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Un grupo de Asturias y de Palencia recorren la primera sala del Museo Diocesano el pasado jueves.

El Museo Diocesano ratifica el aumento de visitas con 2.950 el año pasado

El subdirector del museo, José Luis Calvo, reconoce que el centro podría tener más visitantes por la calidad de sus fondos

Fernando Caballero

Lunes, 11 de enero 2016, 12:15

El Museo Diocesano de Palencia cerró el año 2015 con un ligero aumento de las visitas, lo que sitúa a este centro cultural, que atesora unas seiscientas manifestaciones de arte sacro de la Diócesis de Palencia, en un nivel de conocimiento mayor, tanto de palentinos como de fuera de la provincia. Casi 3.000 visitas se registraron en los doce meses del pasado, cuando 2014 se cerró con 2.574 y 2013, con 2.613. Estas cifras se mantienen estables en los últimos años con ligeras variaciones alza, que afianza la política de visitas guiadas que se organizan desde hace cuatro años.

Atrás quedaron las espectaculares subidas de visitas, que se llegaron a duplicar con respecto a mediados de la primera década del siglo XXI. De las 1.556 registradas en 2007 al año 2012 se llegó con 2.909, una cifra ligeramente inferior a las de 2011, cuando se alcanzaron las 2.912, un pico atribuido a la incidencia de la celebración en Madrid de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). 1.215 hubo en 2008, 2.613 en 2009 y 1.598 en 2010.

El subdirector del museo y delegado diocesano de Patrimonio Artístico, José Luis Calvo Calleja, reconoce que pese a que el número de visitas ha aumentado ligeramente, el museo no termina de despegar, ya que se encuentra por debajo de lo que considera que tiene haber. Calvo Calleja atribuye este estancamiento a varias razones. «Es necesaria una normalización de los horarios, que implique la apertura del museo todas las tardes ahora solo hay apertura vespertina en los meses de verano y la organización de actividades como destacar una pieza al mes para promocionarla y que sirva como reclamo para su visita», señala.

Una parte importante de las visitas, y esto viene ocurriendo en los últimos años, se producen en las tres jornadas de puertas abiertas que organiza el museo durante el año. En 2015, en estas fechadas señaladas se contabilizaron 336 visitas en el día de las Candelas (2 de febrero) para este año 2016 ya hay un grupo comprometido de 55 personas que se desplazarán ese día desde Vitoria en un viaje organizado por la Casa de Palencia en esa ciudad; 169 en el Día Internacional de los Museos (18 de mayo), y 270 en la fiesta de la Constitución (6 de diciembre). Otra fuente de registro de visitas al Museo Diocesano se produce en las Rutas de la Luz: 219 hubo en julio pasado, 214 en agosto y 56 en la única jornada que se celebró en septiembre.

La procedencia de los visitantes es muy diversa, aunque la gran mayoría son de fuera de Castilla y León. Calvo Calleja recoge un comentario común a casi todas las visitas. «Los visitantes se preguntan cómo este museo no es más conocido, aunque cada vez es más porque funciona el boca a boca», asegura. El subdirector del centro destaca que el de Palencia «es uno de los mejores museos diocesanos de España por el número de obras que contiene y por la calidad de las mismas». Precisamente por esta razón, considera que el centro puede tener más visitas y producirse ese despegue que aún no tiene.

Para este año que arranca, los objetivos que se plantea son, según José Luis Calvo, «seguir aumentando el número de visitas; continuar con el proceso de digitalización, que afecta a la gestión; y con la restauración de las piezas que se encuentran en los depósitos».

El Museo Diocesano ocupa una parte importante del Palacio Episcopal. La creación y organización del centro es obra de Ángel Sancho Campo, que mantiene el cargo de director, aunque por su edad la gestión diaria corresponde a José Luis Calvo Calleja, que cuenta con un equipo de colaboradores.

Como delegado diocesano de Patrimonio, Calvo Calleja se encuentra estos días negociando las obras que prestará la Diócesis de Palencia a la próxima edición de Las Edades del Hombre, que se celebrará en la Colegiata de Santa María la Mayor de Toro (Zamora), de abril a noviembre de este año con el título de Aqua. «La fundación ha pedido unas obras y yo he propuesto otras, por lo que ahora estamos inmersos en un diálogo para llegar a un acuerdo», explica el delegado diocesano de Patrimonio.

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