ausencia de una solución pactada para el conflicto de la calle Jardines, sale adelante con el apoyo de Vox
Los doce primeros puntos del orden del día se resolvieron en apenas media hora, y eso que algunos contenidos tenían su miga, como la aprobación ... definitiva del Reglamento de Participación Ciudadana o la propuesta de liquidación anual correspondiente al año 2017 por la prestación del servicio de transporte urbano. Pero realmente ayer, nada de esto importaba porque todo el salón estaba expectante por el resultado del debate sobre la propuesta socialista para la reprobación como concejala del Ayuntamiento de Palencia de la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén, por su actuación en el conflicto derivado del convenio urbanístico de la calle Jardines.
Y aunque el resultado no tiene ninguna vinculación jurídica o legal y se limita a una declaración institución («un tirón de orejas, un toque de atención», llegó a definirlo la portavoz de Vox, Sonia Lalanda), el interés político por el debate era máximo. Lo ponía en evidencia la propia composición del público que asistía ayer a la sesión, con una presencia masiva de integrantes del grupo de diputados provinciales del PP, que querían mostrar su apoyo a la decisiones adoptadas por Ángeles Armisén.
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Pero al final no fue solo la presidenta de la Diputación quien recibió la reprobación del Pleno, a pesar de que inicialmente solo se solicitaba el reproche expreso para ella. La propuesta del PSOE, a la que se unía también una moción de Ganemos en la que se pedía lo mismo, y que finalmente fue retirada al salir adelante la petición socialista, solo hacía referencia a Armisén por haber firmado la resolución para que la Diputación Provincial plantee un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia para que se ejecute el convenio urbanístico de la calle Jardines, que supone en estos momentos debido a los intereses desde el año 2010 un pago del Ayuntamiento a la institución provincial de cerca de 25 millones de euros. Por ello, la portavoz socialista, Miriam Andrés, insistía en acusar a Armisén de «deslealtad institucional» por no defender los intereses del Ayuntamiento de Palencia, a pesar de ocupar el puesto de presidenta de la Diputación debido a su condición de concejala en el Consistorio capitalino. «No discutimos la legalidad de sus actos, sino su falta de actuación según el principio de lealtad institucional», argumentó Andrés.
Porque, al final, el término «lealtad» fue probablemente el más utilizado durante el debate, tanto para atacar a los rivales como para la defensa de los propios actos. Y fue también Y esa lealtad, aunque en este caso hacia el «interés general» fue también el argumento escogido por la portavoz de Vox, Sonia Lalanda, para introducir un elemento en el debate que lo cambió por completo.
Cuando comenzó el pleno no se podía aventurar el resultado, puesto que había dos bandos enfrentados con el mismo número de votos. Era evidente que PSOE y Ganemos votarían a favor de la reprobación porque así lo pedían en sus propuestas, con lo que sumaban doce votos, y enfrente tenían a los nueve ediles del PP, más los tres de Ciudadanos, que ya habían manifestado que no apoyarían la propuesta –de nuevo un acto de lealtad, aunque en este caso a los socios de la coalición de gobierno–. También doce votos, con lo que, una vez más, la posición de Vox volvía a ser determinante para el resultado.
Y lo fue, tanto que el pleno no solo terminó reprobando la figura de Ángeles Armisén sino también la del exalcalde y ahora teniente de alcalde, Alfonso Polanco. Porque Sonia Lalanda se lo dejó muy claro a los socialistas, «apoyaré la propuesta si se incluye también a Alfonso Polanco, que ha sido alcalde durante ocho años y es diputado provincial desde hace más de cuatro años y todavía no ha hecho nada para buscar una solución al conflicto», recalcó Sonia Lalanda.
Los socialistas no tardaron en recoger el guante y pronto se vio claro que la propuesta de reprobación iba a salir adelante, trece votos contra doce, muy ajustado, pero suficiente para que se tenga que reflejar oficialmente que el Pleno municipal ha reprobado la actuación de dos de sus concejales.
El debate fue especialmente tenso entre la portavoz socialista y la propia Ángeles Armisén, que ayer asumió personalmente su defensa. Incluso se llegó a la «algarabía», como reprochó el alcalde, Mario Simón, en los momentos finales de la intervención de la presidenta de la Diputación.
Asimismo, Polanco, que solicitó un turno de réplica por alusiones, criticó duramente a la portavoz de Vox, a la que le reprochó «tener algo en contra de los portavoces del PP» y le acusó de «vender su voto al PSOE una vez más». Sin embargo Lalanda quiso insistir en que su apoyo a la reprobación de ambos dirigentes populares debe entenderse únicamente como «un reproche, un tirón de orejas, que sirva de encomienda para la búsqueda de una solución», indicó la portavoz de Vox.
Por su parte, Ángeles Armisén, que defendió en todo momento su lealtad tanto al Ayuntamiento como a la Diputación insistió en que ha cumplido celosamente con su obligación legal de dar cumplimiento a las resoluciones de la Junta de Gobierno de la Diputación, al tiempo que recalcó que siempre ha buscado una solución en el marco del «principio de legalidad». Armisén recordó que se trata de un convenio heredado de una etapa anterior, firmado por representantes del PSOE y del PP que reconocieron públicamente que era una buena solución para la ciudad, con lo que ella, mantenía ese mismo criterio al reclamar su cumplimiento. La presidenta de la Diputación argumentó además que el convenio sigue vigente y que deben cumplirse sus cláusulas, entre ellas la decimotercera que implica el recurso ante los tribunales cuando una de las partes opta por el incumplimiento.
Armisén justificó su actuación en la «coherencia, lealtad y respeto institucional» e insistió en que la motivación del PSOE es de índole político, buscando rédito electoral al no haber logrado los acuerdos necesarios para alcanzar la Alcaldía tras las elecciones de mayo.
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