Palencia se despide de Adela, Eva y Hugo, los fallecidos en el accidente de Villaturde
La iglesia del Tanatorio se queda pequeña durante un funeral presidido por los féretros de la madre, la hija y el nieto fallecidos tras chocar contra un autocar
marco alonso
Jueves, 23 de marzo 2017, 19:42
«Es difícil encontrar palabras en situaciones parecidas a esta, con muchos menos agravantes. Siempre es complicado, pero hoy lo es extraordinariamente más». De esta forma arrancaba el cura del tanatorio de Palencia la misa en la que los familiares y amigos de Adela, Eva y Hugo dieron el último adiós a sus seres queridos.
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«No hemos dejado de pensar en esa pobre familia en todo el día»
La fatalidad quiso que Adela M. C, de 65 años; su hija Eva M. M., de 34; y su nieto Hugo S. M., de tan solo un año, perdieran la vida el miércoles en un accidente en el que su coche se estrelló contra un autocar en la CL-615 a la altura de la localidad palentina de Villaturde. Tres miembros de una misma familia perdieron la vida y familiares y amigos llegados de Valladolid, Pedrosa de la Vega y diferentes puntos de España estuvieron presentes en el Tanatorio de Palencia, donde incluso el cura se mostraba especialmente emocionado.
«Quisiéramos expesar con palabras los sentimientos que tenemos pero en estas circunstancias las palabras quedan ahogadas en la garganta. Tendremos que conformarnos con silencios elocuentes», explicaba el capellán durante una sentida misa a la que asistió, llenó de dolor, Carlos, que el miércoles perdió a su pareja, a su hijo y a su suegra. «Esta destrozado y no es para menos. Estaban en el mejor momento de su vida, viendo crecer a su hijo», afirmaba una familiar con la voz entrecortada.
La iglesia del tanatorio se quedó pequeña y muchos de los asistentes tuvieron que escuchar la misa de pie, pero entre las personas que dijeron adiós a estas tres personas no se encontraba una de las que más ha sentido la pérdida: Fernando, el abuelo de Hugo, padre de Eva y marido de Adela, que decicidió no asistir porque se encontraba sin fuerzas. «Nos dijo que si no iba al funeral, sería mucho mejor porque corría riesgo de acabar en urgencias», aseguraba Arturo Calvo, el alcalde de Pedrosa de la Vega, núcleo principal de Gañinas, localidad de la que eran naturales los fallecidos.
«Ante la muerte nos quedamos sin argumentos. No es tiempo para muchas palabras». Esta fue una de las frases que salieron de la boca del cura del Tanatorio de Palencia y no le faltaba razón, ya que vio cómo algún familiar tuvo que abandonar la iglesia poco después de dar la paz a los presentes ante un silencio atronador, el silencio que acompaña a un adiós inesperado y acelerado a tres personas de una misma familia.
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