El campo ofrece buenas expectativas pero el riesgo de heladas tardías puede destruirlas
Las organizaciones agrarias se muestran cautas y afirman que la campaña acaba de empezar
Pilar Rojo
Martes, 23 de febrero 2016, 06:31
El campo ofrece un aspecto precioso, como no se encontraba desde hace años, además en todas las zonas de la provincia de Palencia: del norte al sur y del este al oeste. Las elevadas temperaturas invernales, los escasos días de frío y el extraño ciclo vegetativo de este año se ha cargado por completo al refranero y ya ni siquiera los agricultores pueden acudir a las cabañuelas para aventurar cómo será la cosecha. Y, aunque todos reconocen que el estado agronómico actual es «demasiado bueno», también son conscientes de que el comportamiento anormal de la climatología este año incrementa también el riesgo de que todo se vaya al traste por una helada fuera de tiempo a comienzos de mayo. «Es absolutamente imposible hacer previsiones, este año estamos completamente expectantes, sin saber muy bien lo que nos espera», explica Francisco Salvador, presidente de la organización agraria UCCL.
El verano se prolongó de forma anormal y el invierno no ha dejado notar sus fríos habituales hasta bien entrado el mes de enero. Todo ello, además, sin una gota de lluvia hasta las nieves de comienzos de febrero, que tampoco han sido abundantes en cantidad ni en días. El termómetro tampoco ha bajado demasiados días a negativo y, todo ello, ha desembocado en la estampa que hoy ofrece el campo: almendros ya en flor desde mediados de febrero, cultivos muy desarrollados y una cosecha que podría tener que adelantarse si no cambia el panorama.
Sin embargo, todos esos factores que invitan al optimismo se transforman en prudencia cuando hablan los responsables de las organizaciones agrarias, que no olvidan que la llave definitiva de una cosecha la tiene la primavera. «Es demasiado pronto para hablar porque esa buena situación de la que estamos hablando ahora puede dar un giro. El problema de los cultivos adelantados es que puedan espigar pronto y generen problemas por una helada tardía, por ejemplo, a finales de abril o comienzos de mayo. El año agrario acaba prácticamente de empezar y es demasiado pronto para hacer previsiones», explica el presidente de Asaja, Honorato Meneses.
«La climatología es poco habitual y no podemos olvidar que el adelanto vegetativo de todas las plantas conlleva un riesgo. Si ahora no hiela, el cultivo seguirá adelantándose y una helada en primavera puede echar todo al traste. Es una situación rara y no podemos aventurarnos ahora a hacer previsiones», relata el secretario provincial de UPA, Domiciano Curiel.
En la misma tendencia se posiciona el máximo responsable de Coag, David Tejerina. «El riesgo es muy alto. En algunas zonas va tan adelantada que falta poco para espigar, lo que podría suponer que una helada inesperada dé al traste con la cosecha», afirma.
De forma inmediata, lo que buscan los agricultores es que las lluvias y las nieves den un descanso y puedan entrar a los campos para echar los abonos nitrogenados y los herbicidas. «Hay mucha humedad en los campos y resulta difícil acceder. Ahora nos gustaría no retrasar más lo de los nitrogenados y los herbicidas y así poder seguir con los plazos más o menos previstos», aclara Honorato Meneses.
Los agricultores prefieren, por tanto, vivir el día a día sin hacer demasiadas previsiones. «Sabemos que de un día a otro, una helada por la noche, puede cambiarlo todo», apunta Tejerina. Los responsables de todas las organizaciones agrarias reconocen que, si bien siempre hay que mirar al cielo, este año más que nunca dependerá de la climatología su futuro.
Expectación
Su deseo común a más corto plazo: que se mantenga el frío y algo de aire y, sobre todo, que no llueva para poder entrar al campo a echar los herbicidas. También ansían que, una vez que llegue la primavera climatológicamente hablando, se mantenga el buen tiempo y no haya ninguna helada nocturna que les pueda estropear el campo.
Y dentro de las previsiones, al margen de lo que la climatología pueda deparar, tampoco los responsables de las organizaciones agrarias pueden evitar sufrir por los precios. La crisis financiera internacional ha traído consigo una nueva bajada en los precios del cereal, que los sitúa en niveles mínimos históricos y, lo que es peor, con una previsión aún más pesimista a corto plazo. «Los niveles ya estaban bajos y pensábamos que ya no podrían bajar más los precios, pero está claro que es lo que ha ocurrido», lamenta Honorato Meneses. «No se puede pagar el grano a estos precios porque no se cubren gastos. Al final, parece que no te quedan más rentas que las ayudas de la PAC, y eso no es bueno. El precio que ahora nos pagan por el cereal apenas da para cubrir gastos», agrega David Tejerina.
La climatología se ha saltado la normalidad a la que nos tenía acostumbrada y el invierno llegó muy tarde y con poca fuerza. Lo que sí se ha conseguido es que la preocupación que había porque no había agua almacenada en los pantanos para la campaña de riego, haya desaparecido. Las últimas nieves han logrado dejar unas reservas mínimas para garantizar el riego de todo el sistema Carrión en la próxima primavera, lo que supone una preocupación menos para los agricultores.
Ahora solo falta mirar al cielo y ver lo que pueda deparar. Las cabañuelas ya permiten augurar algo: «mal año espero, si en febrero anda en mangas de camisa el jornalero, dice la sabiduría popular.